Internet de las Cosas: el futuro
de la construcción civil
FORBES- 27 de septiembre de 2017
Las aplicaciones del Internet de
las Cosas serán un diferencial importante para la venta de emprendimientos
inmobiliarios.
Se ha hablado mucho sobre la
búsqueda incesante, de diversos sectores, por mayor productividad con reducción
de costos. El segmento de construcción contará con buenos aliados para ello, ya
en los próximos años. El avance de la robótica y de la inteligencia artificial,
por ejemplo, tiene potencial para aproximar la construcción civil cada vez más
de la tecnología, y eso representa un mejor control de gastos, optimización de
recursos, eficiencia en el cumplimiento de plazos y más calidad en los
proyectos y en las obras.
Hoy, el sector ya se beneficia de
la movilidad en la gestión de obras. Con el uso de dispositivos móviles, los
profesionales pueden emitir informes o alertas en tiempo real y alimentar bases
de datos con información nueva recogida directamente en el sitio, en cuestión
de segundos.
El siguiente paso será ejecutar
una parte de la fiscalización con sensores remotos instalados en lugares
críticos, conectados por internet al control central del emprendimiento.
Pero la movilidad fue sólo un
primer paso en un mundo nuevo que se abre hacia ese mercado. A continuación
algunas otras tecnologías y cómo impactarán al sector.
Infrarrojo: Con su uso será
posible identificar puntos de pérdida de energía y, de ese modo, desarrollar procesos
constructivos más sostenibles y sin desperdicio de recursos.
Impresión 3D: Parece algo de
película futurista, pero ya existe, en la University of Southern California,
una máquina es capaz de imprimir casas enteras, de dos pisos, con cerca de
80m², en apenas 24 horas.
Materiales: La materia prima
utilizada en obras también será tecnológica en los próximos años. Y no es
ninguna innovación, sino la combinación de funcionalidad con beneficios de
eficiencia y sostenibilidad. Dos ejemplos son las pinturas y películas de
vidrio que absorben energía solar y el concreto permeable, que permite el
pasaje de agua al suelo y reduce el riesgo de inundación en áreas pavimentadas.
GPS: Con el uso de sistemas GPS
instalados en máquinas de construcción, el gestor podrá acompañar e identificar
puntos de ineficiencia o desperdicio en el uso de los equipos.
Big Data: El mundo de los datos
permitirá, cada vez más, que el análisis de crédito de un emprendimiento se
haga de forma que garantice su sustentación financiera y reduzca los riesgos en
las operaciones inmobiliarias.
Realidades virtual y aumentada:
Estas dos tecnologías benefician, especialmente, las áreas de proyectos y
ventas. En la primera, ayudan a desarrollar un proyecto con mayor nivel de
acierto y menor oportunidad de retrabajos. En la segunda, permite a los
compradores potenciales conocer una propiedad en otra ciudad, o incluso en la
planta, sin la necesidad de tener un espacio físico ocupado para ello, como un
apartamento modelo.
Independiente de la cantidad de
nuevas tecnologías adoptadas o del paso de la adopción, no tengo dudas que
aplicaciones de Internet de las Cosas (que conectan todas las que he citado
arriba) serán un diferencial importante para la venta de emprendimientos
inmobiliarios.
Y todo esto hace que el futuro
sea colaborativo. Los profesionales involucrados en un emprendimiento
trabajarán cada vez más integrados y la tecnología es la principal herramienta
de este nuevo perfil de trabajo.
Un estudio del Rocky Mountain
Institute indica que el uso de tecnología por el sector de construcción puede
reducir en 1.9 billones de dólares el gasto de energía en la cadena productiva
del segmento.
Para coordinar ese ambiente,
plataformas de colaboración que permiten la integración de diversos sistemas,
gestión de workflows (flujos de trabajo), gestión de documentos confidenciales,
entre otros, me parece la salida más productiva. Invertir en la transformación
digital es invertir en la propia viabilidad de negocio en las próximas décadas.
* Marcelo Cosentino es Head of Professional
Services Solutions.
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