Innovación colaborativa y
generación de valor
FORBES- 30 de abril de 2019
Si queremos ser una empresa
innovadora, debemos llevar a la acción la mayor cantidad posible de ideas y
estar conscientes y dispuestos de que vamos a sufrir fracasos.
Oímos todo el tiempo hablar sobre
la importancia de la innovación dentro de las organizaciones, pero la realidad
es que, según diferentes estudios, muy pocas veces las empresas desarrollan
nuevas soluciones, y por lo general observan al mercado para copiar las que
fueron creadas por otros.
Somos parte de una nueva
economía, la economía colaborativa. Ya no se trata de tener capital o recursos
para poder tener éxito; ya no ganan siempre los grandes. Las reglas cambiaron y
ahora el poder lo tienen quienes entienden que el tamaño no hace a la fuerza,
sino la capacidad para unir necesidades de diferentes asociados con una fuerza
sinérgica que los mantenga en equilibrio.
Así surgen cientos de empresas
que se asocian con proveedores y clientes para generar un nuevo valor. Por
ejemplo: Uber, Airbnb o Amazon. Todas éstas y tantas otras trabajan de manera
asociativa con pequeñas organizaciones para brindar un servicio de conexión
entre lo que las pequeñas empresas quieren vender y lo que el mercado necesita.
La innovación consiste en
resolver a la gente problemas simples, mejor que otros, generando valor. Así
surge el modelo llamado PSV (Problem-Simple-Value), creado por Grupo Set, cuya
fórmula es: Innovación = (detectar problemas + aplicar creatividad) x Llevarla
a la acción. Siempre generando valor.
Basados en esta fórmula, el
primer paso es tener una perspectiva dentro de la organización en búsqueda de
problemas de nuestros clientes o mercados, pero no se trata de grandes
dificultades como querer curar el cáncer o reducir la pobreza a nivel mundial.
Por el contrario, hablamos de pequeñas cosas que generan grandes oportunidades
para agregar mucho valor para las personas o la comunidad.
La búsqueda de “problemas”
requiere un proceso de entrenamiento y cultura organizacional con foco en la
observación activa. Debemos estar siempre muy atentos, investigar y asegurarnos
de que todos en la organización tengan el foco en los clientes. Para ayudar en
esta etapa es clave comprender que, por lo general, la innovación siempre se da
de abajo para arriba.
Nadie mejor que quien está todo
el día en la caja de un supermercado para descubrir oportunidades/problemas
para mejorar.
El segundo paso es aplicar a esos
problemas soluciones “creativas”. Aquí aparece la creatividad, algo innato a
los seres humanos. No obstante, si bien todos somos creativos como parte de uno
de nuestros procesos mentales, es necesario darle un marco, un orden para
prosperar y generar buenos resultados.
Nuestra sugerencia es utilizar
alguna de las tantas herramientas que ya existen para fomentar la creatividad y
siempre hacerlo en grupo. Está demostrado que cuanto más personas, y si es
posible de distintas áreas, mejores soluciones se logran, siempre bajo un
coordinador que dé orden.
La principal causa de muerte de
este proceso creativo es, ni más ni menos, que la propia ‘acción’. Es
justamente cuando tenemos que pensar en llevarlo a la acción donde por lo
general abandonamos el proyecto por el miedo al fracaso.
Si queremos ser una empresa
innovadora, debemos llevar a la acción la mayor cantidad posible de ideas y
estar conscientes y dispuestos de que vamos a sufrir fracasos. De hecho, las
empresas muy innovadoras, son empresas que fracasan mucho.
Suponiendo que descubrió un
problema, fue creativo para solucionarlo desarrollando una buena idea que logró
poner en marcha (haciendo que funcione) es necesaria una condición más para que
finalmente hablemos de innovación.
Es fundamental que esta nueva
innovación genere valor y éste debe ser de triple impacto:
Primero, debe generar valor para
el mercado y que muchos estén dispuestos a invertir su dinero para adquirirla.
Después, ofrecer valor para la organización, ya sea con mayor rentabilidad,
reducción de costos o una mejora del clima laboral. Y, por último, y no menos
importante, debe generar valor entre los colaboradores internos. Cada vez es más
importante que las personas que trabajan en la empresa sientan que con su labor
están contribuyendo a mejorar el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario