¿El emprendimiento genera desigualdad?
FORBES- 22 de dic. de 18
La discusión sobre la desigualdad sigue siendo
vigente dada su presencia en varias economías en un contexto de paupérrimo
crecimiento global. Revisamos a su relación con el emprendimiento.
La desigualdad es un tema que ha estado en el
centro de la discusión en los últimos años, dada su presencia en varias
economías en un contexto de paupérrimo crecimiento global. En medio de dicho
debate, de la coyuntura de las exigencias para México de la Cuarta Revolución
Industrial, así como de la discusión del Presupuesto de Egresos 2019, vale la
pena dedicar tiempo a la relación entre el emprendimiento y la desigualdad.
En primer término, hay que identificar que la
inequidad no es la causa, sino la consecuencia de diferentes procesos
económicos, políticos y sociales. Algunos de ellos son:
Estancamiento del poder adquisitivo del salario
mínimo
Mala asignación de recursos presupuestales
gubernamentales
Abolición de regulación positiva para el
mercado o la competencia por el cabildeo de grupos privados
Outsourcing, tanto a nivel nacional como internacional
Disminución del poder de los trabajadores,
especialmente a través de sindicatos blancos y de contratos que les dan pocos
derechos
Estudios universitarios —aunque cada vez menos—
que generan valor económico para el graduado, quien generalmente gana más
dinero que los no graduados
Cambio tecnológico y automatización,
especialmente cuando devalúa el salario de los trabajadores de oficio y
favorece el de los profesionistas
Fusiones de empresas que derivan en el despido
de gran cantidad de empleados
El crecimiento especulativo del mercado de
valores, pues, aunque llega a premiar la innovación, también puede incentivar
que se destinen recursos de forma desmedida de la fuerza de trabajo al capital
Las condiciones de desarrollo, pues una serie
de pequeños privilegios que haya tenido una persona en su entorno familiar y
hasta en su país, pueden hacer una gran diferencia conforme pasen los años
En segundo término, es fundamental observar que
dichos procesos tienen diferentes atribuciones, y no todos son moralmente malos
o equivalentes, como a veces se quiere ver. De hecho, en conceptos del Nobel
Sir Angus Deaton, continuamente se confunde la desigualdad con la injusticia,
por lo que, para abordar el rápido aumento de la desigualdad, es clave abordar
los procesos injustos.
La generación de desigualdad “deseable”
De acuerdo con el también profesor de la
Universidad de Princeton, “si alguien piensa en alguna innovación que nos
beneficie a todos, y el mercado funciona correctamente, obtiene una gran
recompensa por eso… y eso crea desigualdad. Así, algunas de las mayores
desigualdades en el mundo provienen de los mayores éxitos, desde la Revolución
Industrial hace 250 años, hasta la innovación y los nuevos inventos de hoy en
día”.
Entonces, si un innovador inventa algo que sea
revolucionario para gran cantidad de personas y aumenta su patrimonio neto, es
un reflejo de progreso en general. Por tanto, a pesar de que el fenómeno pueda
ser un agente de desigualdad, no es una gran idea atacar el origen de dicho
éxito.
Algunas de esas innovaciones pueden incluir la
bombilla eléctrica —que influyeron en que Thomas Alva Edison fundara la General
Electric Company—, el transistor —de Bell Laboratories— y hasta Facebook, con
sus miles de millones de usuarios.
Ellos muestran que los emprendedores y
empresarios, caracterizados por su capacidad de innovación y de tomar tanto
riesgos como decisiones, son cruciales para el crecimiento y desarrollo
económico y conducen a mayores ingresos en su conjunto —a pesar de la
desigualdad que también crean en el camino—.
Pero no todos los emprendedores y empresarios
tienen estas características. De acuerdo con Peter Thiel, uno de los ideólogos
de Silicon Valley,
“Cuando pensamos en el futuro, esperamos uno de
progreso. Ese progreso puede tomar una de dos formas. El progreso horizontal o
extenso significa copiar cosas que funcionan […] Dicho progreso es fácil de
imaginar porque ya sabemos cómo se ve. El progreso vertical o intensivo
significa hacer cosas nuevas […] Ese progreso es más difícil de imaginar porque
requiere algo que nadie más haya hecho. Si tomas una máquina de escribir y
construyes 100, has progresado horizontalmente. Si tienes una máquina de
escribir y construyes un procesador de texto, has hecho un progreso vertical.”
Entre los emprendedores o empresarios basados
en el progreso horizontal, existe una clase que tiene un impacto negativo en la
igualdad: los llamados capitales rentistas, quienes se adjudican dinero que no
corresponde proporcionalmente al valor entregado a la sociedad.
Entre sus prácticas habituales se encuentran la
poca reinversión de utilidades, la búsqueda de favoritismo con el gobierno, el
interés en usar los litigios como un arma de extorsión, el cobro de comisiones
por uso de conexiones personales, y el interés por usar el talento para robar
cosas en lugar de hacer cosas —ralentizando el crecimiento económico y
transfiriendo recursos de abajo hacia arriba—.
En un caso intermedio, vale recordar a
Microsoft bajo la dirección de Steve Ballmer (periodo 2000-2014), quien cayó en
una trampa en la que la generación de beneficios ralentizó la innovación que
necesitaba la empresa. “Mientras Ballmer enfocaba los recursos clave en una
nueva versión de Windows para defender la línea de productos principal de
Microsoft, perdió oportunidades como redes sociales, motores de búsqueda y
teléfonos celulares. […] En sus inicios, Microsoft tomó más riesgos que un
pirata; luego se arriesgaron menos que una compañía de seguros.”
En conclusión, es necesario reenfocar las
preguntas que nos hacemos alrededor de la desigualdad, a efecto de establecer
los incentivos correctos para la socialización de los beneficios de la
innovación, así como actuar con audacia para contrarrestar el avance de la
inequidad, identificando claramente sus causas.
Por otro lado, los actores del sistema
económico, comenzando por el gobierno, deben repensar sus prioridades e
implementar políticas, instrumentos y presupuestos que favorezcan el
emprendimiento que crea valor, no el que parasitariamente lo acapara. En la
segunda parte de este texto, enunciaré acciones específicas para lograrlo.
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