Responsabilidad social y diversidad en
negocios
FORBES- 31 de julio de 2018
Las compañías que invierten,
miden e incluyen como parte de su ADN las prácticas de RSE y diversidad,
descubren también que conduce a un mayor compromiso de los colaboradores.
En febrero de 2017, Susan Fowler
publicó su artículo sobre el sexismo y el acoso durante su tiempo en Uber. Al
final del año, las historias se acumularon y surgió el movimiento #MeToo,
dejando claro que las mujeres, en todas las industrias, han tenido que lidiar
no solo con el acoso sexual desenfrenado, sino también con las culturas y
políticas corporativas que están diseñadas para restarles impulso y poder.
Si 2017 fue sobre decir la
verdad, 2018 se centrará en el cambio concreto, tanto en términos de políticas
internas de presentación de informes, así como abordar la desigualdad en el
lugar de trabajo. Como parte de esto, es probable que veamos a las compañías
analizar detenidamente la composición de género de sus equipos de liderazgo y
juntas directivas e implementar pasos reales para aumentar el número de mujeres
en ambos.
El año pasado fue uno de los más
importantes para ellas en el ámbito laboral, pero es importante recordar que
las iniciativas de diversidad deben abordar mucho más. La conversación sobre
ello debe ser más amplia, dado que parece estar más centrada en el género.
Tiene que ser algo más que representantes del género femenino, buscando la
inclusión de cómo crear una fuerza laboral que abarque todas las culturas, el
idioma, la edad, la orientación sexual, la discapacidad, los antecedentes y la
experiencia y dar voz a esas diferencias. A medida que la población y la fuerza
de trabajo continúan creciendo, las empresas necesitarán enfocarse en crear
culturas, experiencias y productos de la firma que respondan a una amplia gama
de identidades y perspectivas.
Dado los puntos anteriores, con
las mayores expectativas sobre las corporaciones como agentes de cambio e
influyentes en el ámbito social y ambiental, más sociedades están incorporando
la RSE (Responsabilidad Social Empresarial) en el C-Suite (expresión en inglés
para referirse a los niveles directivos más altos en las organizaciones). Según
una investigación de Boston College Center for Corporate Citizenship (BCCCC),
el número de empresas que dirigen la responsabilidad social empresarial desde
el C-Suite ha aumentado casi 75% en comparación con hace cinco años.
Ahora, desde la perspectiva de
los inversionistas, fondos de inversiones y mismos compradores de empresas:
¿qué beneficios financieros tangibles esas acciones de RSE pueden traer para
las organizaciones?
Sunil Chopra, un Profesor
Distinguido de Kellogg School of Management y también Director de Operaciones
de IBM, analizó cómo las ecoactividades afectan el desempeño operativo de las
sociedades: una gama de medidas que incluyen costos, ingresos, márgenes y
ganancias. Usaron una base de datos de comunicados de prensa para identificar
compañías en la industria de computadoras y electrónica que anunció una
actividad ecológica entre 2000 y 2011 y que tenía datos financieros
públicamente disponibles. Cuando los investigadores analizaron el desempeño
operativo de las empresas durante dos años antes del anuncio y dos años
después, descubrieron que, en general, las actividades ecológicas dieron sus
frutos: aquellas que tenían actividades de RSE obtuvieron mejores resultados
que las que no lo hicieron.
Analizando más concretamente, si
tomamos los datos de rendimiento del IPC (principal índice de las empresas
cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores) de los últimos 12 meses (hasta
finales de marzo 2018) y lo comparamos versus el rendimiento del índice global
de Sustentabilidad de Dow Jones (en inglés, Dow Jones Sustainability World
Index, considerado el principal índice de la bolsa de Dow Jones, incluyendo las
empresas públicas listadas con mayores niveles de responsabilidad social),
vamos a ver que el resultado de las acciones de las firmas que componen el IPC
decreció un 3.6% aproximadamente, mientras que el resultado de las que componen
el índice global de Dow Jones Sustainability creció un 17.47% para el mismo
periodo. Sin embargo, si tomamos en cuenta el desempeño de las acciones de
aquellas que han tenido los mejores índices de responsabilidad social
empresarial en México, como el caso de Walmart y Ternium, esas han tenido un
crecimiento en el valor de sus acciones de un 20% en promedio en los últimos 12
meses.
Finalmente, las corporaciones que
invierten, miden e incluyen como parte de su ADN las prácticas de RSE descubren
también que conduce a un mayor compromiso de los empleados. Como informó
Forbes, en septiembre de 2017, que cuando los Millennials están considerando
postularse para un trabajo, su principal prioridad es lo que la empresa vende y
/ o produce. Pero más allá de la compensación y los beneficios, lo que más les
importa es la cultura de trabajo de la organización, involucrarse con las
causas, clima laboral y atención a la diversidad. Los Millennials están cada
vez más comprometidos con estos temas y tienden a creer que las compañías que
comparten esta filosofía también se preocuparán por tratarlos bien, aumentando
así su lealtad.
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