Marketing digital: El video, el
gran favorito
FORBES- 5 de junio de 2018
En los medios digitales, el
contexto donde sale el anuncio es importante y se tiene que tomar en cuenta
para la creación del contenido; los anuncios requieren diseños específicos.
En la primera parte de este
artículo, hablaba sobre la atención que reciben los videos que forman parte de
campañas publicitarias, y cómo ésta varía al verlos en la TV tradicional o en
algún medio digital. Siendo diferente el nivel de atención que el usuario o
televidente pone a cada canal, no se debería hacer una comparación uno a uno, y
menos aún con respecto al valor de cada impacto.
Así como ésta, hay muchas otras
diferencias que se deben considerar al usar medios digitales para una campaña
de video. No obstante, muchas marcas siguen utilizando paradigmas de la vieja
escuela del marketing en TV.
Por ejemplo, existe la práctica
de realizar contenidos que son pensados para comerciales de televisión, pero
puestos en medios digitales. Como resultado, en muchas ocasiones estos son
contenidos de poco valor para el internauta y no encajan en el contexto de la
experiencia digital.
“Robar” la atención del
consumidor para darle un mensaje, es parte de un modelo que encajaba bien
cuando la única opción para poder ver contenidos era aceptando los cortes
comerciales -los cuales seguramente tenían un impacto muy diferente antes de
Internet-.
Veamos lo que pasa cuando un
internauta le da play a un video y aparece un anuncio sin relevancia; o bien,
tiene que esperar a que termine el comercial o a veces con dejar pasar 5
segundos es posible quitarlo. Éste es un proceso basado en el modelo de TV
tradicional en el que un anuncio trata de robar la atención mientras acompaña a
un contenido que sí es interesante para el usuario, pero podría causar más
frustración que un impacto positivo para la marca.
En un medio donde el usuario goza
de toda la libertad de escoger los contenidos que quiere ver, como lo es el
digital, los anunciantes tienen que entender que sus contenidos necesitan ser
interesantes y relevantes para el usuario; los anuncios deben proveer algo de
valor a los internautas a quienes quiere impactar. Se trata de dejar de
enfocarse en vender, para pensar en lo que realmente necesita la audiencia.
Otra práctica tradicional, que no
debería aplicarse actualmente, es la de hacer un solo contenido para todos los
tipos de audiencia. En los medios digitales, el contexto donde sale el anuncio
es importante y se tiene que tomar en cuenta para la creación del contenido;
los anuncios requieren diseños específicos para la plataforma donde van a salir
(sociales, de video, de noticias, por ejemplo). Los formatos, mensajes,
longitud y demás parámetros también pueden ser totalmente diferentes en cada
uno de los ambientes digitales.
Por último, una de las
diferencias más importantes tiene que ver con las métricas. Suena lógico que el
éxito de toda campaña de una empresa comercial sea medido con relación al
incremento en ventas o al aumento en el valor de la marca. Sin embargo, dadas
las costumbres de medición que vienen de los medios tradicionales, y puesto que
la medición de estos resultados es compleja (aunque técnicamente posible), hay
otros objetivos de campaña que han tomado los anunciantes.
Las principales características
para medir el éxito de una campaña de video online son:
Videos completados: la cantidad
(o porcentaje) de videos que se reprodujeron en su totalidad sin ser
interrumpidos o saltados.
CTR (click through rate): las
veces que se dio clic al video, aunque no siempre es posible hacerlo en todos
los ambientes digitales.
Viewability: métrica que presenta
el porcentaje de los videos que sí se desplegaron en la pantalla. El estándar
del IAB (Interactive Advertising Bureau) y el MRC (Media Rating Council) para
video es que por lo menos 50% del reproductor haya salido en pantalla por lo
menos 2 segundos.
Calidad de inventario: el
porcentaje de videos que sale en lugares que cumplen con las características de
contexto esperadas por el anunciante. Esto puede ser seguridad de marca,
tráfico humano o contenidos profesionales.
Impresiones validadas: el
porcentaje de videos que se reprodujeron en los segmentos de audiencia
relevantes para los anunciantes, normalmente medidos por un tercero.
GRPs (Gross Rating Points) o TRPs
(Target Rating Points): el cálculo que se hace en TV para medir el tamaño de
una campaña en un medio u horario específico.
Conversiones: la cantidad de
acciones que se lograron de los usuarios (llenado de un registro, cantidad de
ventas, por decir algunas).
Incremento en valor de la marca:
puede ser favorabilidad, intención de compra, top of mind, etcétera.
Impacto en ventas: el porcentaje
incremental en las ventas del producto o servicio promocionado.
En resumen, toda campaña de video
digital tiene que pasar por un proceso de definición, creación, implementación
y análisis de resultados totalmente diferente de los que se hacen en la
televisión tradicional. El no hacerlo, podría terminar en inversión de
esfuerzos de comunicación que no obtienen resultados positivos para la marca.
Vale la pena comprenderlo.
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