Machine learning y auge de
Inteligencia Artificial
FORBES- 23 de noviembre de 2018
Estas tecnologías cambiarán por
completo el futuro, por lo mismo es vital reinventar nuestros sistemas
económicos y políticos para aprovechar al máximo el valor generado por las
mismas.
En el marco del Foro Económico
Mundial de Davos en 2017, Sergey Brin, cofundador de Google y uno de los
grandes íconos de la tecnología afirmó que la Inteligencia Artificial (IA) es
parte vital de todos los proyectos principales en su empresa. A su vez, Stephen
Hawking comentó que cada aspecto de nuestra vida será transformado por la IA.
La ciencia ficción y Hollywood
han logrado que algunos pensemos que la IA son robots humanoides que conquistarán
el mundo, pero la realidad es otra. Entonces, ¿qué es la Inteligencia
Artificial? ¿Cuál es la diferencia entre
inteligencia artificial y machine learning? ¿Por qué ahora toma tanta
relevancia? ¿Cuál es el impacto real que puede tener en nuestras vidas?
Definir qué es la IA puede
resultar confuso, ya que no es solo un término si no que es un conjunto de
diversas tecnologías y métodos que buscan entrenar máquinas con el objetivo de
emular tareas humanas.
Dentro de la IA existen diversos
subconjuntos de estudios relevantes como computación cognitiva, visión por
computadora, procesamiento natural de lenguaje y, machine learning, entre
otras.
Es este último, el que causa
mayor confusión ya que en algunas ocasiones se utilizan los términos
indiscriminadamente. Machine learning busca patrones en los datos, esto le
permite generar conclusiones sin estar explícitamente programado para llegar a
ellas. A partir de estas conclusiones y la retroalimentación obtenida se puede
utilizar el conocimiento generado en un nuevo conjunto de datos, creando un
círculo de aprendizaje que mejora al algoritmo y su precisión.
En términos generales la IA es la
ciencia de máquinas emulando tareas humanas mientras que machine learning es un
método sobre cómo las máquinas aprenden de los datos.
Ojo ¡La IA no es algo nuevo! El
concepto ha venido evolucionando desde hace más de 70 años, inspirándose en la
emocionante posibilidad de emular las funciones cognitivas humanas, sobre todo
el aprendizaje y el razonamiento.
A partir de la teoría
computacional de Alan Turing, en 1956, se acuña el término Inteligencia
Artificial por John McCarthy en la conferencia de Dartmouth dando paso formal a
su área de estudio. Durante las décadas de los 50s a los 80s las expectativas
eran altas, pero los resultados no fueron los esperados y la falta de
aplicaciones tangibles hicieron que se perdieran el interés y la inversión en
el área.
El boom actual de la Inteligencia
Artificial se debe a los avances y aplicaciones logrados a través de las
técnicas en los modelos de deep learning, acompañado del fuerte desarrollo en
Big Data, así como los grandes avances en el poder de procesamiento de las
computadoras, lo que ha creado una nueva era para la Inteligencia Artificial
con aplicaciones tangibles y que marcan el potencial a futuro.
En la actualidad las aplicaciones
de la IA causan asombro abarcando desde vehículos autónomos, sistemas capaces
de superar en la detección de cáncer de piel (melanoma) a los estudios
realizados por médicos expertos, asistentes como Siri o Alexa, entre muchos
otros.
Referente a machine learning
actualmente la mayoría de las aplicaciones y servicios que usas en línea ya lo
utilizan como Amazon, Google, Netflix,
Spotify, Tinder, Siri, Cabify, Instagram, Facebook, Linkedin, Waze, entre
otros. En términos de negocios
especialmente la capacidad de utilizar esta tecnología para poder predecir a
mucho menor costo, de forma mucho más rápida y con una mucho mejor exactitud en
casi cualquier área, desde predecir la demanda hasta a quien deberás contratar,
permitirá a las organizaciones que lo aprovechen ser mucho más eficientes y
productivas, y por ende generar claras ventajas competitivas.
Existe un fuerte debate sobre los
beneficios y riesgos de la IA a largo plazo, pero si tomamos en cuenta que la
IA puede ayudarnos, casi en cualquier campo, a aprovechar y comprender
exponencialmente mejor la información, así como a automatizar un sin número de
tareas resultando en un mejor uso de los recursos, mejores decisiones y una
mayor generación de valor, es más
adecuado entenderla como una herramienta que mejorará y aumentará nuestras
capacidades más que reemplazarlas y con la capacidad de mejorar nuestras vidas.
Sin duda esta y otras tecnologías
cambiarán por completo el futuro, por lo mismo es vital reinventar nuestros
caducos sistemas económicos y políticos para aprovechar al máximo el valor
generado por las mismas, permitir una mejor distribución de la riqueza y
ofrecer oportunidades equitativas para asegurar el bienestar social universal.
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