Una máquina con superpoderes
FORBES- 9 de febrero de 2017
Las redes neurales que pueden
llegar a conformar a la inteligencia artificial tienen especializaciones,
similar a los órganos humanos, que por su esencia pueden ser superpoderes.
Uno de nuestros principales
superpoderes como humanos, gracias a nuestra capacidad cognitiva, es una
herramienta que llamamos alfabeto. Tal vez por eso es que la compañía que nació
como Google después decidió convertirse en Alphabet al verse crecer. Dentro del
gran grupo de empresas de investigación y desarrollo debajo de Alphabet y
todavía dentro de Google se encuentra el área de “Research at Google” o
Investigación en Google y dentro del mismo hay un equipo llamado “Google Brain
Team” o Equipo Google Cerebro cuyo lema dice “Hacer máquinas inteligentes.
Mejorar la vida de las personas”.
La política del equipo, traducido
por una red neural, dice: “Los miembros del equipo de Google Brain establecen
su propia agenda de investigación, con el equipo en su conjunto manteniendo una
cartera de proyectos en diferentes horizontes temporales y niveles de riesgo”.
Con todo lo anterior podríamos tomar dos posturas: o me pongo nervioso o acepto
que no entiendo lo que dice y me regreso al videojuego. Creo que es bueno que
haya cierta apertura y analicen los niveles de riesgo.
Hace pocas semanas en Asilomar,
California, EU el “Future of Life Institute” tuvo una reunión en donde varias
personalidades se reunieron para trazar los principios sobre Inteligencia
Artificial, que decidieron llamar: “Asilomar AI Principles”. Entre las fotos
del evento me llamó la atención ver a íconos como Larry Page, Peter Norvig, Ray
Kurzweil y Eric Schmidt (entre muchas otras personalidades del mundo de la
tecnología). Se trazaron 23 principios después de 3 días de reuniones y los
colocaron en tres bloques: investigación, ética y situaciones a largo plazo.
Pero más allá de estas reuniones
que en cierta forma apaciguan mi mente respecto a que si estamos haciendo algo,
sigue habiendo trabajos de especialización de las máquinas que me dejan
impresionado. Un claro ejemplo es el de los superpoderes que están
desarrollando las redes neurales visuales. Este 2 de febrero tres ingenieros
del equipo de Google Brain colocaron en Arxiv (un sitio donde están las
investigaciones de varios científicos) su trabajo llamado “Pixel Recursive
Super Resolution”.
Básicamente aplican esa necesidad
de mejorar imágenes borrosas o de baja calidad que hemos visto en escenas desde
Blade Runner, pasando por CSI y hasta en MacGyver (la pasada, no la nueva, lo
siento millennials), recordemos:
Algo mejor que vista de Rayos X,
el superpoder de ver lo que está en una imagen que no es más que una plasta de
colores. Pero, aunque los resultados están lejos de ser perfectos, se empiezan
a acercar a ser un boceto de lo real (a partir de algo que se inventó la
máquina). Una plasta prácticamente inutilizable de 8 píxeles por 8 píxeles de
repente tiene rasgos faciales reconocibles. E incluso en aquellos momentos en
los que el sistema AI obtiene muchos detalles erróneos, está lo suficientemente
cerca como para que al menos tenga una idea de lo que hay. Una plasta
indistinguible en un principio, con esta tecnología, puede llegar a ser tan
clara como para decir que es un dormitorio.
Lo que no debemos de olvidar es
que para que lo anterior pase, se le tuvo que decir a la red neural que estaba
viendo habitaciones, o que estaba viendo rostros de celebridades. Por el
momento seguimos controlando el alimento, pero es importante que en el desarrollo
y la investigación también se estén tratando los elementos éticos que se
alinean de cierta forma a los lineamientos de la sociedad, y hay que recordar
que los ingenieros de Silicon Valley, no son los únicos que definen nuestros
lineamientos. Les recomiendo mucho este video: Superinteligencia, ciencia o
ficción.
Y si, como dijo el tío Stan Lee
en Spider Man, para que en cómics posteriores y en la película se lo
atribuyeran al Tío Ben: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. De
lo que tenemos que tener cuidado es de que hay que estar seguros que los
intereses de la Inteligencia Artificial estarán alineados con los nuestros como
sociedad, incluyendo el sentido de privacidad (en especial con esto de las
imágenes) y estar conscientes de que la inteligencia, no sólo el poder o la
fuerza, permite controlar el entorno. Si somos algo inteligentes no dejaremos
que nos regresen a 1984 para que Orson Welles tenga razón.
Recordemos que la Inteligencia
artificial no requiere tomarse el tiempo que yo tengo que tomarme para escribir
estas líneas, sus capacidades de procesamiento no dependen de unos palitos de
carne y hueso. Puede saltarse el alfabeto y dar un comando binario que nos
cierre la puerta, todo basado en un resultado que llegó después de un análisis
cuántico. Porque “Hacer máquinas inteligentes. Mejorar la vida de las
personas.” también implica saber qué darle de comer y enseñarle ciertos modales
en la mesa.
Mientras les dejo esta imagen que
me agradó mucho del sitio del Instituto; un gráfico con algo que cada vez es
más común encontrar en Silicon Valley: la tabla de mitos y realidades, en este
caso respecto a la Superinteligencia y la Inteligencia Artificial.
Ricardo Blanco-Ricardo Blanco
tiene licencia para comunicar y busca entender la tecnología para, en sus ratos
libres, escribir sobre sus descubrimientos. Actualmente dirige la comunicación
para Tesla en México, antes lo hizo para los productos de consumo de Google en
LatAm.
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