Cómo transformarse en una organización ágil
FORBES- 25 de abril de 2019
Nunca hay que perder de vista el
“cómo” pero cuando hay una situación específica en uno de los niveles
organizacionales y cada uno de los colaboradores sabe cuál es la meta que hay
que lograr.
La agilidad en una organización
impacta directamente en la experiencia a cliente; ésa es la mayor implicación y
es lo suficientemente contundente como para trabajar en ello.
¿Qué hacer para que una
organización sea ágil?
Énfasis en el trabajo en equipo.
El trabajo en equipo genera
sinergia; Con sinergia me refiero a que cuando tú trabajas colaborativamente
hay un bono de energía que te regala el universo. Y, justamente, esa energía
adicional que se genera cuando trabajas la pones en beneficio del otro, lo cual
genera “gasolina extra”.
Cuando trabajamos de manera
colaborativa tenemos más energía, lo cual nos permite ser más ágiles para dar
respuesta a lo que se nos presente. Para ello, lo importante es que haya un
sentido, una actitud y una competencia de colaboración instalada en el ADN de
la empresa.
Principios de rendimiento
adaptativo.
Se refiere a la posibilidad de
adecuar el proceso, tu conducta y tu perfil a una necesidad específica del
cliente.
La frase de una organización
adaptativa es “Aquí siempre nos preguntamos cómo sí podemos ayudarle al
cliente”. Es decir, está claro que dentro de una organización ya hay un proceso
definido, ése es el camino regular y está bien caminar por ese sendero que es
el proceso formal; no obstante, también es verdad que todos hemos tenido en
algún momento un requerimiento específico del cliente que se sale de lo
estándar, algo atípico … Si, frente a ello, hacemos todo lo que está en
nuestras manos para darle solución, estaremos siendo ágiles en nuestra
respuesta.
Orientación común hacia objetivos
organizacionales.
Hay dos elementos que le permiten
actuar a una empresa: Qué quiere lograr y Cómo lo va a lograr, y ambos son muy
importantes.
Desde un inicio, hay que tener
muy claro el objetivo y el camino para llegar allá. Nunca hay que perder de
vista el “cómo” pero cuando hay una situación específica en uno de los niveles
organizacionales y cada uno de los colaboradores sabe cuál es la meta que hay
que lograr, podrán enfocarse en un objetivo común. Eso es lo que se llama
empoderar a la gente. En este sentido, existe un modelo de misión y un modelo
de co-misión; es decir, la empresa tiene una misión organizacional y si
pensamos, por ejemplo, en un hotel, la misión es dejar satisfechos a todos los
huéspedes, por lo que, desde el director del hotel hasta la camarera, tienen
que tener una co-misión, cada quién tiene que poner de su parte y de acuerdo a
su área para que ese objetivo se cumpla.
Asimismo, esta agilidad dentro de
una organización tiene que ser integral; es decir, desde el presidente de la
compañía hasta el oficial de policía que te recibe cuando llegas deberían de
estar empoderados para que todos respondan de manera ágil e inmediata a un
requerimiento del cliente de acuerdo a su nivel y responsabilidad.
Principales beneficios
El principal beneficio es la
experiencia que le genera al cliente el tratar con una organización ágil.
Muchos estudios organizacionales de este siglo coinciden en que las empresas
del siglo XXI que van a subsistir son las que tengan orientación a la
innovación vía la digitalización y A la experiencia a cliente; Aquellas que
están innovando y utilizando las herramientas digitales para seguir avanzando,
le dejan un buen “sabor de boca” al cliente.
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