Los datos no lo son todo. Ahora las empresas deben narrar
historias increíbles
FORBES-9 de febrero de 2017
Las corporaciones más exitosas en la actualidad están
invirtiendo fuertemente en narrar historias increíbles para catapultar todos
los aspectos de sus negocios. ¿Cuáles son sus razones?
Esto es así porque detrás de cada cita programada en una
agenda virtual o detrás de cada poderoso empresario hay un ser humano con
emociones que necesita algo más que hojas de cálculo y diagramas para
interiorizar realmente lo que usted está diciendo. Desde tiempos remotos, las
personas se han dado a entender ante el mundo utilizando el poder de la
narración y, a pesar de los enormes avances tecnológicos en el plano de la
comunicación, es probable que esto no vaya a cambiar en el corto plazo.
Las corporaciones más exitosas en la actualidad están
invirtiendo fuertemente en narraciones increíbles para todos los aspectos de sus
negocios, desde la comunicación interna hasta la notoriedad de marca. Apple
representa uno de los mejores ejemplos sobre esto. En la teoría, se podría
argumentar que los productos de Apple no son tan impresionantes como lo indica
su alto precio en la etiqueta (lo siento mucho por ustedes, fanáticos de Apple)
pero son excelentes porque la marca comunica claramente que su tecnología es
superior a la de su competencia. Mientras tanto, Apple aparece siempre en las
primeras posiciones al generar entusiasmo y al gestionar la demanda del
consumidor, lo cual se manifiesta en las filas que se crean delante de sus
tiendas para conseguir sus productos (incluso desde tempranas horas de la
madrugada).
Entonces, ¿por qué el narrar una historia es tan importante
en la comunicación corporativa? Estas son las claves:
Los hechos tienen sus límites
Cuando hablamos de contar historias en el mundo de los
negocios, fácilmente se puede confundir con alterar los hechos para modificar
una situación y hacer que una empresa salga airosa, pero en realidad produce
todo lo contrario. En IE School of Human Sciences and Technology, se les enseña
a los estudiantes que el contar historias interesantes que respalden los hechos
genera una posibilidad mucho más grande de alcanzar un impacto.
Laura Illia, directora académica del Executive Master in
Corporate Communication en IE, insiste
en que existe un mayor impacto para atraer a la gente con el mensaje de su
empresa que al decir simplemente la verdad.
“Las culturas corporativas que tratan de contar historias
usando solamente una presentación de PowerPoint están atrapadas en los años 80.
Hoy en día, todo tiene que ver con el compromiso”, declara.
“Cuando tienes una historia que contar, ésta tiene que estar
respaldada por los hechos. No solo porque coloques algo en la pared significa
que la gente te prestará atención”.
Una nueva generación
Illia sostiene que el contar historias como parte de la
estrategia interna de comunicación corporativa de una empresa es actualmente el
recurso más importante. “En la actualidad, las corporaciones aparecen y
desaparecen con más frecuencia que antes”, señala. “Y las personas están mucho
más expuestas a los cambios en sus tareas diarias de lo que solían estar”.
“En muchos casos, las personas realizan sus actividades bajo
una intensa presión y, en algunos casos, los valores éticos están totalmente
desalineados. Esto es un problema particular con los millenials, quienes han
sido testigos de estos cambios de primera mano y no esperan estar en la misma
empresa durante toda su vida”.
Hoy en día, las empresas necesitan enfocarse en el liderazgo
y en el compromiso.
Las reglas del compromiso
El contar historias de forma eficaz como parte de la
estrategia de comunicación es vital para mantener a su equipo en la misma
página. La triste realidad del asunto es que la mayoría de los empleados no le
dirán a su jefe que sienten desinterés o indiferencia por su nueva estrategia
para impulsar la empresa. Illia explica que al involucrar activamente a los
miembros del equipo en las historias que usted está contando, los hace sentir
como una parte importante del negocio.
