Coaching: 3 formas de evitar autoboicot
FORBES- 20 de diciembre de 2018
En los negocios, en la vida y en
el trabajo; muchísimas veces no hay peor enemigo que uno mismo. Si algo debemos
evitar es autoboicotearnos. ¿Pero cómo no hacerlo?
El coaching es una herramienta
genial para encontrar respuestas ocultas en nosotros mismos. Los años que pasé
haciendo investigación me ayudaron a pulir mi habilidad de hacer mejores
preguntas, lo cual resulta el pilar medular del coaching. Mi labor diaria me ha
permitido identificar las tres formas más comunes en las que las personas
generan el autoboicot. En el presente además de nombrarlas te brindaré filtros
y soluciones para identificarlas, y dejarlas de hacer.
1.- Evita toda suposición
Si algo siempre detiene la
posibilidad de crecer es suponer. Suponer evita toda posibilidad de acción.
Cada vez que suponemos, no sabemos; creemos que algo pasara y por lo tanto nos
detenemos a no hacer aquello que deberíamos. Y eso es absolutamente débil de
nuestra parte.
Filtros: Pregúntate ¿Estas
absolutamente seguro que eso pasará? ¿Es acaso que supongo que no lo lograré?
¿Estoy cien por ciento seguro de ello?
2.- Frena tu dialogo interior
negativo.
Si alguien es su peor juez y
verdugo es uno mismo. Cada vez que ejerces sobre ti, juicios de valor en contra
tuya, te estas auto boicoteando.
El encontrar las miles de formas
en que no puedes hacer algo no te dará las armas a nivel mental y emocional
para resolverlo, sólo destinará que te sientas mal.
Filtros: Cada vez que tengas
diálogos internos pregúntate: ¿Pensar eso me ayudara a resolver mi problema?
¿Pensar eso me hace sentir mejor?
3.- Analiza tus recompensas
ocultas
Piensa en todo aquello que ganas
si no consigues crecer, piensa en que estas ganando incluso cuando pierdes,
porque ahí existe una estructura procesal que te autoboicotea.
La forma más común de autoboicot
se da por esta forma, donde nos compramos nuestras fundamentaciones, donde nos
vendemos nuestros propios pretextos y donde al final recibimos una recompensa
oculta por hacer o dejar de hacer.
Esto por ejemplo es común cuando:
No se quiere crecer (se quiere permanecer pequeño para no cargar con el “peso
de la responsabilidad) Cuando se quiere continuar siendo víctima de la
circunstancia (para ser ayudado o salvado por alguien más)
Filtros: ¿Qué gano si no lo hago?
¿Cómo estoy respaldando mi inseguridad personal? ¿Qué gano si vendo menos o si
no vendo? ¿Qué gano si me mantengo mal? ¿Qué gano si no termino de prepárame
para ser apto para x cosa? ¿Qué gano si fracaso?
Normalmente las recompensas
ocultas están a favor de hacerte sentir seguro incluso fallando. Si algo genera
permanecer en el mismo lugar parado es querer tanto tu propia seguridad.
¡Analízate!
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