La agenda cultural 4.0 en las organizaciones
FORBES- 27 de julio de 2018
Hoy comenzamos a entender lo que
implica enfrentarnos a un futuro desafiante, la necesidad de crear estrategias
de capital humano alineadas al cambio bautizado como Revolución 4.0
Lo único constante hoy, es el
cambio acelerado y disruptivo. Es algo inevitable que las organizaciones deben
asumir con agilidad para poder sobrevivir y ser competitivas. Adaptarse a este
ritmo y a la necesidad que hoy exige el mundo globalizado es sin duda un reto
que día a día enfrentan las organizaciones.
Preparar a la fuerza laboral para
hacer suyos los avances tecnológicos en poco tiempo y aceptar que las funciones
y los trabajos que acostumbrábamos a hacer ya no se hacen de la misma manera
forma parte de la coyuntura que vivimos actualmente.
Hoy estamos empezando a entender
el enfoque crítico que implica el enfrentarnos a un futuro incierto y
desafiante, y la necesidad de crear estrategias de capital humano alineadas a
este cambio que han bautizado como la Revolución 4.0
Se requiere trabajar a nivel
cultural para llevar a las organizaciones al punto en el que puedan adaptarse
fácilmente a la prueba y error, así como a incorporar la capacidad de ser
ágiles, flexibles, innovadoras, justas y colaborativas. Para ello, es
indispensable contar con líderes que se sumen a las nuevas tendencias, capaces
disolver las jerarquías y de fortalecer las decisiones tomadas en equipo para
que todos puedan formar parte de la ecuación que potencialice los mejores
resultados de negocio.
En Great Place to Work vemos tres
pilares básicos que llevan a las organizaciones a crear culturas que generan
excelentes resultados de negocios bajo un esquema sustentable en ambientes de
alta confianza con equipos de alto rendimiento.
Justicia. Es claro que todos
buscamos un trato justo, respetuoso y equitativo para todos. Es importante que
entendamos que las nuevas generaciones ven este tema con gran relevancia ya que
no aceptan la injusticia de ninguna forma, considerándolo incluso como una de
las principales razones por las cuales dejan las organizaciones.
Desarrollo. Representa tener
planes de carrera muy claros y alcanzables, así como políticas transparentes y
flexibles para ofrecer de una manera ágil opciones para que los colaboradores
se integren a proyectos de interés y no tengan un trabajo estático. Entre otras
cosas, desarrollar organigramas flexibles que atiendan a las nuevas expectativas
laborales.
Propósito. Significa inspirar a
las personas para encontrar trascendencia en sus labores y puedan ser parte de
algo más que un trabajo. Independientemente del rol o función de la persona es
importante que sepa y sienta que lo que hace contribuye al objetivo de toda la
organización y aporta valor social. Es maravilloso ser testigo del compromiso
de las personas hacia su trabajo y hacia su organización cuando su misión se
orienta a crear un mundo mejor. Esto promueve a que deseen permanecer en ellas
por más tiempo.
Sin duda la gran revolución que
vivimos y seguiremos viviendo nos llevará a un mundo mejor en temas de
eficiencia en muchos sentidos. Es inminente que las organizaciones cuenten con
una estrategia cultural muy clara que se construya sobre estos principios básicos
que aportarán al éxito sustentable transitando la realidad de los cambios
continuos.
Hoy no es opcional trabajar sobre
la cultura planeada años atrás. Replantearnos y reinventarnos como
organizaciones es una de las más altas prioridades estratégicas en el mercado,
pues aporta a las organizaciones beneficios reales para enfrentar las
adversidades que definen un mundo lleno de nuevos e interesantes retos.
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