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sábado, 26 de mayo de 2018

transformación digital


El camino hacia la transformación digital



FORBES- 26 de mayo de 2018
Desde que la computadora personal se trasladó desde los escritorios a nuestros bolsillos, es cambio que ejemplifica como la transformación digital revoluciona la forma de vivir y hacer negocios.

La transformación digital que comenzó en el 2007 con un viaje que significó un cambio de mentalidad y la adopción de nuevas formas en las que estábamos haciendo negocios, haciendo un mejor uso de la tecnología. El objetivo era estar mejor comunicados, ser mucho más productivos además de alcanzar canales y clientes que anteriormente no estaban en el alcance de las operaciones. Las empresas se enfocaron en generar espacios y oficinas que estaban virtualmente conectadas para reducir costos, se enfocaron en mejorar la tecnología necesaria para ordenar y analizar grandes cantidades de datos, con el fin de generar nuevas tendencias, análisis de información a gran volumen lo que ahora es conocida como Data Mining. Así se empezó adoptando la era digital, pero ¿qué significa realmente iniciarse en una transformación digital?

 

Muchos podrían creer que hablar de transformación digital es sinónimo de hablar exclusivamente de cables y líneas de código, dejando de lado el proceso más importante antes de invertir en software o hardware,  identificar en qué parte del camino hacia la transformación digital se encuentra nuestra compañía, Por ejemplo, el cuestionarse acerca de ¿cuáles son las capacidades digitales de la empresa?, ¿cómo se mide su coeficiente intelectual digital?, ¿dónde están actualmente y en dónde debería estar su empresa digitalmente?, estas preguntas no son para tomar la decisión de invertir en una tecnología, software o una implementación de ningún tipo, se trata de un ejercicio introspectivo con el fin de identificar las estrategias digitales, móviles y sociales que lleven a una compañía a ser más competitivas.

El enfoque en llevar a cabo esta transformación impulsa los mapas de ruta y metas no sólo de un área, función, proceso o sistema específico, sino que cubre las funciones de todos los objetivos de la compañía y áreas, tales como marketing, ventas y recursos humanos, ya que la digitalización debe de verse desde un punto de vista de impacto macro en los negocios.

 

Todo este análisis previo ayuda a dictar dónde debería empezar el viaje. Uno de los primeros pasos es el cambio de mentalidad para considerarse a sí mismos como una compañía tecnológica, independientemente de si se trata de un minorista, una empresa de bienes de consumo o una empresa orientada a los servicios. Ser impulsado digitalmente a veces parece ser la tierra prometida para las empresas con una visión del futuro, sin embargo, debe ser el foco principal para comenzar una transformación en todos los niveles.

Las empresas que cambiaron su forma de pensar hace un par de años, hoy están trabajando con Inteligencia Artificial, Analítica Avanzada y veracidad de los datos, Machine Learning, Experiencias Orientadas al Cliente y tendencias como el “Internet of Thinking”, reduciendo drásticamente los tiempos para lanzar productos o aplicaciones al mercado. La velocidad de la producción y el poder desarrollar a gran escala son factores que se deben tener en cuenta para seguir siendo relevantes en el exigente mercado de hoy, aprovechando y utilizando metodologías como Agile y DevOps, es como los clientes llegan a lograr el éxito en su camino.

El que las personas tengan acceso a mucha información literalmente al alcance de sus manos a través de dispositivos inteligentes, representa innumerables oportunidades para las empresas que hayan adoptado su cambio con agilidad y se hayan aventurado a modificar sus procesos y mentalidad para hacer negocios. Estas compañías serán las que puedan generar ingresos, márgenes considerables de beneficio y lograrán una mejor y más cercana relación con sus clientes.

Esta ruta está marcada a través de un camino que parece no acabar con el surgimiento de nuevas tendencias tecnológicas, así que el primer paso es la adopción de un cambio de mentalidad de que el camino es de constante cambio y exige una gran flexibilidad para los procesos, personas y productos. Con esta visión hacia delante de lo posible, con las experiencias del pasado de la adopción, pero siempre con el cliente final en mente, será la forma en que la transformación digital tendrá éxito.

jueves, 24 de mayo de 2018

emprendedores y corporativos


  El matrimonio de emprendedores y corporativos



FORBES- 25 de mayo de 2018
Para los emprendedores, la articulación con los corporativos potencia la velocidad en su proceso de crecimiento gracias a la experiencia que estos pueden brindarle.

En términos de innovación, juntar la necesidad con el talento es una fórmula ganadora. Si se asume que los grandes corporativos enfrentan necesidades proporcionales a su tamaño, y que los emprendedores tienen el hambre y cuentan con el talento suficientes para encontrar soluciones a esos requerimientos, su unión es un camino rápido y con mayor probabilidad de éxito para generar innovación. A esa sinergia se le llama “Corporate Entrepreneurship” o CE.

Y aunque a todas luces esta tendencia implica más beneficios que riesgos, es una realidad que existe cierto temor por parte de los corporativos más tradicionales, el cual es influenciado por el ruido que genera la ausencia de información rigurosa. Así mismo, esa prevención es alimentada por la manera en la que algunos medios de comunicación registran los hallazgos tecnológicos o industriales producto del trabajo de emprendedores, los cuales, en un tiempo realmente corto, logran posicionarse a la vanguardia de diferentes segmentos del mercado incluso por encima de las empresas dominantes.

