Identidades tecnológicas de los consumidores
FORBES- 30 de abr. de 19
Al ver detalladamente las interacciones de los
consumidores, se observa que la tecnología forma parte fundamental de cada
experiencia, lo mismo que pasa con la vida diaria de los consumidores.
Mientras la tecnología se integra cada vez a
las acciones de la vida diaria, las personas desarrollan identidades
tecnológicas que definen su día a día como consumidores, siendo información
clave para las empresas que los retos de la Era Posdigital.
En los últimos años, las empresas han obtenido
información de sus consumidores a través de tecnologías digitales, creando el
vínculo ideal para entregar servicios y productos personalizados, pero esta
nueva perspectiva posdigital se enfoca en cómo al compartir su información se
abren las puertas a una relación hiperpersonalizada entre ambos.
Las empresas preparadas para el futuro tendrán
que ir más allá de productos personalizados y crear experiencias
individualizadas, una relación específica con cada consumidor, donde la
tecnología juega el único papel principal.
El 83% de los ejecutivos de negocios y TI
encuestados en el reporte Technology Vision 2019, coinciden en que las
demografías digitales permiten a las organizaciones definir una nueva manera de
identificar oportunidades de mercado para las necesidades de los consumidores
que todavía no logran cumplir.
Actualmente, las experiencias están comenzando
a entregar una perspectiva digital de las preferencias, tecnologías y
actividades de los consumidores más viva, holística y duradera, así como sus
necesidades y metas personales. Entre más experiencias una empresa entregue,
más enriquecedoras serán las identidades tecnológicas que se creen, y entre más
profunda la identidad, más poder tendrá la experiencia que la compañía puede
crear.
Al ver detalladamente las interacciones de los
consumidores, se observa que la tecnología forma parte fundamental de cada
experiencia, lo mismo que pasa con la vida diaria de los consumidores. Con cada
paso que dan en estas experiencias que las empresas ofrecen, dejan huellas de
su identidad tecnológica. ¿La oportunidad única para las compañías? Convertirse
en el único socio de confianza de cada consumidor. Un logro que podrán alcanzar
sólo si entienden la tecnología que las personas utilizan y por qué la
utilizan, generando la información necesaria para integrarla perfectamente en
la vida diaria de los consumidores.
El 41% de las personas entrevistadas estuvo de
acuerdo en que, el entender el comportamiento de los consumidores en el entorno
tecnológico será crítico para que su organización aumente la lealtad de sus
clientes. Por lo que para adentrarse por completo en lo que las identidades
tecnológicas pueden lograr, las compañías deben comprender la diferencia entre
crear una experiencia a la medida y que sea perfecta para integrarse a la vida
del consumidor, o perder la confianza de un consumidor potencial y de confianza
al crear una experiencia que esté fuera de sintonía con sus necesidades y
expectativas. Dominar el uso de las identidades tecnológicas comienza con
entender su valor clave: dependen del poder de elección del consumidor.
Pero ¿qué tan personalizadas deben ser las
experiencias? Es importante tomar en cuenta que el ofrecer servicios y
productos hechos a la medida de cada persona individual significa primero darse
cuenta qué tan a la medida deben de ser las experiencias, para evitar contextos
incómodos entre consumidores y empresas. La delgada línea entre ambas
situaciones recae en que la experiencia puede parecer muy útil para algunas
personas, pero para otras demasiado incómodo, por lo que los negocios deben
recordar de ellos no son la única compañía con la que sus consumidores tienen
una relación, y esa interacción con ellos puede afectar el nivel de comodidad
hacia la suya.
La hiperpersonalización se vuelve compleja en
los temas de la privacidad y la individualización, un punto en donde la
identidad tecnológica del consumidor está creciendo, y que, si las empresas
quieren entregar experiencias enriquecedoras y tecnológicas, deberán primero
entender la complejidad del contexto de ese consumidor, para estimar qué tanto
acceso a su vida diaria le da a las empresas.
Además de entender su contexto tecnológico
completo, para crear este tipo de experiencias en la Era Posdigital, es
necesario conocer qué tecnologías son las que los consumidores están dispuestos
a utilizar e incorporar en sus vidas. Y con éstas formando parte de cada acción
diaria, las compañías tienen una gran oportunidad para pasar de transacciones
individuales a relaciones con sus consumidores basadas en experiencias. Donde
las empresas pueden utilizar sus identidades tecnológicas para construir
experiencias uno a uno más individualizadas, perfectas y capaces de integrarse
a su estilo de vida.
Pero estos momentos de oportunidades traen
consigo una gran responsabilidad: el adentrarse en la vida de los consumidores
y crear experiencias a un nivel íntimo de entendimiento significa que debemos
construir primero una base sólida y duradera de confianza, que las compañías
deben mantener en cada interacción que tenga el cliente.
Aquellas empresas que tomen el reto hoy de
identificar las decisiones tecnológicas de sus consumidores para desarrollar un
plan, que capture y construya experiencias individualizadas, podrán alcanzar
una nueva perspectiva continua y el entendimiento necesario para liderar en un
mundo posdigital.
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