La banca exige aprovechar toda su
inteligencia
FORBES- 9 de octubre de 2017
La banca debe construir
experiencias híbridas entre herramientas digitales y la atención personal para
satisfacer a clientes cada vez más sofisticados que buscan servicios a su
medida.
La Inteligencia Artificial (IA)
está revolucionando la gestión de los negocios en todas las industrias y el
sector financiero no es la excepción. No solo ayudará a promover la interacción
entre humanos y sistemas automatizados, también construirá la base de una nueva
cultura corporativa. Las instituciones financieras que quieran mantener su competitividad
en el mercado deberán impulsar una estrategia que vincule la IA y las personas,
para definir cuáles serán los cambios necesarios en cuanto a estructura,
cultura, equipos, planificación de staff y gobernanza, entre otros temas.
De acuerdo con cifras de
Accenture, la automatización podrá reducir los costos laborales entre 40% y 80%
ayudando al proceso de toma de decisiones y las actividades de la fuerza
laboral, aumentando la capacidad de análisis y detección por parte del
trabajador humano.
Aunque los datos y su
procesamiento son muy importantes en la mezcla de la implementación de
Inteligencia Artificial en la industria financiera, es igualmente importante la
gente que trabajará con esta tecnología. Muchas personas tienen años de
experiencia que no pueden fácilmente vaciarse en la base de datos de un colega
autómata. La importancia de las personas es particularmente significativa en la
banca, donde las interacciones entre el cliente y el banco siguen siendo de
vital importancia para la mayoría y deben ser prioritarias. El 53% de la gente
visita su sucursal al menos una vez al mes. Los clientes quieren y aprecian la
tranquilidad de poder hablar con alguien en persona.
Lo anterior no quiere decir que
los clientes no estarían satisfechos con una mezcla de interacción física y
digital con su banco. Sin embargo, para que esto funcione, la fuerza laboral
tiene que estar lista y capacitada para usar esta tecnología. Mientras el 30%
de los ejecutivos bancarios no tenga la certeza de que su planta laboral actual
tiene la habilidad y experiencia necesaria para usar la tecnología de IA a la
perfección, habrá motivos para pensar que el despliegue de esta tecnología
podría ser un problema para los bancos.
Para que la tecnología funcione,
antes de decidir cómo y dónde implementar soluciones de IA se debe llevar a
cabo una prueba conceptual exhaustiva centrada en identificar las habilidades
actualmente disponibles en la propia fuerza laboral. Para esto hay varios pasos
simples de mejores prácticas que pueden ser de ayuda. Sólo por mencionar
algunos:
Involucrar a los empleados en la
toma de decisiones y proceso de investigación que determine cómo y dónde podría
ayudarles la IA en su trabajo, facilitándose así la transición potencial entre
empleos o roles
Proporcionar entrenamiento para
entender qué implica la tecnología y mostrar sus limitaciones además de sus
ventajas
Mostrar cómo la IA podría
eliminar algunas de las partes más repetitivas y frustrantes de una función;
esto le permitiría al empleado explorar las partes más interesantes de su
puesto y enfocarse en desarrollar un trabajo más creativo y estimulante
Introducir funciones que permitan
usar la IA para incrementar el valor del negocio y que requieran de imaginación
humana. Los clientes llevan mucho tiempo lamentando la falta de diferenciación
entre productos. La posibilidad de utilizar IA para simular el funcionamiento
de un nuevo producto bancario en un ambiente de bajo riesgo y errores sin
consecuencias tiene ventajas evidentes
Si la tecnología sólo se usa para
cortar costos de la fuerza laboral, los empleadores no están entendiendo el
objetivo y podrían ser blanco de desaprobación pública y regulatoria, además de
no gozar de todos los beneficios de negocio que se pueden obtener.
Los empleados tienen algo que la
IA no puede aprender: empatía y entendimiento de la naturaleza humana. Ambas
son partes vitales de un servicio que implica trato directo con clientes y que
la IA no puede proporcionar en su formato actual, lo cual significa que se
necesita una fuerza laboral colaborativa y mejor capacitada para aprovechar
esta tecnología al máximo.
Finalmente, quienes logren
implementar una cultura corporativa que se base en el trabajo conjunto entre
humanos y máquinas serán los que mayor provecho le saquen a la automatización.
El futuro es prometedor; el futuro sigue siendo humano.
*Juan Sadurní es Socio Director
de Accenture Digital de México
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