“Cuando involucras a tu equipo en el proceso de contar
historias, estás haciendo que tus empleados sean más leales y productivos. No
se trata de contar historias desde un enfoque vertical”, dice. “Llegamos a los
demás escuchando sus necesidades. Las empresas necesitan plataformas para
compartir y crear conocimiento sobre las personas que trabajan en ellas para
que surjan historias orgánicas”.
Llamar a la gente por su nombre es una forma simple de crear
esa dinámica. Abordar a las personas e ilustrar cuán integrales son para el
futuro éxito de la empresa, así como ofrecerles la oportunidad de explicar los
desafíos a los que se pueden enfrentar, hará que cualquier presentación suene
muy diferente a una conferencia (y le quitará un poco de peso de sus hombros).
Y en cuanto a su estrategia externa, la capacidad de
fomentar mejores relaciones con los consumidores a través de las redes sociales
ha mejorado radicalmente el tipo de historias que los expertos en marketing
pueden contar. Pero a menos que se comprometa de una manera efectiva, su
mercado objetivo probablemente conservará sus opiniones para sí mismo. Las
empresas que aprenden a construir comunidades alrededor de su producto y lo
conviertan en algo personal para éstas, son las que entienden verdaderamente
cómo contar el tipo de historias que atrapan a la gente.
Construya una estructura narrativa
¿Ha notado alguna vez cómo la mirada de las personas tiende
a perderse por la habitación durante aproximadamente dos tercios del tiempo
durante la mayoría de las presentaciones en PowerPoint? Esto suele ocurrir
cuando empiezan a preguntarse cuándo terminará la presentación o quizás cuando
empiezan a pensar en comida (y le deseo buena suerte al tratar de conseguir
atención al contar una historia cuando sus oyentes han comenzado a pensar en
comida).
Al estructurar su comunicación corporativa de una manera
clara utilizando, por ejemplo, la regla de tres (no es casualidad que la
mayoría de las historias modernas sean contadas en una estructura de tres
actos: introducción, nudo y desenlace), las personas son más propensas a
participar simplemente porque ya tienen la estructura de la historia impresa en
su ADN. Es como una hoja de ruta para darle a su público una imagen más
completa de algo que estará más propenso a comprar.
Una narrativa clara es primordial para conseguir una máxima
atención, ya sea que una empresa esté lanzando un nuevo producto, presentando
sus proyecciones de ventas a accionistas o tratando de conseguir personal para
ejecutar un rebranding. Explicar las cosas en términos de “hicimos esto y, por
lo tanto, sucedió esto, pero si hacemos esto otro, podría ocurrir algo mejor” o
“tienes este problema, por lo tanto, esta es la solución” involucra a las
personas en una forma que un gráfico simplemente no puede, independientemente
de cuál sea su trayectoria ascendente.
No ignore lo negativo
Las personas no suelen confiar en los ejecutivos que hablan
maravillas de sus empresas y que respaldan sus argumentos solamente con las
tendencias más positivas, ya que éstas saben que la vida no funciona así, sin
dejar de mencionar el hecho de que generalmente son historias bastante
aburridas. Si el protagonista de su película favorita no tuviera ningún
conflicto interno, tratara con rapidez y efectividad cualquier problema que
surgiera y, en general, llevara una vida cada vez mejor, probablemente dejaría
de ver la película incluso antes de acabarse sus palomitas o nachos.
Pero, aunque usted probablemente desee contar historias
edificantes e inspiradoras, ignorar los desafíos, errores y fracasos de su
empresa es ignorar la historia por completo. Son estos dramas los que nos hacen
volver a nuestros programas de televisión favoritos cada semana y estos mismos
principios funcionan para la comunicación corporativa.
