Evaluación del liderazgo
FORBES- 14 de febrero de 2017
Para evaluar a un líder como
bueno o malo, en escalas de valor, se debe evaluar el poder de su palabra, de
la ejecución de su palabra, el poder de su intención y el poder de sus
resultados.
Un líder consigue resultados en
su vida y en la de los demás. Un líder pone ejemplo con ejecución. Un líder
traza la pauta y crea sus reglas. Pero no todos son buenos.
No todos actúan conforme a los
valores universales, no todos tienen una conciencia humanitaria, no todos han
sido buenos, los ha habido maravillosos y nefastos.
Basta ver la historia, hay personas
que por poder, prefieren ser odiados o temidos, por la simple necesidad de
llenar sus inseguridades personales y vacíos, a partir de la destrucción. Un
líder puede construir su seguridad personal a partir de algo constructivo o
destructivo, y por esos mismos vacíos, puede decidir ser amado u odiado.
Todos pueden tener un gran
liderazgo pero eso no significa que sus resultados hayan sido buenos; ya que se
convirtieron en referencia de lo que no queremos en el mundo, cuestión que pasó
con Hitler por poner un ejemplo.
Un líder tiene seguidores y
adeptos, y como comente el poder de su palabra se convierte en hechos. Y esa es
una de las mayores características de un líder. Logra establecer un discurso
que le genera sentido a sus seguidores, un discurso una fundamentación de sus
actos.
Para evaluar a un líder como
bueno o malo, en escalas de valor, a partir de mi modelo, se debe evaluar:
El poder de su palabra.
El poder de la ejecución de su
palabra.
El poder de su intención.
El poder del mecanismo para hacer
efectiva la intención.
Y el poder de sus resultados.
El poder de la palabra de
cualquier líder debe ser tan sólido como el poder de su pensamiento y cómo el
poder de sus resultados, si esta línea es sólida los habrá conseguido si alguna
de estas partes fue mala, su resultado también lo será.
Todos los pasos intermedios deben
ser evaluados para notar si su liderazgo es o no es sólido. En esta misma
mecánica se puede evaluar si fue bueno o no desde una escala de valor.
Todos los líderes de la historia
de la humanidad se convierten en ejemplo o referencia para nosotros. Ejemplo de
lo que deberíamos copiar como seres humanos o de lo que no debemos repetir.
No obstante un país tiene el
líder que merece, que merece su cultura, que merece su conformismo, que merece
su silencio, o su apatía, pero al final del día tiene al que merece.
La distinción para mi es clara y
se da a partir de los valores fundamentales.
Una persona que es “Ejemplo”.
Aporta algo positivo a nivel social, se es “ejemplo” cuando brinda una forma de
ser o hacer las cosas, dignos de seguir.
Definamos, como “Referencia”, a
los líderes que han desgraciado la historia de la humanidad. Cuando su forma de
ser y hacer, nos hacen recordar qué formas “no debemos hacer o repetir”.
Dudo mucho que un líder déspota,
con poco respeto por sus propias instituciones y que se comunique a tuitazos,
puede verdaderamente ser un ejemplo a seguir. Más allá del poder de ejecución
como fortaleza en los negocios.
La demostración del poder por el
poder es el peor signo de soberbia que puede existir en el individuo.
Un ejemplo positivo de humildad,
en la historia, Gandhi. Una referencia de un líder poderoso, pero nefasto:
Hitler.
Evaluemos a Gandhi:
Poder de su palabra: Bueno.
Poder de la ejecución de su
palabra: Bueno.
Poder de su Intención: Buena.
Poder de su Mecanismo: Bueno.
Poder de su resultado: Bueno.
Evaluemos a Hitler:
Poder de su palabra: Bueno.
Poder de la ejecución de su
palabra: Bueno.
Poder de su intención: Bueno.
Poder de su mecanismo: Muy malo.
Poder de su resultado: Muy malo.
La intención puede ser genial
pero si el mecanismo está mal empleado y transgrede los derechos, valores
humanos, siempre será nefasto, desde el punto de vista de valor. Se puede
también valorar desde la perspectiva de negocios, de ejecución y con cualquier
otra escala.
Evalúa a tus líderes. Evalúa a
los líderes del poder. Evalúa tu propio liderazgo y piensa en qué parte del mismo
estás fallando o están fallando ellos.
¿Cómo está tu liderazgo, como
está el liderazgo en tu país y cómo están los líderes del mundo?
Alejandro Meza-Coach fundador de
Impulso Humano México. Desarrollador de metodologías poco convencionales en
Coaching y Capacitación para organizaciones y empresarios.
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