Hackers y ciberataques ya no son
ciencia ficción
FORBES- 30 de marzo de 2018
Reaccionar rápidamente para
mitigar el impacto de un ciberataque es crucial para minimizar los costos
inmediatos y de largo plazo. Pero
no debe hacerse apresuradamente sin una estrategia.
Imagina por un momento que estás
sentado frente a la pantalla de tu computadora, a punto de terminar un informe
confidencial que te ha tomado varios días. Justo cuando le das el último
vistazo antes de enviarlo, la pantalla se queda en azul y, posteriormente,
aparece un mensaje exigiendo el pago de una importante cantidad de dólares por
el “secuestro” de tus archivos y que únicamente se podrán recuperar una vez
efectuado el pago a una cuenta de un banco de las Islas Caimán.
Además, si no realizas la
transferencia en el curso de la próxima hora, esos datos se harán públicos, lo
que afectará las finanzas y la seguridad de tu compañía, más los costos a largo
plazo, como el daño reputacional, los litigios y la pérdida de la ventaja
competitiva.
Parece una película de ciencia
ficción, pero este caso es más común de lo que creemos. Tan sólo en República
Dominicana, durante 2017, se recibieron más de 26 millones de ataques
cibernéticos, según Hans Fermin, director regional de Fortinet. Estos delitos
afectan a las empresas e instituciones públicas, pero también pueden perjudicar
a las personas.
En el Fortinet Cybersecurity
Summit República Dominicana 2017, celebrado en Santo Domingo (un evento que se
realiza cada año por diferentes ciudades del mundo y que pretende preparar a
ejecutivos y organizaciones locales para afrontar retos de ciberseguridad en el
contexto de la economía digital), se destacó, sobre todo, la importancia de
invertir en soluciones tecnológicas que puedan adaptarse fácilmente y responder
a los ataques cibernéticos.
Pero ¿qué hacemos frente a una
amenaza de estas características, en términos de reputación?
Según Inga Beale, CEO del
reconocido mercado de seguros Lloyd’s of London, las consecuencias
reputacionales de un ciberataque son uno de los principales motivos de crisis
en las empresas modernas: “En un mundo en el que la amenaza del cibercrimen es
‘cuándo’ y no ‘si’, la simple idea de esperar a que no te pase no es factible.
[…] Para que las empresas puedan protegerse, deberían invertir tiempo en
entender a qué amenazas específicas pueden estar expuestas y hablar con los expertos
que pueden ayudarles a gestionar un ataque y minimizar el daño reputacional”.
Reaccionar rápidamente para
mitigar el impacto de un ciberataque una vez que se produjo es crucial para
minimizar los costos inmediatos y de largo plazo. Pero esa respuesta no debe
tomarse apresuradamente sin una estrategia, ya que el efecto podría empeorar
más la situación. Es lo que le sucedió a Sony Pictures, la división dedicada a
la industria del entretenimiento del gigante tecnológico, a finales de 2014,
catalogada por sus ejecutivos como una de sus peores crisis reputacionales.
Durante el mes de diciembre de
ese año, un grupo de hackeo llamado inicialmente Guardians of Peace y,
posteriormente, Lazarus Group (presumiblemente, contratados por Corea del
Norte), empezó a circular filtraciones confidenciales de la compañía que ponían
en jaque varios proyectos. La respuesta de Sony no se hizo esperar, al enviar
una carta a los principales medios de comunicación pidiendo la destrucción del
material filtrado.
Los problemas de comunicación se
acentuaron al cancelar al jefe de Comunicación, presuntamente, por la mala
gestión de la crisis con los medios. No debemos olvidar que la torpe gestión de
una crisis suele ser más dañina para una empresa que la crisis en sí.
Llegados a este punto, y teniendo
en cuenta que todos podemos ser víctimas de un ciberataque pese a todas las
precauciones tecnológicas tomadas, la recomendación para mantener la reputación
pasaría por tener en cuenta tres principios: prevención, preparando un plan de
contingencias frente a posibles efectos por un ciberataque y formando a los
empleados para que sepan cómo actuar; rapidez, para impedir la propagación del
ciberataque; y transparencia, mediante el apoyo profesional de un gabinete de
crisis que pueda gestionar adecuadamente la comunicación en esos momentos
difíciles, de cara a las autoridades, clientes y/o medios de comunicación.
*Director de Llorente y Cuenca en
República Dominicana.
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