Tecnologías inteligentes, clave del
crecimiento
FORBES- 16 de febrero de 2018
Durante los últimos meses hemos
sido testigos de cómo el concepto de Inteligencia Artificial se está
posicionando como una de las tendencias tecnológicas de mayor importancia la
industria.
La Inteligencia Artificial (IA)
es una colección de múltiples tecnologías que permiten a las máquinas
comprender, aprender y actuar en escenarios que impactan directamente la
eficiencia y el crecimiento rentable de las compañías. En este sentido, la
disrupción de la IA ha llegado para transformar los negocios de formas que no
habíamos visto desde la incursión masiva de las computadoras en los ambientes
de trabajo y los modelos de negocio de finales del siglo XX. El efecto
combinado de esta herramienta, con otras tecnologías como cloud computing y
analytics, está impulsando acciones para transformar y preparar al talento con
un fuerte énfasis en sincronizar el valor de su conocimiento con el de las
tecnologías inteligentes.
A medida que la IA va madurando,
se posiciona como un factor de crecimiento económico. De acuerdo con el estudio
“Artificial Intelligence is the future of growth”, publicado por Accenture, la
IA tiene el potencial de duplicar las tasas de crecimiento económico anual para
2035, y al cambiar la naturaleza del trabajo, prevé que el impacto de las
tecnologías inteligentes en las empresas aumente la productividad laboral hasta
en un 40%.
La IA como el nuevo factor que
acelera la producción, puede impulsar el crecimiento en por lo menos tres
formas importantes: Automatización Inteligente, a diferencia de las soluciones
de automatización tradicionales, la innovación impulsada por la IA automatiza
tareas físicas complejas que requieren adaptabilidad y agilidad, el
autoaprendizaje es el factor diferenciado. Colaboración humano-máquina, que
impacta en la habilidad de implementar tecnología inteligente y al mismo tiempo
aprovechar el talento, la calidad, el conocimiento y la experiencia de las
personas en todos los ámbitos de su negocio para asegurar el crecimiento y
finalmente el factor innovación.
Ya existen en el mercado casos
que demuestran como las empresas pioneras en esta tecnología están aprovechando
la combinación humano-máquina, que no solamente mejora la eficiencia de una
organización, sino que también impulsa el crecimiento a través de experiencias
de servicio para nuevos clientes. Por ejemplo, una marca de zapatos deportivos
alcanzó un nuevo nivel en el área de personalización y velocidad en el mercado,
al alinear sastres de alta habilidad e ingenieros de procesos con robots
inteligentes para diseñar y fabricar en mercados locales.
Una industria que ya está viendo
resultados contundentes es la de servicios financieros, que utiliza la AI en
áreas clave del negocio como la identificación de fraudes, lavado de dinero, y
la implementación de robo-advisors para ofrecer consejos financieros
personalizados que atienden las necesidades únicas de los inversionistas.
Ahora los bancos pueden
aprovechar la Inteligencia Artificial para desarrollar plataformas que les
ayuden a contestar más de 10,000 preguntas diferentes en muy poco tiempo, lo
que se traduce en una mayor agilidad para resolver los problemas de sus
clientes y al mismo tiempo obtener información que les ayude a mejorar sus
servicios. ¿Cuál es el factor común? El desarrollo de un conocimiento profundo
de usuarios y sus necesidades, llevando a un crecimiento de ventas y una mejora
en general de retención de clientes.
Gracias a este tipo de ejemplos
que demuestran como la implementación de AI ofrece oportunidades importantes en
temas de agilidad, crecimiento y mayor productividad, veremos que en 2018 y los
próximos años, los diálogos de negocios enfocados en AI ganarán más atención
por parte de los consejos de administración que busquen convertirse o
mantenerse como líderes de industria.
*Director de Operaciones
Accenture México.
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