Waze, los datos y ruta hacia la
ciudad inteligente
FORBES- 16 de febrero de 2019
Anasofía Sánchez, Country Manager
de Waze en México, explica cómo funciona la aplicación, qué datos recopila y
cómo colabora a la movilidad para crear ciudades inteligentes.
El tiempo es relativo, no tienen
la misma extensión cinco minutos más en casa, que en el tráfico de la ciudad.
Por ello, Waze tiene un objetivo muy concreto: ayudar a que los conductores
ahorren ese lapso diariamente en todos sus trayectos. Quizá suene poco, pero si
sumamos todos esos minutos que podemos ahorrarnos en el desaforado tránsito
citadino, nuestra calidad de vida puede mejorar.
Para lograrlo, Waze utiliza un
algoritmo de enrutamiento que combina el comportamiento humano con machine
learning para encontrar la ruta más efectiva de punto a punto. Ello implica
que, con la ayuda de todos, la información que comparten los usuarios, como
calles cerradas, tránsito lento, desviaciones y más, aunado a la velocidad de
desplazamiento del vehículo, se traza un viaje que sea lo más corto y eficiente
posible, ya que en promedio los usuarios de la aplicación en México la utilizan
diariamente 1 hora con 38 minutos, explica Anasofía Sánchez, Country Manager de
Waze en México.
No obstante, una de las
preocupaciones constantes de los usuarios de aplicaciones digitales son los
datos personales, qué se recopila, cómo y de qué manera se utilizarán. “Si no
deseas compartir tus datos, puedes tener esa opción y utilizar la plataforma,
aun cuando no estés registrado. No obstante, los datos recopilados son mínimos,
edad, género y nombre”, explica Sánchez.
Con la ayuda de los datos sobre
el uso de la aplicación, podemos llevar la experiencia de manejo a un mejor
nivel con la ayuda de nuestro programa llamado Ciudadanos Conectados con el que
trabajamos con algunos gobiernos donde tenemos un intercambio de datos
bidireccional ya sea para que los ayuden a tomar mejores decisiones respecto de
la movilidad en la ciudad y podamos ofrecer mejores servicios a nuestros
conductores. Un caso de éxito se dio en Brasil cuando el gobierno se dio cuenta
que, si movía el horario de los camiones de basura una hora más tarde, evitaba
aglomeraciones en algunas avenidas congestionadas, comenta Sánchez.
De acuerdo con, Rudolf Giffinger,
investigador sobre desarrollo urbano,
uno de los seis criterios considerados para clasificar a una ciudad como
inteligente es la movilidad, que no sólo implica que los servicios que
gestionan el tránsito vehicular estén coordinados evitando congestionamientos,
sino que a través de la integración tecnológica, un ciudadano pueda conocer
todas las opciones, costos y tiempo de transporte público en una sola
aplicación, lo que se conoce como Mobility on Demand o Mobility as a Service
(MaaS).
“El análisis de los datos es
clave en el tema de movilidad. Por ejemplo, conocer el número de personas que
circulan por una ruta en un horario específico, podría ayudar a crear
soluciones y rutas alternativas, colaborando siempre con los gobiernos y con
los conductores. Más del 50% del espacio público en las ciudades está destinado
al tránsito motorizado, esto implica que hay mayor espacio para los autos que
para las personas, lo que representa un reto en sí mismo no sólo para crear más
y mejores rutas, sino para mejorar la calidad de vida de las personas”,
enfatiza Anasofía Sánchez.
El reto de la movilidad en las
ciudades, cada vez más grandes y complejas, implica varios factores, ya que, si
bien se busca agilizar el movimiento vehicular, también implica ampliar las
posibilidades de transporte para los habitantes, lo que sin duda puede lograrse
a través de la conectividad y la comunicación digital.
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