“Si los hechos en su mayoría son malos, tal vez sientas que
quieres ignorarlos”, advierte Illia. “Pero es mejor recalcar lo negativo y
enmarcarlo de una manera positiva”. Si solo cuentas la parte buena de la
historia, no reconocerás las lecciones y perderás la oportunidad de enfocarte
en aquellas cosas que se pueden hacer mejor en el futuro, siendo esto la parte
positiva de la historia”.
Las imágenes son la clave
Centrarse en la historia no sugiere de ninguna manera
deshacerse de las frutas frescas y de las podridas y olvidarse del PowerPoint
como recurso. Las ayudas visuales solo deben ser exactamente eso: “ayudas”. El
uso de imágenes, gráficos e infografías (muy eficaces) para contar su historia
le da a su público un punto de referencia y hará que su mensaje llegue a buen
puerto, pero las personas responden mejor ante otras personas.
Así que asegúrese de que exista una historia detrás de cada
gráfico que le presente a sus empleados que explique lo que esto debe
significar para ellos, o por qué deberían prestarle atención. Si está tratando
de crear un sentimiento específico sobre un producto o idea, utilice imágenes y
videos que transmitan ese sentimiento (fíjese cómo nadie parece ser indiferente
a la Coca-Cola en sus comerciales).
Los cursos de la Escuela de Ciencias Humanas y Tecnología
del IE enseñan a los estudiantes que la narración visual es a menudo la manera
más atractiva para mantener su mensaje en la mente de las personas.
Un mensaje claro y emotivo
¿Alguna vez se ha quedado impresionado por una película en
la que actúan grandes estrellas, tiene efectos especiales alucinantes y una
escenografía llena de acción, pero al terminar de verla usted no tiene ni idea
de qué trataba la película? Usted necesita conocer exactamente lo que desea
comunicar para poder mantener su mensaje conciso y evitar confundir a su
público
Al revisar su presentación o campaña, pregúntese si
¿realmente es necesario divagar en especificaciones técnicas cuando podría
estar creando un deseo por el producto?
Si hemos aprendido algo de esta sociedad políticamente
diversa e impulsada por las redes sociales en la que nos encontramos
actualmente, es que jugar con las emociones de las personas es una herramienta
muy eficaz para ganar corazones y mentes. Si bien es una noción que genera un
poco de miedo, nuestro contexto actual sugiere que las personas realmente
prefieren la emoción sobre los hechos, incluso cuando se demuestra que esos
hechos son falsos.
Apple es un gran ejemplo de una empresa que sabe cómo contar
una historia convincente que evoca una emoción. Sus comerciales, en lugar de
enfocarse en los propios productos, se centran en la sensación que usted
consigue al utilizarlos (piense en esos comerciales coloridos del iPod a
mediados de la década del 2000). Incluso hemos visto dos adaptaciones para la
gran pantalla de la historia del fundador de Apple, Steve Jobs. Es una empresa
que no puede dejar de contar historias.
Aprenda a contar historias adecuadas
Las personas son mejores para contar historias de lo que
piensan, pero no siempre es fácil saber cuál es la historia correcta que tiene
que contar en cada situación. ¿Es mejor enmarcarla como una historia feliz?
¿Quién es el héroe? ¿Y el villano? ¿Cómo termina?
Illia, cuyo programa
ofrece clases sobre la importancia de contar historias cautivadoras en las
culturas corporativas del siglo XXI, dice que hay tantos factores a tener en
cuenta al preparar su narrativa que puede ser difícil saber por dónde empezar.
A veces no hay una respuesta correcta, pero elegir un ángulo que resuene con su
público es el comienzo adecuado. La historia de su empresa es algo que crecerá
y cambiará con el tiempo.
Laura Illia es la directora académica del Executive Master
in Corporate Communication en IE School of Human Sciences and Technology
(España), que combina comunicación, gerencia y estrategias digitales. El
programa entrena a altos gerentes, fortalece y actualiza sus conocimientos para
gestionar reputación y comunicación de la empresa para así aumentar el valor
corporativo en un mundo cada día más complejo y más digital.
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