Circunstancias del emprendimiento
que se deben conocer
FORBES- 11 de octubre de 2017
En términos del emprendimiento,
debemos de combinar audacia y cuidado y caminar con el cuidado de un
equilibrista.
Las circunstancias de la
actualidad hacen que cada día el emprendimiento se constituya como una
alternativa tanto para chicos recién egresados de una carrera universitaria o
de personas que ya tienen experiencia y no quieren entrar al laberíntico mundo
de la recontratación. Buscar trabajo se convierte en una pesadilla que no
muchos quieren vivir. Trabajar para alguien más no repercute en la explotación
del talento personal y emprender se prefigura como una opción sólida. Además,
escuchamos discursos oficiales que hablan de programas de apoyo al emprendedor,
de planes que abarcan todos los niveles de gobierno que buscan fomentar el
interés para que jóvenes, mujeres, comunidades especiales para que concreten
sus ideas y se lancen al mundo empresarial.
Emprender, sin duda, es una
alternativa. No obstante, sería irresponsable decir que es un camino que le
funciona a todo el mundo. En el frenesí que hay para que las cosas funcionen,
hay quienes se enfrentan con verdades amargas. Hay advertencias que no llegaron
con oportunidad. El emprendimiento es una opción para quienes cuentan con
ciertas características de espíritu que les hace disfrutar los pasos. Hay que
prepararse, improvisar no es una buena idea.
Por las dificultades que presenta
la competencia laboral y por bondades que genera el emprendimiento, se ha
llegado a la exaltación y se ha dejado de lado hacer consciencia de que la
alternativa, no solamente tiene aspectos positivos, también tiene lados
oscuros, rincones negativos, riesgos que deben ser medidos y amenazas que es
necesario contemplar. Una verdad lapidaria es que de cien negocios que abrieron
sus puertas en enero, más de ochenta no lograran seguir hasta diciembre.
Además, es preciso tener en cuenta un prerrequisito fundamental: emprender es una
vocación. Es decir, es un llamado que hay que saber atender y más que otra
cosa, entender.
Antes de lanzarse a emprender,
aquí están algunas circunstancias que se deben tomar en cuenta:
El emprendimiento es una opción
de tiempo completo.
Al emprender la responsabilidad
se conjuga en primera persona.
Un emprendedor debe entender el
concepto de sacrificio.
Una característica indispensable
para emprender es la proactividad.
El componente tecnológico es muy
importante para aquel que quiera emprender.
El emprendimiento, según Steve
Jobs, requiere de ideas que hagan mejor al mundo. Por lo tanto, la visión es
muy importante. Incursionar en nuevos terrenos no se trata nada más de tener
una buena idea, sino de las formas para implementarlas. Jobs decía que, si una
nueva idea no era capaz de transformar al mundo, entonces no era una buena
idea. Osterwalder lo aterriza con el concepto de “Propuesta de Valor”, es
decir, cómo es que mi proyecto le va a aportar algo que sea de interés a
alguien más. Porter lo llamó “Ventaja Competitiva”.
En este sentido, una de las
verdades más contundentes que debemos clarificar antes de emprender es cuál es
la propuesta de valor con la que vamos a llegar al mercado, en otras palabras,
tenemos que ser capaces de explicar qué es lo que queremos hacer, cómo lo vamos
a hacer, para qué sirve, cómo mejora eso la vida del cliente potencial, cuánto
nos va a costar hacerlo y a qué precio se lo queremos vender.
Si no lo sabemos, si no tenemos
una respuesta contundente, si pensar en ello más que ilusión causa desasosiego,
la verdad es que el camino del emprendimiento no es una alternativa. No se
trata de desanimar, pero incursionar en un proyecto es arduo y el riesgo y la
incertidumbre son compañeros fieles que van dando pasos al lado del
emprendedor. La forma de alejarlos es clarificando la propuesta de valor, otra
verdad es que jamás los podremos aniquilar por completo.
El emprendedor tiene que tener
claro quién es su cliente para poder ir tras él. No es suficiente tener una
buena idea, también es necesario saber cómo vamos a hacer para convencer a
alguien más de que la idea es tan maravillosa como para comprarlo no una, sino
varias veces. Evidentemente, el proceso de seducción de no es sencillo y tiene
inoculado un grado de riesgo que debe ser tomado en cuenta.
Estas son circunstancias que
deben tomarse en cuenta cuando pensamos en tomar el camino del emprendimiento y
que no siempre son evidentes. En esta condición, debemos entrar con cautela y
con conciencia.
Entonces, si esto es así ¿por qué
tanto ha causado tanto entusiasmo el emprendimiento, por qué tiene tantos
apoyos oficiales y por qué tantos se sienten seducidos por esta opción? Porque
dar vida a nuevos proyectos hace girar la rueda de la economía y es una manera
de generar prosperidad.
El emprendimiento es una
alternativa que debe de justipreciarse en su verdadero valor. La fantasía no
debe obnubilar la razón, la ilusión no debe hacernos perder el piso, y aunque
no hay certeza en el porvenir, en lo que sí debe haberla es en la definición
del presente, de lo que se propone hoy y ahora. Si eso está listo, el camino
para emprender luce como una elección real.
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