¿La fragmentación matará a la ciberseguridad?
FORBES- 18 de agosto de 2018
En el mundo en línea no hay
fronteras, por lo que no es de extrañar que las amenazas cibernéticas también
carezcan de límites. La fragmentación perturba nuestra capacidad de luchar
contra esto.
La ciberseguridad ha llegado a un
punto de cruce y necesita definir el camino que tomará. La elección que hagamos
dará forma al futuro de nuestra industria y a la seguridad del ciberespacio en
los años venideros, por lo que debemos tomar la decisión correcta. El resultado
nos afectará a cada uno de nosotros: ¿pagaremos más y, sin embargo, seremos menos
seguros? ¿Enfrentaremos pólizas de seguro y cargos bancarios más altos para
cubrir el creciente número de incidentes cibernéticos?
En la actualidad, estamos en
medio de una tormenta. No sólo geopolítica, sino ciberpolítica. Se siente como
si ya nadie confiara en nadie, y la sospecha y confusión reinan en nuestro
frágil mundo cibernético. ¿Qué camino tomaremos?
Dos caminos
Como en las mejores historias
clásicas, hay dos caminos por delante.
En una dirección se encuentra la
‘balcanización’: la fragmentación y el aislamiento de una industria. La
balcanización es una respuesta natural al miedo y a la desconfianza; cuando
tenemos miedo vamos a casa y cerramos las puertas. Pero para la ciberseguridad,
la balcanización significa una creciente intervención política y la ruptura de
proyectos internacionales y de cooperación. Esto podría dejar que cada país
enfrente ciberamenazas globales por sí mismos. Para los consumidores, podría
significar mayores costos a medida que las empresas busquen recuperar el dinero
perdido por el cibercrimen, así como una protección reducida debido a que la
competencia -motor de innovación- y las opciones están restringidas.
En la otra dirección se encuentra
la colaboración y la inteligencia compartida. Cooperación entre fuerzas
policiales nacionales (¿y empresas de seguridad?) e investigaciones conjuntas.
Una comunidad unida contra las ciberamenazas que no conocen fronteras. Este
panorama abierto fomenta una industria de ciberseguridad dinámica y competitiva
que conduce a mejores tecnologías y una protección más sólida para todos.
No estamos solos al pedir un
regreso a la colaboración. En la conferencia de RSA, IBM dijo: “Hacer frente a
los desafíos de ciberseguridad requiere una acción audaz que no puede hacer una
sola compañía”, mientras que RSA afirmó: “Necesitamos colaboración entre
equipos internos, pero también con gente externa [a nuestras propias
organizaciones]”, y la declaración de la misión para el nuevo Acuerdo de
Tecnología Cibernética dice: “Trabajaremos entre nosotros y estableceremos
asociaciones formales e informales… para mejorar la colaboración técnica, la
divulgación coordinada de vulnerabilidades y el intercambio de amenazas”.
Estamos con usted. Creemos que el
panorama cambiante hace que el aislamiento y la fragmentación de la
ciberseguridad no solo sean una mala idea, sino posiblemente una fatídica.
La evolución del panorama de
ciberamenazas
Las amenazas en línea están
aumentando en sofisticación y gravedad. Actualmente, realizamos seguimiento a
más de 100 actores principales de amenazas, la mayoría de los cuales son grupos
de espías con un vasto arsenal de herramientas y técnicas diseñadas para reunir
información de inteligencia. Nuestros colegas en otras compañías de seguridad
hacen lo mismo. Investigamos y luchamos contra docenas de ataques dirigidos que
hablan varios idiomas: inglés, ruso, coreano, chino, español, italiano, árabe y
más.
Estas amenazas no solo se dirigen
a las organizaciones gubernamentales e infraestructura, sino también a sus
cadenas de suministro, otras organizaciones e incluso a personas. Algunas
víctimas son atacadas directamente, otras solo son daños colaterales.
Los países naturalmente quieren
proteger de estas amenazas a sus ciudadanos, empresas y cada vez más
infraestructura e industrias conectadas. Y la forma más fácil de hacerlo es
cerrando la puerta. La más sencilla, más simple y menos efectiva.
El impacto de cerrarse
La tendencia de ‘cerrar puertas’
es real: nuestra industria está siendo dividida en unidades separadas por
barreras geopolíticas y regulatorias. La regulación estatal está en aumento,
creando barreras adicionales para compañías como la nuestra, lo que hace más
difícil, o incluso imposible, proteger a ciudadanos y empresas, sin importar
cuánto deseemos.
En los últimos años, se han
introducido nuevos requisitos estrictos en la Unión Europea, el Reino Unido,
Estados Unidos, Rusia, Alemania, Singapur y China, entre otros. Una regulación
estricta puede conducir al proteccionismo, lo que dificulta que las empresas
operen en otros países.
También conduce a…
El armado del ciberespacio
Más de 30 países han anunciado
que tienen divisiones militares cibernéticas, probablemente la cifra real es
más alta. El ciberespacio está siendo militarizado a una velocidad aterradora.
¿Qué significa eso para nosotros?
Además de las desventajas
habituales de la militarización, como los impuestos más altos y una mayor incertidumbre,
hay algo más: tarde o temprano, las ciberarmas terminan en manos de los malos.
Es difícil robar y lanzar un misil, pero ocurre lo contrario con las armas
cibernéticas. Cabe solo ver el caso de la herramienta maliciosa, EternalBlue.
Supuestamente creada por un Estado para aprovechar una vulnerabilidad de
software no publicada, EternalBlue se publicó en línea en abril de 2017. La
herramienta fue aprovechada casi de inmediato por otros atacantes. Se integró
al infame ransomware WannaCry un mes después y se convirtió en el ‘exploit’ más
usado de 2017. Hay otros ejemplos similares.
¿Qué sigue ahora?
Las empresas de ciberseguridad
necesitan y desean colaborar. Para decir lo obvio: en el mundo en línea no
existen las fronteras, por lo que no es de extrañar que las amenazas
cibernéticas también carezcan de límites. La fragmentación perturba nuestra
capacidad combinada de luchar contra esto.
No podemos retroceder el tiempo,
pero soy bastante optimista. Sí, el mundo en línea se ha oscurecido en algunos
lugares, pero nosotros y otros como nosotros tenemos el poder de encender las
luces: para ser más transparentes y dar pruebas a las personas de que pueden
confiar en nuestra industria.
Elegir ‘el camino menos
transitado’
Este es un viaje que creemos que
todas las compañías de ciberseguridad deberán realizar. Nosotros ya comenzamos:
a través de nuestra Iniciativa Global de Transparencia, nuestro código se
encuentra disponible para revisión independiente, adaptando la forma en que
creamos productos, actualizaciones de software y reglas de detección de
amenazas, además, modificando cómo y dónde procesamos los datos de nuestros
muchos usuarios en todo el mundo. Junto con otros colegas de ciberseguridad,
seguiremos presionando para una colaboración y puertas abiertas. Salvando el
mundo cibernético un cambio a la vez.
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