El Data Analytics y la
irracionalidad racional
FORBES- 15 de junio de 2018
El valor de uso y el valor de
cambio no siempre se corresponden con la ley de la oferta y la demanda, y eso
es posible conocerlo a través del análisis de grandes volúmenes de datos.
El premio Nobel de Economía 2017,
Richard H. Thaler ha desarrollado su trabajo sobre comprender cómo las personas
toman de decisiones económicas. Específicamente Thaler profundizó sus trabajos
sobre la racionalidad limitada, las preferencias sociales y la falta de
autocontrol, en las decisiones que toman los agentes. En sus trabajos, el Nobel
demostró cómo estos estados psicológicos humanos afectan sistemáticamente a las
decisiones que tomamos en la economía individual, así como a los mercados
exteriores.
Por su parte, ya Selten, Nobel de
economía en 1994 (compartido con Nash y Harsanyi), sostenía que las decisiones
económicos de los agentes son, con información parcial, en situaciones en las
que no existe certidumbre y donde los agentes desconocen los objetivos de los
demás jugadores. También Daniel Kahneman trabajó sobre la toma de decisiones en
momentos de riesgo e incertidumbre. Su trabajo le permitió ganar el Nobel de
Economía en el 2002, teniendo la característica de que era la primera vez que
lo ganaba un “no economista”, un psicólogo.
Un ejemplo claro es el efecto
señuelo “es el de incluir un plato muy caro en la carta de un restaurante;
puede que nadie lo pida, pero es muy probable que varias personas se decidan
por el que le sigue en precio, que también es caro en términos relativos”.
Ahora, imagínese que se encuentra
en uno de los centros de investigación empírica sobre el comportamiento de las
personas a la hora de tomar decisiones sobre consumo, los supermercados o
grandes retailers. Estos “centros de investigación” son gran generados de
datos, de información, de entendimiento del comportamiento individual y grupal.
Hace unos años con seleccionar muestras parciales, o desarrollando experimentos
específicos, se podría comprender el comportamiento de los agentes.
Pero hoy con la cantidad de datos
transaccionales, con información que surgen de las pantallas de las cámaras del
supermercado, de los datos que surgen de los censores, de los datos que surgen
de las etiquetas inteligentes, el volumen de información permite acceder a
insights de valor para las personas y para las empresas (tanto el supermercado
como para los proveedores del mismo).
Por este motivo, los proyectos de
Big Data, requieren profesionales versados en economía conductual, con
capacidad para comprender de qué manera perciben las personas los problemas a
los que se enfrentan, cómo usan la información y analizan los datos para desarrollar
soluciones, ideas y finalmente conocimiento.
Como ha mencionado Dan Ariely,
profesor de la universidad de Duke, no sólo cometemos errores de manera
habitual a la hora de tomar decisiones, sino que cometemos siempre los mismos.
El hecho de que nuestra irracionalidad sea predecible es un consuelo, pues si
es predecible la podemos controlar y contrarrestar como consumidores y
anticipar como vendedores.
El Big Data y la Inteligencia
Artificial aplicada permiten comprender el comportamiento de las personas.
Conocer el comportamiento irracional, antes de que la persona sepa qué hará
para satisfacer tu necesidad o deseo, también, casi siempre, no muy racional.
Esto es fundamental al momento de entender como optimizar y generar valor en el
negocio del Retail. ¿Quién compra?, ¿Cuándo compra?, ¿Qué productos compra?,
¿En qué momentos compra?, ¿Por qué compra unos productos y no otros?, ¿está
pagando la disposición a pagar? Son todas preguntas que se pueden contestar con
el Big Data, utilizando a toda la población del supermercado, reduciendo al
mínimo el error muestral.
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