La sorpresa que no esperaba Trump
en la ONU
FORBES- 26 de septiembre de 2018
Trump compartió con los 120
representantes del mundo que se dieron cita en esta sesión plenaria, los logros
y desafíos de su administración, la respuesta no fue nada de lo que él quizá
esperaba.
El concierto de naciones se
armoniza con la risa generalizada que logra colarse en el sonido de la
transmisión en vivo de la esperada sesión plenaria del 73 periodo de la
Asamblea General, con un gesto de genuina sorpresa Donald Trump, quinto orador
en la lista, sale del paso diciendo “no esperaba una reacción así.”
La sorpresa para quienes
alrededor del mundo seguimos su intervención, fue justamente que el presidente
de los Estados Unidos no esperara la risa de una audiencia que le escuchaba
afirmar que sus dos años de gobierno han superado en logros a casi a todos los
gobiernos en la historia de los Estados Unidos.
¿Dónde deja el señor Trump a
Lincoln, Grant, Wilson, Truman, Reagan? Quizás en el mismo sitio en el que
dejó, también en su discurso, el proceso de integración, la globalización o lo
que él llamó “la mundialización”.
La especulación natural por la
participación del presidente estadounidense en esta sesión se vio rebasada por
la especulación que generó la posibilidad de contar nuevamente con un líder
mundial que no solo arremetiera contra ciertas naciones, sino contra la
Organización de Naciones Unidas como lo hizo el año pasado.
A diferencia de Lenin Moreno,
presidente de Ecuador, quien le antecedió en el uso de la voz y quien habló de
la importancia de fortalecer los procesos educativos para desarrollar niños y
jóvenes más felices y plenos; Trump compartió con los 120 representantes del
mundo que se dieron cita en esta sesión plenaria, los logros y desafíos de su
administración.
Se mostró orgulloso de haber
instalado la Embajada estadounidense en Jerusalén y afirmó estar feliz de
haber, con esto, contribuido a que la ciudad sea ahora capital del Estado de
Israel. Dijo también tener la mayor generación de empleos en la historia
reciente de los Estados Unidos y tajantemente afirmó que su gobierno respeta
las políticas migratorias de cada país del mundo, por lo que en un sentido de
estricta reciprocidad, espera el respeto absoluto a la decisión de no sumarse
al Pacto Mundial por la Migración. Iniciativa que busca humanizar el fenómeno
migratorio, a través del desarrollo de estrategias conjuntas para ver en la
migración un fenómeno natural e inevitable de las sociedades del siglo XXI.
Fue contundente al hablar del
comercio internacional, acusó a China de llevar a cabo prácticas desleales de
comercio y dijo que EU no tolerará más abusos por parte de socios comerciales
que vendan de manera injusta productos en su mercado. Bajo el argumento de que
China comete dumping justificó la imposición de aranceles y la guerra
comercial.
Resaltó la importancia del recién
logrado acuerdo comercial con México y habló de la importancia de revitalizar
la Organización Mundial de Comercio a fin de lograr acuerdos mas justos.
Se autodenominó un patriota
convencido, impulsor del desarrollo nacional antes que el mundial; no obstante,
hizo un llamado a la comunidad internacional para sumarse en el aislamiento a
Irán y tajantemente anunció la imposición de sanciones unilaterales al gobierno
venezolano, al presidente Nicolás Maduro y a los miembros de su círculo más
cercano. En realidad no especificó el tipo de intervención, pero apegado a su
estilo discursivo y retórico, dijo que el socialismo ha sido un mal que aqueja
a varias naciones de la región ya desde hace décadas y que no está dispuesto a
ver cómo un régimen de izquierda arremete contra su propia población.
Agradeció la buena voluntad de
los lideres coreanos por alcanzar próximamente un acuerdo de paz y definitivo
para la aliviar la tensión en la región y mejor aún, les agradeció por ayudarle
a desnuclearizar la región.
Justo antes de terminar su
participación, recalcó que la ayuda financiera y económica de los Estados
Unidos sólo prevalecerá para aquellos países del mundo que mantengan su amistad
incondicional y pura con su país, sin ahondar en lo que incondicional y pura
significa para él o su gobierno.
Se dio un reconocimiento propio
al éxito que han tenido las operaciones de inteligencia de Estados Unidos en
Medio Oriente para desmantelar células del Estado Islámico y se permitió hacer
un justo y merecido reconocimiento al gobierno del Rey Abdullah II de Jordania
por los programas de atención a refugiados y desplazados por la guerra de Siria
que se reciben año con año.
La tensa participación del
Presidente Trump terminó con sus buenos deseos para las naciones ahí
representadas. Sin embargo, contrario a lo que él mismo expresó, los rostros de
los asistentes a la sesión eran de tensión, de incredulidad y displicencia, no
parecía ser el líder que afirma tener una relación cordial y fructífera con sus
homólogos alrededor del mundo.
La plenaria de Asamblea General
de Naciones Unidas, hasta ahora, parece ser la antesala de una próxima
intervención unilateral y fuera del derecho internacional, so pretexto de la
crisis humanitaria que enfrenta Venezuela, pero al margen de organismos
internacionales.
El discurso de Trump, reitera una
vez más, el corte proteccionista, intervencionista y de confrontación al estilo
más conservador de la política exterior de los Estados Unidos, con la
diferencia de que hoy, el país ya no cuenta con un sistema de alianzas que le
permitan lograr consensos y alcanzar justificaciones. Por primera vez en su
historia pareciera que Estados Unidos tendrá que ser great again, all by
itself.
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