¿Habrá una guerra comercial entre
EU y China?
FORBES- 6 de abril de 2018
El país asiático respondió
rápidamente al anuncio de los aumentos arancelarios de EU. China posee casi 1.2
billones de dólares en bonos del Departamento del Tesoro estadounidense.
La imposición de tarifas a las
importaciones del acero y aluminio, firmadas por el presidente Donald Trump y
que entraron en vigor el pasado 23 de marzo, ya comienzan a tener efectos, como
la respuesta de China con amenazas de aranceles a diversos productos
provenientes de la Unión Americana, por ejemplo, la tubería de acero, carne de
cerdo y algunos productos agrícolas.
El pasado 3 de abril, Estados
Unidos dio otro paso en su política de restricciones comerciales e identificó
1,300 productos de alta tecnología chinos, como semiconductores, baterías de
litio, medicamentos, etc. Ante esto, China no tardó en su réplica y publicó una
lista con 106 productos estadounidenses a los que podría aplicar un arancel del
25% como la soya, automóviles, aeronaves de menor tamaño, carne, whisky,
tabaco, entre otros.
La imposición de las tarifas por
parte de China depende de cómo proceda Estados Unidos después de un periodo de
30 días de consultas.
Empezó con el acero y aluminio
A finales de marzo, el presidente
Trump ejerció facultades otorgadas bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión
Comercial de 1962 para imponer aranceles de importación sobre el acero y
aluminio. Esta sección permite al mandatario ajustar unilateralmente, sin la
aprobación del Congreso, los aranceles a un producto que sea importado “en
tales cantidades o circunstancias que amenacen con dañar la seguridad nacional.”
Es importante recordar que México
y Canadá, principales exportadores a EU y socios en el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), estarán exentos por tiempo indefinido de
estas tarifas.
La administración de Trump ha
mencionado que uno de sus objetivos es reducir su déficit comercial con China,
que el año pasado alcanzó los 350,000 millones de dólares, todo un récord, por
lo que los aranceles al acero y aluminio están dirigidos principalmente a la
economía asiática.
Los efectos de una guerra
comercial
El escalamiento en estas medidas
tendrá efectos diversos dentro de la economía de Estados Unidos, así como en
los socios comerciales y la forma en que reaccionarán a las tarifas.
En el caso del acero y aluminio,
los efectos por las tarifas a estas materias primas serían relativamente
pequeñas. Las importaciones estadounidenses de acero y aluminio fueron por un
valor total de 29,000 millones de dólares en 2017, equivalentes a sólo el 0.2%
del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
No obstante, las industrias que
consumen acero, como construcción y manufacturas, producen 80 veces más empleos
que los que aportan las compañías acereras estadounidenses. Aunque las tarifas
cumplan su promesa de revivir la industria siderúrgica norteamericana, existe
el riesgo de que aumenten los costos para los grandes consumidores provenientes
del extranjero y se traduzcan en pérdidas laborales netas.
Con el tiempo, los sectores más
expuestos al intercambio comercial, como la manufactura, encontrarían más
económico mover su producción a otros países donde las importaciones no sean
objeto de aranceles, como Canadá.
Asimismo, estas imposiciones
pueden ser desafiadas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Aunque el
organismo permite las barreras comerciales para preservar la seguridad
nacional, los países agraviados pueden argumentar que el gobierno de EU lanzó
los aranceles para beneficiar al sector acerero nacional.
Otro efecto está en las
represalias que evalúan los socios comerciales de Estados Unidos. La Unión
Europea, pese a estar exenta de las tarifas, prepara una lista de los productos
hechos en Estados Unidos que pueden ser sujetos de cuotas compensatorias.
Otro riesgo es que el conflicto
comercial pase al terreno financiero, pues China posee casi 1.2 billones de
dólares en bonos del Departamento del Tesoro de EU, lo que puede usar como una
herramienta a su favor.
Las tarifas pueden ser una forma
en que Estados Unidos pone presión para que otros socios comerciales tomen
acciones similares contra China, pero el efecto en el corto plazo es que los
países busquen represalias sobre las exportaciones estadounidenses, como en los
sectores agrícola y manufacturero.
Resulta sumamente importante que
las empresas exportadoras estadounidenses presten mucha atención a la evolución
y las reacciones internacionales a estas medidas arancelarias.
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