Permite que tu cuerpo acompañe tu discurso
FORBES- 26 de febrero de 2018
Hablar en público es un reto. Es
común que mientras ensayamos una ponencia, agreguemos “coreografía”.
Lamentablemente, sino la sentimos, nos jugará en contra.
Cuando hablamos frente a una
audiencia es muy común que en las primeras ocasiones lo hagamos sin mayor
entrenamiento y tomemos algunos tips de alguien más experimentado. Cada
ponencia es una oportunidad para practicar y mejorar la habilidad de hablar
frente a una audiencia, e impacta nuestra imagen ejecutiva al mostrarnos como
alguien congruente y creíble a medida que mejoramos.
Con el tiempo construyes la
confianza sobre buenas experiencias al hablar en público, y aprendes pequeños
trucos y rituales que te lo facilitan A mí por ejemplo me gusta llegar con
tiempo, ver el lugar, ubicar las luces y los espacios. Unos 15 minutos antes de
hablar, necesito literal espacio estirar mis brazos hacia arriba, respirar, y
empezar a concentrarme. Necesito caminar para transformar la adrenalina en
energía creativa, y no bloquearme como una vez les conté me pasó.
Ya sobre el escenario, alguien
más experimentado, o el área de comunicación puede ser que te recomiende
incluir con la mirada al público y desplazarte mientras hablas. Ya que tenemos
dominado las recomendaciones de los cuates, y hablar sin mirar los apoyos
visuales, te quiero compartir un tip que hará una diferencia enorme.
“Deja que tu cuerpo acompañe tu
discurso”
Es muy evidente cuando el cuerpo
acompaña el discurso, y cuando se coreografía un discurso. Los políticos con
frecuencia son un buen ejemplo de cómo evitar hablar en público. Imagino que
sus equipos resaltan palabras que deben acompañarse con gestos y movimientos.
Sin embargo, si notas que el cuerpo enfatiza algo, fracciones de segundo antes
que el discurso lo haga, … sí, exacto, lo acabas de pillar con una coreografía,
y es probable que a nivel inconsciente digas “el audio no me cuadra con el
video”.
Coreografiar un discurso, es un
error muy común también en ejecutivos de muy alto nivel. Normalmente hacen
evidente que lo que hablan no necesariamente lo sienten, y tan no lo sienten,
que el cuerpo es incapaz de acompañar el discurso, e integrarse al lenguaje
verbal. Comunicación verbal y no verbal se fusionan, cuando se cree lo que se
dice.
El uso del lenguaje no verbal
durante un discurso es en ocasiones la diferencia entre ser creíble y perder la
credibilidad.
Te invito a hacer un ejercicio
muy simple: da un paso hacia atrás al referirte al pasado, y un paso al frente
al referirte al futuro cada vez que hables con amigos, o en la oficina. Te
darás cuenta de que tu cuerpo ya hace algo de forma natural con estos dos
conceptos, y te sentirás extraño con los pasos. Al hacerte consciente de tus
movimientos puedes aprovecharlos mejor a tu favor. Al hacerte consciente
también de lo que dices, te darás cuenta si resuena dentro de ti o no. ¿Tu
cuerpo acompaña o no tu discurso?
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