Big Data, herramienta clave del sector
financiero
FORBES- 1 de abril de 2019
El conocimiento en tiempo real
del cliente digital aprovechando las fuentes de información no estructural
harán del Big Data una herramienta imprescindible en el mundo financiero.
Una de las características que
definen nuestro ecosistema social actual es que nos encontramos en la llamada
“era del dato” y es que el desarrollo de la digitalización y de las redes
sociales están produciendo un incremento exponencial de los datos. El Big Data
abre a la mayoría de los sectores económicos posibilidades infinitas y además ha
venido para quedarse al formar parte de nuestras vidas de una u otra forma.
Aunque no seamos conscientes de ello, cada vez que damos un “me gusta” a un
artículo de una revista, a un producto ofrecido por una empresa o simplemente
valoramos las vacaciones de nuestros amigos en las redes sociales, estamos
alimentado una gigantesca red de perfiles y preferencias que sirven para fijar
nuestros gustos y personalidad. Todo este gran volumen de información está
siendo cada vez más utilizado por las empresas, especialmente por las más
grandes, y por un sector financiero que es puntero en la aplicación del Big
Data. De esta forma, el sector financiero es líder en todo lo referente a
propiciar desarrollos tecnológicos relacionados con la toma de decisiones
apoyados en la ingente cantidad de datos que proporciona el Big Data.
Los volúmenes de información que
se generan en el mundo diariamente son gigantescos. A día de hoy se estima que
cada 18 meses se está duplicando la información digital en el mundo, ya sea con
formato texto, videos, imágenes o incluso correos electrónicos. Además,
aproximadamente la mitad de toda esta enorme cantidad de datos generados son
accesibles de forma abierta en la red por cualquier agente. Otro ejemplo que
nos da una idea de todo el potencial que tiene el Big Data lo podemos encontrar
en el hecho de que en el buscador de Google en el año 2018 se efectuaron 3.2
millones de búsquedas diarias de información.
Podemos definir al Big Data como
todos aquellos procesos y herramientas que permiten no sólo almacenar datos a
gran escala, sino que también permite procesarlos y analizarlos para que a
partir de los resultados obtenidos se puedan tomar decisiones lógicas. El
definitiva, el Big Data posibilita tomar decisiones en tiempo real a partir del
análisis masivo de datos. Es decir, el Big Data permite crear modelos
predictivos adaptativos a través del análisis y procesamiento de los datos,
realizando predicciones a tiempo real que se ajusten en cada momento a los
cambios de las necesidades y preferencias de cada cliente individualmente
considerado. Estas decisiones en tiempo real se basarían, en todos los casos,
en el análisis continuo de caudales masivos de datos, buscando en todo momento
patrones repetitivos en el comportamiento de los clientes. El sistema
configurado pretende construir patrones de comportamiento que supongan
oportunidades o amenazas y que, por tanto, sean la base para la toma de
decisiones lógicas.
Uno de los sectores que está
explorando y utilizando de forma más profusa el Big Data es, sin duda, el
sector financiero. De forma sintética
podemos resumir las ventajas de su utilización en los siguientes puntos:
Permite segmentar a los clientes:
El Big Data permite a las entidades financieras conocer muchísimo mejor a sus
clientes al analizar toda la información de la que se dispone. Con ello podrá
conseguir realizar ofertas personalizadas a cada cliente, de forma que se
ofrezcan aquellos productos que el cliente realmente necesita y demanda. Su
utilización logrará que el cliente se encuentre más satisfecho y esto es
especialmente importante en un momento como el actual en el que la competencia
en el mercado de productos financieros es enorme, ya que además de los bancos
se están añadiendo a la ecuación todo un ecosistema de fintechs y otras
entidades que no siendo estrictamente bancarias también ofrecen en su abanico
de servicios productos financieros. Por todo ello, será preciso que las
entidades financieras sean capaces de captar de sus clientes mayores volúmenes
de información, lo que les permitirá afinar aún más en las ofertas de
productos. Obviamente esto debe realizarse de forma cuidadosa, de forma que el
cliente no perciba que se está invadiendo su intimidad de forma abusiva y que
los datos personales que está aportando realmente sirven para mejorar la
calidad de los productos que se le ofrecen.
Análisis y gestión del riesgo: El
Big Data proporciona a las entidades financieras una mejor capacidad predictiva
a la hora de analizar y gestionar el riesgo. El poder disponer y, por tanto,
analizar una gran cantidad de datos de los clientes contribuye de forma
decisiva a la mejora en la gestión del riesgo por parte de las entidades
financieras. En definitiva, el Big Data aporta a las entidades elementos muy
valiosos que les permitiría anticiparse a posibles situaciones de impago.
Detección del fraude y del
blanqueo de capitales: El Big Data ayudaría a las entidades financieras y de
seguros mediante la captación de datos de multitud de fuentes a detectar el
fraude de forma temprana, evitando actividades ilícitas como el blanqueo de
capitales.
Permite la retención de los
clientes: Los servicios financieros siempre han sido uno de los mercados más
competitivos y esto es aún más manifiesto hoy en día. Las tecnologías Big Data
permiten facilitar la retención de los clientes mediante la monitorización de
su actividad. De esta forma elementos tales como el no haber visitado la banca
electrónica de nuestro banco en un tiempo considerable cuando antes el cliente
lo hacía de forma regular o dar un “me gusta” a un producto de la competencia
en cualquier red social, son indicadores que pueden alertar a las entidades de
la pérdida de interés de ese cliente por sus ofertas. De esta forma la entidad
financiera en cuestión se puede adelantar a una decisión del cliente de cambio
de entidad lanzándole ofertas específicas que anticipen esa posible baja.
El Big Data hasta ahora no ha
hecho otra cosa que dar sus primeros pasos y está siendo utilizando y
desarrollado especialmente por grandes firmas, ya que implantar esta tecnología
requiere de grandes inversiones económicas. Sin embargo, las expectativas de
que en un futuro no muy lejano empresas más pequeñas como las fintechs puedan
desarrollar este tipo de tecnología están sobre la mesa. En definitiva, el conocimiento
en tiempo real del cliente digital aprovechando las fuentes de información no
estructural como las redes sociales o la geolocalización harán del Big Data una
herramienta imprescindible en el mundo financiero.
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