Qué dice Amazon HQ2 del futuro de las ciudades
FORBES- 8 de diciembre de 2018
Amazon anunció en cuáles ciudades
construirá sus nuevos complejos. Los requerimientos y el proceso nos dan pistas
sobre el futuro de la competitividad de las ciudades.
En los últimos tres lustros,
Apple y Alphabet han construido sedes enormes para sus corporativos. Pero en
medio del debate sobre los efectos de las mega corporaciones en las ciudades,
los HQ2 y HQ3 —adjudicados a Nueva York y Washington D.C.— pueden ser el
proyecto más definitorio para las próximas décadas.
Con la promesa de construir una
sede “totalmente igual” a la de Seattle —que abarca 33 edificios y agrupa a más
de 40 mil empleados altamente remunerados—, Amazon puso a competir a las
ciudades interesadas, pidiendo “pensar en grande y ser creativos” y mencionando
la palabra “incentivos” en una veintena de ocasiones.
La respuesta fue abrumadora: 238
ciudades de Estados Unidos (incluyendo Detroit, Austin, Chicago, Boston y Los
Ángeles), así como México (Querétaro, Chihuahua y el estado de Hidalgo), Canadá
(Vancouver, Toronto y Waterloo), y Puerto Rico.
¿Por qué Washington, D.C. y no
Birmingham, Alabama?
Muchas ciudades rezagadas tenían
la esperanza de que Amazon las eligiera a partir de sus industrias basadas en
recursos naturales o manufactura, a sabiendas de que la expansión del gigante
tecnológico tiene gran impacto sobre el crecimiento y la planeación de las
ciudades donde se aloja. El fenómeno ya es conocido como la “bomba de la
prosperidad”.
Sin embargo, Amazon realmente
optó por metrópolis que ofrecieran el mejor talento tecnológico ya disponible.
No es casualidad que, además de tener un altísimo índice de desarrollo humano,
Nueva York y Washington D.C. son las dos metrópolis estadounidenses más
empleadoras de tecnólogos, ingenieros, matemáticos y científicos (áreas STEM,
por sus siglas en inglés) —inclusive por encima de Los Ángeles y San Francisco-San
José.
Establecerse en estas ciudades
puede facilitar el proceso de contratación y acceso al talento: las personas
con formación STEM pueden desarrollar habilidades adyacentes con facilidad y
rapidez, además que ya se encuentran viviendo en la zona, lo que disminuye el
rechazo por parte de los residentes de hace tiempo.
La convocatoria de Amazon revela
ciertos elementos cruciales para planear las ciudades que más prosperarán en la
Cuarta Revolución Industrial (4RI). La compañía tiene exigencias como:
Tributarias: Exenciones fiscales
y subsidios de reubicación.
Infraestructura para negocios y
logística de clase mundial: Internet de alta velocidad, transportes terrestre y
aéreo eficientes.
Acceso a empleados y talento: Una
reserva de mano de obra altamente calificada, universidades de prestigio con
interés en sinergias.
Planeación urbana sustentable:
Capacidad para construcción de edificios verdes, centros de reciclaje y
transporte alternativo a autos incluyendo caminabilidad.
Carácter atractivo de la ciudad:
Proximidad a centros de población, comunidades diversas.
Estado de derecho y estabilidad:
Gobernanza local probada.
Impacto de Amazon en Nueva York y
Washington D.C.
El largo proceso para llegar a un
veredicto abrió un debate centrado sobre qué es realmente el desarrollo
económico metropolitano, las labores de convencimiento de los alcaldes para
atraer la empresa como parte del interés por desarrollo económico como primera
prioridad, así como las consecuencias de estas mega construcciones. Entre los impactos
positivos sobre estas metrópolis se encuentran:
Creación de empleo: Se ubicarán
50 mil nuevos empleos, la mayoría de altos salarios, lo cual fortalecerá y
diversificará aún más la economía de las ciudades —la primera, muy enfocada en
ser contratista o proveedor del gobierno, y la segunda, en servicios
financieros—.
Impulso de la marca-ciudad: Las
metrópolis que acogen este tipo de empresas son percibidas como ciudades cool,
boyantes y de oportunidades.
Constitución como polo de
desarrollo: Las nuevas habilidades y sub-industrias impulsadas por personas
bien educadas incrementará el magnetismo de estas metrópolis de cara a
actividades de la 4RI.
Explosión de bienes raíces: Tanto
para Crystal City (Arlington, Virginia, parte de la metrópoli de Washington
D.C.) y Long Island City (Nueva York), será una gran oportunidad para
capitalizar su cercanía con el corazón de la metrópoli. Si bien dichas áreas
tienen altos costos de vivienda, los dos vecindarios tienen mercados de bienes
raíces flexibles y de urbanización vertical, en comparación con los centros
neurálgicos de la metrópoli.
Entre los impactos negativos se
encuentran:
Presión sobre residentes
existentes e impacto metropolitano: Mientras los líderes metropolitanos están
encantados con la decisión, los residentes llegan a desconfiar del impacto
negativo de la empresa, pues esperan saturación de personas, construcciones
prologadas, incremento de tráfico y aumento del costo de vivienda, que
generalmente deriva en gentrificación y pérdida de cohesión social.
Desigualdad: Las ciudades
insignia de las economías digitales tienden a ser concentraciones de personas e
inversión en muy pocos hubs bien educados y cada día más ricos, lo que aumenta
las tensiones con las ciudades de economías más rezagadas, que a nivel nacional
repercute en sentimientos aprovechados por políticos populistas.
Concesiones fiscales: Los
ayuntamientos de EU otorgan hasta 90 mil millones de dólares en beneficios
fiscales, generalmente con el fin de atraer empresas que ya estaban en operación
en otro estado, lo que impacta poco en la creación neta de valor y empleo.
Dichas exenciones tributarias implican dejar de hacer escuelas públicas,
hospitales e infraestructura. La propuesta más seria para redirigir estos
incentivos es que los estados y ciudades paguen un impuesto federal por cada
dólar dirigido a apoyar o subsidiar una compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario