Interpretando del liderazgo qué es lo
importante
FORBES- 5 de junio de 2018
Los cambios tecnológicos, los
avances científicos y las nuevas visiones que existen en torno al terreno
laboral nos llevan a preguntarnos sobre las nuevas definiciones de liderazgo.
El tema de liderazgo es el
caballito de batalla al que siempre se recurre desde los años ochenta. Hablar
de liderazgo es abordar el tema que le da oxígeno a las instituciones, a las
empresas, a los proyectos de emprendimiento. El argumento se ha trillado
bastante y con suficientes razones: quien lleva el timón del barco le da rumbo,
dirección, ritmo y tono al viaje. Y, si bien es cierto, que mover voluntades y
coordinar esfuerzos no es un tema nuevo, es verdad que la forma de dirigir se
está modificando.
Los cambios tecnológicos, los
avances científicos, las facilidades de la vida moderna y las nuevas visiones
que existen en torno al terreno laboral nos llevan a preguntarnos sobre las
nuevas definiciones de liderazgo. El análisis tiene que ser profundo ya que en
el terreno profesional, la convivencia de personas con diversidades de estilo,
edad, experiencia y formación impactan directamente la manera de empuñar el volante.
Es evidente que el liderazgo
impacta en forma directa y proporcional el resultado de las organizaciones. Es
muy relevante interpretar en forma adecuada lo que significa hoy, en nuestra
cotidianidad el concepto de liderazgo porque, según McKinsey, hoy es el
problema de capital humano más importante que enfrentan las organizaciones. Y
están en lo correcto: es indiscutible que un buen liderazgo es una parte
crítica de la salud organizacional, que es un importante impulsor de los
rendimientos para los accionistas.
La gran pregunta que nadie
contesta con contundencia es qué clase de liderazgo deberían alentar las
organizaciones. Será que el liderazgo es tan contextual que desafía las
definiciones estándar o los enfoques de desarrollo y no existe una respuesta
única. Las instituciones deberán concentrar sus esfuerzos en prioridades tales
como el modelado de roles, la toma de decisiones rápidamente, la definición de
visiones y la formación de líderes que sean buenos para la adaptación, así como
enfatizar las virtudes de la comunicación efectiva. Claro, como no existe un
consenso académico o profesional sobre las alternativas definitivas, los
programas de desarrollo de liderazgo abordan una variedad extraordinaria de
cuestiones, lo que puede ayudar a explicar por qué el tema genera visiones tan
divergentes y a veces antagónicas.
Recientemente, McKinsey llevó a
cabo una encuesta entre los líderes de empresas que operan en países América,
Asia, África, Europa y Oceanía —con la diversidad de valores corporativos y
locales que esto implica— en la que se propusieron 20 elementos de liderazgo
para elegir. De ellos cuatro resultaron los más mencionados para impulsar una
gestión eficiente.
Según los resultados de la
encuesta de McKinsey, podemos interpretar el liderazgo como la acción que se
lleva a cabo resolviendo problemas efectivamente, que opera con una marcada
orientación a resultados, qué busca siempre entender diferentes perspectivas y
que apoya a su equipo de trabajo. Estos cuatro elementos se interpretan de la
siguiente manera:
Resolver problemas efectivamente
se entiende como el proceso que precede a la toma de decisiones es la
resolución de problemas, cuando se recopila, analiza y considera la
información. Es la clave en la toma de decisiones para problemas importantes y
disruptivas —como fusiones y adquisiciones—, así como las diarias —como la
forma de manejar una disputa de equipo—.
Operar con una fuerte orientación
a los resultados. El liderazgo se trata no sólo de desarrollar y comunicar una
visión y establecer objetivos, sino también de seguirlos para lograr
resultados. Los líderes con una fuerte orientación hacia los resultados tienden
a enfatizar la importancia de la eficiencia y la productividad y a priorizar el
trabajo de mayor valor.
Buscar diferentes perspectivas.
Este rasgo es evidente en los líderes que monitorean las tendencias que afectan
a las organizaciones, comprenden los cambios en el entorno, alientan a los
empleados a aportar ideas que puedan mejorar el rendimiento, diferenciar con
precisión entre cuestiones importantes y sin importancia, y dar el peso
adecuado a las inquietudes de las partes interesadas. Los líderes que obtienen
buenos resultados en esta dimensión suelen basar sus decisiones en el análisis
sólido y en evitar los sesgos a los que las decisiones son propensas.
Apoyar a los miembros del equipo.
Los líderes que son comprensivos entienden y sienten lo que otras personas
sienten. Al mostrar autenticidad y un interés sincero en quienes los rodean,
crean confianza e inspiran y ayudan a sus colegas a superar los desafíos.
Intervienen en el trabajo grupal para promover la eficiencia organizacional,
aliviando temores injustificados sobre amenazas externas y evitando que la
energía de los empleados se disperse en un conflicto interno.
Se puede pensar que los datos que
revela McKinsey no nos dicen nada nuevo. Por supuesto que el viejo debate sobre
lo que distingue a los grandes líderes no ha terminado, o que el contexto ya no
sea importante. La experiencia muestra que las diferentes situaciones de
negocios a menudo requieren diferentes estilos de liderazgo, no hay duda. Sin
embargo, una interpretación moderna sobre este concepto apunta a un tipo de
comportamiento de liderazgo central que será relevante para la mayoría de las
empresas hoy en día, especialmente en primera línea. Para las organizaciones
que invierten en el desarrollo de sus futuros líderes, la priorización de estas
cuatro áreas es un buen lugar para comenzar.
Hoy por hoy, se requieren líderes
que resuelvan problemas en forma efectiva, que se orienten a resultados, que
tengan amplitud de miras y que puedan apoyar a sus equipos de trabajo. Estas
características están sustentadas en un conocimiento profundo de la situación
que el líder tiene sobre el terreno profesional, de su equipo y sobre todo y
por encima de cualquier otra: del conocimiento que tiene de sí mismo. Así se
pergeña un liderazgo que realmente impacta, que realmente importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario