Inteligencia Emocional: creadora
de resultados
FORBES- 29 de enero de 2019
¿Es la Inteligencia Emocional la
que nos hace conseguir mejores resultados? Es esta la pregunta que se están
haciendo los grandes analistas del comportamiento humano, y su respuesta es
¡sí!
El día de hoy, observamos que es
la Inteligencia Emocional, la que abre las puertas a directivos a ser
promovidos; la que en ventas ancla en ocasiones la oportunidad de una nueva
compra; y la que, muchas veces, acerca a las personas y las hace permanecer
unidas. Simple y sencillamente porque los seres humanos nos vinculamos de mejor
manera con aquellas personas que saben responder de forma correcta a sus
emociones y por consiguiente saben tratarse y tratarnos de mejor manera.
Es clara la importancia de tener
un conjunto de habilidades y características que te permitan de una forma
asertiva, prudente y cercana, relacionarte, vender y conectar con otros.
En esto se están diferenciando
los líderes el día de hoy. Y distinguirá con mayor profundidad y escala a
mejores líderes el día de mañana.
Hoy las personas se entrenan sus
habilidades y crean estructuras que les permiten conectar de mejor manera con
el otro. Hoy hay estudios del arte de conectarse a nivel emocional a partir de
metodologías y el desarrollo de habilidades comunicativas para hacer que tu
propio poder emerja.
Autores como Goleman, John C
Maxwell, David R. Caruso y Peter Salovey están generando distintas metodologías
y dando a los ejecutivos y a las personas de negocios oportunidades para elevar
su propia Inteligencia Emocional.
En el caso de los últimos dos autores,
en su libro “El directivo emocionalmente inteligente: Cómo desarrollar y
utilizar las cuatro técnicas emocionales claves del liderazgo” ellos relacionan
las habilidades específicas para el desarrollo de la inteligencia emocional en
cuatro pasos (la relación descrita debajo de cada uno de los pasos, es propia):
Identificar las emociones. Este
es quizá el más difícil, pues las emociones no son siempre claras entre las
personas por ejemplo, sabemos que debajo del enojo muchas veces se esconde
tristeza o decepción. Una correcta identificación de las emociones que tenemos
y sobre todo de la forma de gestionarlas nos llevará a tener una inteligencia emocional elevada.
Utilizar las emociones. No es
sólo lo que siento sino cómo lo utilizo. Se puede, por supuesto, usar emociones
negativas a favor cuando se tiene una forma de conducir positivamente esa
energía, comprendiéndonos como agentes de transformación. Sabemos que no es
algo simple pero es muy poderoso el lograrlo.
Comprender las emociones. No es
sólo lo que las emociones nos hacen sentir sino todo lo que ellas implican en
la relación personal y con terceros. Comprender el antes y el después de una
emoción, lo que hay debajo o detrás es propio de personas sabias y de trato
maravilloso.
Manejar las emociones. Para que
estas den resultados en mí y en los demás se deben manejar. Desde mi
perspectiva más que controlarlas sería conducirlas, darles un cauce para que
esas energías favorezcan los resultados.
En mi personal punto de vista, el
poder de una persona tiene que ver con su manejo de las emociones, tanto las
propias como las de terceros de ahí que la Inteligencia Emocional, sea clave en
muchos ámbitos y que la detección y el manejo en publicidad, mercadotecnia y hasta en ventas,
sea importantísimo.
Los mejores líderes, aquellos que
tengan y manejen a favor una Inteligencia Emocional elevada, siempre tendrán
los mejores resultados, y serán las personas con mayor poder, porque sabrán
detectar, conducir o manejar las emociones propias y de terceros, y eso siempre
será algo muy poderoso, en la medida que más se conozca, analice, estudie,
comprenda y se aplique la inteligencia emocional y sus posibilidades, en esa
medida veremos a personas más poderosas en distintos ámbitos.
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