Cómo usar la crisis económica en
favor de tu negocio
Kienyke - febrero
de 2017
Un refrán popular dice “en
tiempos de crisis, prevalecen los verdaderos líderes”. Ahora es el momento
ideal para poner en práctica la sabiduría popular.
Ya estamos en enero y nuestras
mentes están poco organizadas después del caótico cierre del año 2016. Y esto
no es todo, el año nuevo nos ha recibido con el aumento de numerosos bienes y
servicios, cuyo impacto se reflejará en la economía de todo el mundo.
Definitivamente, el panorama
puede tener un peor desenlace si incluimos la victoria del presidente Trump en
las últimas elecciones, ya que antes de asumir la presidencia ha dado
declaraciones sobre el endurecimiento de políticas proteccionistas, políticas
migratorias y la elección de singulares personajes para el gabinete
presidencial. No obstante, aunque la economía pueda tener indicadores negativos
no debemos entrar en pánico; aunque suene cliché, las crisis significan una
oportunidad más que una amenaza y debemos enfrentarlas así.
Desde el punto de vista de
emprendedor e inclusive de empleado, la situación puede complicarse ya que
deberá invertirse más dinero de lo que normalmente se gastaría, y es muy
posible que en los próximos meses tengamos que reajustar el presupuesto para
estar preparados frente a cualquier panorama y al que deberemos adaptarnos, por
supuesto que bajo esta premisa necesitamos cuidar nuestro empleo, al contribuir
de forma productiva con la empresa en la que trabajamos.
Con respecto a las finanzas
personales, debemos cuidar en qué gastamos nuestros ingresos, por ejemplo debe
evitarse asignar recursos en compras innecesarias, y mientras sea posible evitar
gastos menores. En las épocas próximas a crisis, es de vital importancia
revisar los compromisos económicos y evitar el endeudamiento con los créditos
de consumo.
Debemos recordar que la
compensación que reciben los empleados por su empeño laboral no debe limitarse
a la remuneración que reciben quincenal o mensualmente, también deben incluirse
otros factores como los beneficios y prestaciones dependiendo de cada caso,
desde seguros médicos, vales de despensa, incentivos de corto plazo, bonos,
planes de retención a largo plazo e incluso el ambiente de trabajo y tener un
buen jefe, pueden considerarse parte de esta complicada ecuación.
Algunas empresas pueden verse
forzadas a modificar sus sistemas de prestaciones por cambios fiscales,
mientras que otras deben ajustar la compensación total para garantizar al
empleado una remuneración equilibrada basada en su desempeño laboral. Esto no
es exclusivo de las empresas, también de los propios colaboradores, quienes
juegan un papel importante en el éxito de los programas de compensación
integral.
Desde el punto de vista
empresario o empleador, es importante prestar atención a solo lo necesario,
vigilar con lupa las inversiones, erradicar los reprocesos y minimizar los
gastos, centrarse en la productividad rentable sin descuidar nunca la atención
al cliente. En esta clase de situaciones aunque no suene lógico, la mejor
inversión que puede realizarse es en su gente.
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