El estrés, la
resiliencia y el Síndrome de Burnout
FORBES – 6 de nov. de 18
El Síndrome de Burnout se presenta en las personas
que viven al límite, física y emocionalmente, en el entorno laboral, y,
normalmente, desencadena una patología.
Los síntomas que presenta una persona con este
síndrome son físicas, mentales y emocionales.
La parte física está relacionada con conductas
que tienen que ver con la salud; jaquecas frecuentes erupciones en la piel,
insomnio, problemas de respiración … Todos los seres humanos tenemos un “órgano
de choque”, es decir, un órgano que define la parte emocional, y, en este
sentido, hay quien se inflama del estómago, quien presenta colitis nerviosa…; Y
hay otras personas que padecen de jaquecas, insomnio, etc. Por otro lado, la
parte mental tiene que ver con nuestros propios paradigmas; A veces la crisis
es más interna que externa. Al no saber, por ejemplo, manejar la frustración de
manera adecuada, nos “quemamos” internamente, ya que, en base a nuestros
propios paradigmas, todo nos tiene que salir bien, todo lo tenemos que tener
bajo control … Y ese paradigma que está dentro de ti te lleva rápidamente a
presentar el Síndrome de Burnout. Y, finalmente, la parte emocional se traduce
en un alto nivel de estrés de manera permanente. Hay niveles de estrés que son
naturales y hay otros que son patológicos.
Situaciones que pueden provocar el síndrome
Uno de los contextos más frecuentes se da
cuando hablamos de un líder cuya única preocupación está en los resultados de
negocio, y es capaz de pasar por encima de la dignidad de sus colaboradores,
por encima del respeto básico y por encima de su autoestima, con tal de lograr
los resultados de negocio que persigue; “No me importa cómo llegues, siempre y
cuando llegues”.
Consecuencias de padecer el síndrome
En el entorno laboral, la persona que tiene
este síndrome se vuelve menos precisa, en términos de lo que tiene que lograr.
Todos hemos estado extremadamente estresados hasta el punto de que cuando nos
hacen una pregunta, no tenemos la capacidad de contestar porque estamos muy
alterados y se nos olvida la respuesta. La suma de imprevisiones genera errores
en el negocio y los errores se pagan con sanciones, con pérdida de clientes,
etc. Asimismo, el clima organizacional se vuelve miserable.
La importancia de la resiliencia
Cabe mencionar que muchos estudios demuestran
que las principales causas de este síndrome están en nuestro interior, no
afuera. Es decir, si yo soy resiliente y puedo manejar adecuadamente un entorno
de agresión (yo sé que no soy yo; eres tú quien tiene el problema … y lo sé
manejar), puedo digerir y canalizar un maltrato, es decir, soy más resistente
al Síndrome de Burnout. De ahí que lo primero que hay que hacer es trabajar en
uno mismo, porque, en ocasiones, es muy difícil pensar que vamos a poder
cambiar a la gente. Lo primero es ver al interior de uno mismo y ver si podemos
adquirir algún tipo de método o de recurso, para mejorar nuestra capacidad de
manejar este tipo de situaciones. En este sentido, la característica que hace
frente al Síndrome de Burnout se llama: Resiliencia … Uno puede optar por ser resiliente o buscar
otra alternativa laboral.
Ahora bien, cuando en una empresa se presenta
este síndrome aisladamente se puede atender de manera específica; el problema
es cuando este síndrome invade toda la organización, y es ahí cuando hay que
hacer una intervención organizacional severa. Hay que trabajar en medidas
preventivas y correctivas para no llegar a los extremos que pueden provocar
este tipo de síndromes.
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