Tres reflexiones sobre redes y
medios
FORBES- 15 de diciembre de 2016
La media convencional sigue
argumentando su importancia y preponderancia contra la superficialidad y
confusión de las redes sociales.
I
En un recorrido por los distintos
canales de televisión y radio, sus programas informativos, de entretenimiento,
es sorprendente ver la cantidad de contenidos que son reproducidos en medios
convencionales y que tienen su origen en Internet. De hecho, las noticias
explosivas de los últimos meses -específicamente la información tristemente
célebre que ha regido el panorama en 2016-, han aparecido en nuestro entorno a
través de Internet para ser reproducidas posteriormente en tv o radio. La
importancia que ha tenido el lenguaje de la red en nuestra relación con la
media se nota aún más cuando vemos la adopción que radio y tv han hecho del tono
de denuncia que ha dominado a las redes. Como un espacio alternativo en el que
se podía denunciar todo tipo de inconformidades de seres humanos normales en su
vida cotidiana, sobrepasando la función colectiva de los medios -que, se podría
decir, ciertamente la denuncia no es parte de su esencia en el estricto sentido
de entretener e informar-, las redes se volvieron el desahogo de la sociedad en
su conjunto al poder expresar con un cierto nivel de resonancia aquellas
acciones, informaciones, acontecimientos que no se reflejaban en los medios y
que empoderaban a los denunciantes, eventualmente reflejados todos nosotros en
esta acción.
Este espíritu de denuncia, que
muy bien pudo haber sido interpretado como un contenido paralelo y
complementario, fue, en el caso de México, tomado como una referencia total,
sustituyendo de tajo la creación de contenidos propios de cada medio
convencional. Así, hoy en día los servicios informativos en nuestro país se han
convertido en ventanillas de quejas y exhibición constante, incluso agresiva y
poco elegante, de las acciones de personajes en la política y en el medio del
entretenimiento. Nada más. Nada de información adicional o con una línea de
pensamiento propia de cada medio. Internet ha unificado el lenguaje de los
medios, eliminando la creación de contenidos propios, al ser el proveedor
primordial de información.
II
Un debate que se ha llevado a
cabo y en el que hemos participado desde esta columna, es ese en el que la
media convencional sigue argumentando su importancia y preponderancia contra la
superficialidad y confusión de las redes sociales. La cuestionable voracidad de
la tv y radio por tomar contenidos de cualquier parte con la única función
final de no perder audiencias -que no es lo mismo que buscar ganar audiencias-,
ha quedado expuesta, por la exposición permanente a contenidos inmediatos y sin
filtro de la red. En este debate, creo que muchas veces la responsabilidad en
el posible efecto que tienen los contenidos en la gente, es el último valor que
se juzga. La media argumenta la cantidad de información falsa que circula en
redes, sin pasar por la autocrítica de que esos mismos argumentos se aplican a
la media convencional en cualquier momento de su historia, y sólo refuerzan lo
que aquí escribimos la semana pasada, en los que el monopolio de la propiedad
de la información daba las herramientas para poder alterar y manipular
contenidos en función de intereses corporativos. Esos mismos rasgos siguen
existiendo en las redes, con la diferencia de que la exposición del sujeto a
dichos intentos controladores, están bajo la voluntad propia del individuo que
en cualquier momento puede eliminar esa fuente, buscar otras fuentes,
corroborar con otros individuos, ejerciendo el papel muy personal de periodista
para su propio autoconsumo y satisfacción informativa. Las estrategias de uso y
manipulación de la información no son más u otras a través de las redes, sino
las mismas que se han usado en radio, tv, prensa escrita desde siempre. El
control de las mismas y sus intenciones son ahora más identificables y por lo
tanto dificultan la eficiencia de penetración y no gustan a los fanáticos de la
comunicación vertical. La tv y la radio seguirán siendo importantes e
insustituibles para cierto tipo de mensajes y usos, pero ciertamente la
preponderancia y liderazgo al que estaban acostumbrados ha desaparecido por una
comunicación más dinámica e incontrolable.
III
La necesidad de modificar
contenidos para ‘buscar’ a las nuevas audiencias que están huyendo a la media
alternativa, a través de adoptar modelos que son connaturales al nuevo fenómeno
de las redes, sumado a la necesaria propaganda de denostar la importancia de
las redes, sin embargo alimentando sus señales de ellas, son dos
características que tienen como consecuencia lo que considero el esencial
problema que se está viviendo en los medios de comunicación en esta nueva era:
la credibilidad. Con la ventaja inherente de haber sido entes incuestionables
que estaban ahí desde nuestro nacimiento y que, por lo tanto, no se dudaba de
su certeza y solidez existencial, los medios convencionales tenían de suyo un
valor de credibilidad del que no se dudaba. Tenían la información, las
herramientas para distribuirla, y nuestra total confianza y certidumbre. Sin
embargo, con la revolución de medios y conceptos y contenidos que estamos
viviendo, la credibilidad, como cimiento indispensable, se pone en tela de
juicio y, sorprendentemente para nuestra experiencia del conocimiento
enriquecida por las propias redes, se comienza a desmoronar la solidez en su
conjunto de todos esos medios, envolviéndonos en un circulo virtuoso en el que
el cuestionamiento a la credibilidad nos lleva a la exploración de nuevas
experiencias que a su vez cuestionan aún más la credibilidad. Y ello, perder la
credibilidad, es el principal daño que los medios están viviendo en nuestros
tiempos, lo que es un problema que se agudiza cuando la concepción nítida del
negocio no se tiene y, por ejemplo, resulta tristísimo que el conglomerado de
comunicación más grande de América Latina no pueda ni siquiera hacer un
talk-show, uno solo, una sola noche a la semana, una sola.
IV
Si acaso de algo son culpables
las redes y la nueva era de Internet, es de señalar con su existencia y con el
otorgamiento de la propia información en manos de la comunidad en su conjunto,
las deficiencias que a lo largo del tiempo la media convencional no supieron
corregir en un proceso evolutivo que no existió y que ahora se encuentra frente
a frente con la extinción.
Luis Gerardo Salas-Creador y
fundador de Rock 101 desde la FM hasta rock101online.mx siempre explorando
nuevas formas de provocacion. En el curriculum dice: Rock Stock, W Radical, y
una lista larga de noches que se convirtieron en mañanas llenas de música. Al
aire todos los días, menos miércoles, de 6 a 8pm.
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