Empecemos a ver la biodiversidad
como negocio
FORBES- 20 de febrero de 2019
Cuando el hombre altera un
ecosistema para mejorar uno de los servicios que éste proporciona, su acción
suele acarrear también cambios para otros servicios de los ecosistemas.
Siempre he dicho que los negocios
empiezan cuando detectamos una necesidad. Estoy segura de que los negocios más
rentables son aquellos que atienden necesidades grandes por las que la gente
está dispuesta a pagar. Por eso muchas personas están dispuestas a poner sus
billetes y monedas en manos de alguien que les lave el coche, que les limpie la
casa, que los cure, que los aconseje. Las necesidades se sofistican y se
vuelven diversas según la circunstancia del individuo. Hay una que nos es común
a toda la Humanidad: cuidar la Tierra. Lo hermoso es que es rentable. Podemos
trazar un círculo virtuoso en el que hacemos algo que es correcto y que es
financieramente muy atractivo.
En este tema, tengo buenas
noticias, tenemos una ventana de oportunidad enorme y podemos aprovecharla.
México es un país con una diversidad asombrosa, entre el 10 y el 12% de las
especies del mundo se pueden encontrar en esta nación. El país depende en gran
medida del sector primario —agricultura y ganadería extensiva—, que es
alrededor del 3% del PIB. Sin embargo, la actividad de este sector ha provocado
cambios en el uso de la tierra en al menos un 25% del territorio. En un estudio
2016, el Inegi calculó el costo de la degradación y el agotamiento del medio
ambiente, y concluyó que era 5 veces mayor que el gasto total en protección del
medio ambiente. Por lo tanto, resulta pertinente cuestionarnos qué podemos
hacer para cuidar nuestro medio ambiente. No obstante, la reflexión no es
suficiente, es necesario dar un paso más allá.
La biodiversidad deja de ser un
tema meramente ambiental y se transforma en una preocupación que nos obliga a
ocuparnos porque puede ser una fuente de riqueza. Hay formas para hacerlo y
alternativas para conseguirlo. La Organización de las Naciones Unidas lanzó la
iniciativa BIOFIN para atender los retos de financiamiento para conservar y
utilizar responsablemente los recursos que nos ofrecen los ecosistemas marinos
y terrestres. La biodiversidad incluye organismos vivos y ecosistemas que
sustentan el bienestar humano y las economías proporcionando lo esencial para
una vida humana sana y productiva, como el aire limpio, la seguridad
alimentaria y el agua dulce. Las inversiones en biodiversidad son inversiones
en desarrollo sostenible, contribuyendo directamente a la reducción de la
pobreza, la sostenibilidad económica y la gama completa de objetivos de
desarrollo sostenible. Al mantener la biodiversidad y los ecosistemas, estamos
conservando la capacidad del planeta para sostener nuestra prosperidad. Ver la
biodiversidad como un buen negocio es una forma correcta de empezar a salvar a
nuestro planeta. Los planes asistenciales no tienen el mismo impacto. El hecho
alarmante es que la biodiversidad está en grave declive.
La biodiversidad proporciona
muchos beneficios fundamentales para el hombre, más allá del suministro de
materias primas. La pérdida de biodiversidad tiene efectos negativos sobre
varios aspectos del bienestar humano, como la seguridad alimentaria, la
vulnerabilidad ante desastres naturales, la seguridad energética y el acceso al
agua limpia y a las materias primas. También afecta a la salud del hombre, las
relaciones sociales y la libertad de elección. La sociedad suele tener varios
objetivos en conflicto, muchos de ellos dependientes de la biodiversidad. Cuando
el hombre altera un ecosistema para mejorar uno de los servicios que éste
proporciona, su acción suele acarrear también cambios para otros servicios de
los ecosistemas.
Por ejemplo, las medidas para
aumentar la producción de alimentos pueden traducirse en menos agua disponible
para otros usos. Como consecuencia de dichas contrapartidas negativas, muchos
servicios han quedado degradados; por ejemplo, la pesca, el suministro de agua
y la protección frente a los desastres naturales. A largo plazo, el valor de
los servicios perdidos puede superar con mucho los beneficios que se obtienen a
corto plazo al transformar los ecosistemas.
A diferencia de los productos que
se compran y se venden en los mercados, muchos de los servicios de los
ecosistemas no se comercializan en éstos ni tienen un precio fácil de conocer.
Esto significa que los mercados financieros desconocen la importancia de la
biodiversidad y los procesos naturales en tanto que fuentes de beneficios para
el hombre. En la actualidad, se emplean nuevos métodos para valorar
económicamente beneficios como las actividades recreativas y el agua potable.
La degradación de los servicios de los ecosistemas podría frenarse
considerablemente o incluso invertirse si se tuviera en cuenta el valor
económico total de dichos servicios a la hora de tomar decisiones.
El Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzó en 2012 la Iniciativa Finanzas de la
Biodiversidad —BIOFIN por sus siglas en inglés—, en respuesta a la urgente
necesidad de movilizar recursos de todas las fuentes de financiamiento para
apoyar el cumplimiento de los compromisos en materia de biodiversidad. El
Objetivo de BIOFIN es desarrollar soluciones de financiamiento que contribuyan
a incrementar recursos para la gestión de la biodiversidad con base en
información robusta del estado actual de las finanzas en este rubro.
Una de las soluciones de
financiamiento más relevantes de BIOFIN México es la inversión de impacto y
negocios sustentables. La inversión de impacto es un fenómeno global aún más
proactivo que las inversiones responsables o sustentables, pues se comprometen
no sólo a filtrar las inversiones con conflictos sociales o ambientales, si no
que miden el efecto y consecuencias de sus inversiones para optimizar el mejor
impacto posible en cada inversión. Este fenómeno cuenta con inversionistas
diversos en todos los continentes, los cuales incluyen instituciones de
desarrollo, fundaciones, asesores de patrimonios privados, fondos de inversión,
bancos y gestores de fondos de pensiones.
Si el tema resulta de interés, se
puede bajar el podcast: T1 E4. También pueden visitar la exposición del tema en
el MIDE.
El resultado general del proyecto
será la implementación de soluciones financieras que permitirán diversificar,
realinear e incrementar las fuentes nacionales, internacionales, públicas y
privadas para acciones de conservación, uso sustentable y gestión de la
biodiversidad. ¿Se animan a emprender en biodiversidad? Se trata de atender el
problema generando acciones que nos traigan resultados que vayan más allá del
tema filantrópico: es un tema económico. Proteger al planeta es un buen
negocio.
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