¿Podrá sobrevivir la televisión?
FORBES- 29 de septiembre de 2018
Con la llegada de las plataformas
digitales y de la disrupción tecnológica en los medios, expertos predicen que
los días de la televisión están contados.
Muchos piensan que la televisión
es un dinosaurio a punto de quedar extinto. Con la llegada de las plataformas
digitales y de la disrupción tecnológica en los medios, expertos predicen que
los días de la televisión están contados, gracias a esta avalancha de cambios.
Sin embargo, pienso firmemente
que la televisión llegó para quedarse y que está lejos de ser expulsada de la
industria.
Existen dos fuentes de ingresos
importantes en la televisión: la publicidad y la distribución.
La gran diferencia entre estas
dos áreas del negocio radica en que la publicidad tiene un alcance ilimitado
con relación al número de consumidores a los que impacta, mientras que la
distribución del contenido impacta a un público segmentado.
Ahora, con el boom de la
tecnología y a que todos caminemos a diario con un televisor en el bolsillo,
muchos piensan que esta tendencia pondrá fin al negocio de la televisión.
Pienso lo contrario: en realidad es una oportunidad para distribuir el
contenido asertivamente.
Es un hecho que, gracias a la
llegada de nuevos jugadores en el terreno mediático, como Netflix, Hulu y
Amazon, la industria ha tenido que reevaluar el modelo de negocio, con el
propósito de identificar nuevas estrategias para monetizar el contenido.
Estas plataformas OTT, así como
otras compañías digitales emergentes y los cable operadores, adquieren los
derechos o licencian nuestros contenidos para distribuirlos en sus plataformas
y, así, brindarle un valor agregado a sus clientes.
Hoy, existen múltiples
oportunidades para distribuir el contenido y, si bien la suscripción por cable
está en declive, tenemos la ventaja de abordar otro tipo de plataformas para
fortalecer unidades de negocio adicionales.
Estamos viviendo la era del
consumidor en los medios. Son ellos quienes están dictando a la industria
acerca de qué tipo de contenido quieren, cómo lo quieren recibir y en qué
plataformas. A pesar de estos cambios disruptivos, en la industria hemos sido
receptivos y hemos enfocado esfuerzos en dar respuesta a la tecnología y a las
nuevas necesidades del mercado, las cuales nos han brindado múltiples
oportunidades para explorar, probar y monetizar el contenido.
Todos aquellos quienes trabajamos
en los medios de comunicación estamos probando y haciendo apuestas. Algunas
funcionan, otras no. El mayor error que podemos cometer en la industria es no
cometer errores.
La monetización es una gran
prioridad en este momento, así como distribuir el contenido en el mayor número
de ventanas de distribución posible. La clave está en identificar un match
entre las necesidades del distribuidor y la ventaja competitiva del medio para
brindar una oferta robusta que cumpla con los objetivos del negocio. Siempre y
cuando suministremos una oferta con un valor agregado claro para el
distribuidor y el usuario final, el proceso de negociación será más sencillo y
los resultados se verán reflejados en la audiencia que consume el contenido.
En este momento, una de las
tendencias más representativas por las que atraviesa la industria es la
consolidación. Cada vez más, las compañías están adquiriendo otros
conglomerados, se están fusionando y anunciando alianzas. Esto se debe a que
estamos viviendo una coyuntura en donde existe una fuerte convergencia entre la
tecnología y los medios. La tecnología se está tomando a los medios y esto está
impactando al negocio porque, al final del día, los consumidores tienen más
opciones.
A pesar de los cambios que
estamos atravesando, estos representan una oportunidad para experimentar y para
aprovecharse de las nuevas tecnologías y, así, expandir y monetizar mucho más
el contenido. El mercado y el consumidor están creciendo a pasos agigantados en
una sociedad cada vez más digitalizada y absorbida por nuevos jugadores que
están posicionándose en la industria.
Casi el 50 por ciento de los
millennials son multiculturales. Sus expectativas relacionadas con el consumo
de contenidos deben ser el reflejo del mundo en el que ellos viven. Por ello es
crucial lograr articular dichos intereses con el talento que seleccionamos
delante y detrás de cámaras, con el propósito de compartir la misma
sensibilidad de la audiencia.
La televisión sigue siendo una
plataforma única y poderosa, en donde las personas quieren estar y en donde su
modelo de negocio está cambiando, para bien.
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