Pero lo cierto es que los resultados de utilizar modelos disruptivos como el Corporate Entrepreneurship, son potencialmente beneficiosos para los corporativos, pues pueden significarles, por ejemplo, ahorros de tiempo y recursos en los procesos, la creación de nuevos productos y servicios, el desarrollo de nuevas unidades de negocio y, finalmente, el incremento de sus ingresos.

 

Así mismo, para los emprendedores, la articulación con los corporativos potencia la velocidad en su proceso de crecimiento gracias a la experiencia que estos pueden brindarle y la cual se traduce en procesos, canales, aliados y capital, entre otras variables. De esa manera, los emprendedores pueden avanzar de forma acelerada en su camino al tiempo que adquieren los conocimientos propios de un corporativo.

¿Cómo se articulan emprendedores y corporativos?

Para llevar a cabo una estrategia de Corporate Entrepreneurship, es preciso acudir a modelos como Corporate Accelerator (CA) o Corporate Venture Capital (CVC). El primero se da cuando, a través de una aceleradora interna o externa, un corporativo involucra a emprendedores para apoyarlos en el logro de sus propios objetivos, de tal manera que los resultados impliquen valor no solo para ellos, sino también para la compañía; el segundo se da cuando los corporativos toman el rol de inversionistas y apoyados en su experiencia, se involucran en los proyectos de emprendimiento.

Al final, el gran objetivo no es otro que agregar valor a ambas partes dada la velocidad y la especialización de unidades pequeñas de trabajo como los equipos de emprendedores en unión con la experiencia, los canales y la red de mercado propios de una empresa consolidada.

En la práctica, mientras que el Corporate Accelerator supone la transformación de proyectos en negocios tangibles, el Corporate Venture Capital implica el flujo de dinero y la posesión de acciones en proyectos de emprendimiento. Estos dos modelos son los catalizadores de la innovación, de tal forma que, haciendo uso de las siglas, el proceso podría resumirse en la siguiente ecuación: CE = CA + CVC = Corporate Innovation (CI).

Una tendencia global

Aunque a nivel global aún no se cuenta con resultados ponderados sobre el retorno de la inversión en innovación a través de estrategias de Corporate Entrepreneurship dado lo reciente de esta práctica, se cuenta con algunos datos sobre cuánto ha crecido el capital destinado en este modelo en países como Estados Unidos:

Empresas de impacto mundial como Google a través de Google Ventures, Disney con Disney Accelerator, Cisco a través de Cisco Investments, o Dell con Dell Ventures, así como las aceleradoras de startups del nivel de Plug and Play en Silicon Valley, TechStars en diferentes latitudes o TecLean del Tecnológico de Monterrey en México, están echando mano del Corporate Entrepreneurship con el objetivo de generar innovación y garantizar la competitividad de su negocio en el futuro.

Los resultados son tangibles y el Corporate Entrepreneurship es una práctica cada vez más adoptada por las organizaciones líderes en innovación, lo que permite prever que la unión entre emprendedores y corporativos es desde ya y será por mucho tiempo un matrimonio ideal.

Checklist para hacer Corporate Entrepreneurship

Si bien no existe una fórmula infalible, seguir las indicaciones de esta lista te ayudará a interiorizar los conceptos del Corporate Entrepreneurship y convertirlos en parte de la cultura de tu organización.

Cree en la innovación. Es fundamental que los tomadores de decisiones entiendan la importancia y relevancia de innovar.
Vincúlate al ecosistema de Venture Capital y de emprendimiento de tu región. ¡Se vale salirse de la oficina!
Busca apoyo, pues lo normal es que no seas experto en todo. Las aceleradoras de startups especializadas saben cómo hacer el trabajo.
Destina un presupuesto para innovación. Crear implica recursos.
Identifica variables que, si bien generan valor, enfrentan desafíos susceptibles de solucionarse.
Haz un llamado interno y externo para ubicar a los talentos que pueden ofrecer soluciones a los desafíos planteados.
Toma acciones que permitan generar un vínculo en el cual el propósito sea “ganar – ganar” para el corporativo y el emprendedor.
Establece indicadores y haz seguimiento de tal forma que puedas adaptar el proceso a tus necesidades.
Los conceptos

Corporate Entrepreneurship (CE) o Corporate Venture (CV). Es una manera en la que los corporativos, en alianza con emprendedores internos o externos a la organización, generan valor de forma rápida y ágil.
Corporate Accelerator (CA). Es el modelo en el que a través de una aceleradora interna o externa, un corporativo involucra a emprendedores para apoyarlos en el logro de sus propios objetivos, de tal manera que los resultados impliquen valor para ellos y para la compañía.
Corporate Venture Capital (CVC). Es cuando los corporativos toman el rol de inversionistas y apoyados en su experiencia, se involucran en los proyectos de emprendimiento.
Corporate Innovation (CI). Es la estrategia que comprende planes de innovación y desarrollo, a través de mecanismos internos o externos, con el objetivo de generar valor para el corporativo.

indentidad como organización


¿Sabes cuál es tu indentidad como organización?



FORBES- 25 de mayo de 2018
Al saber quiénes somos como organización, se puede clarificar aún más la visión y misión, logrando que la toma de decisiones sea alineada y más colaborativa.

Muchas veces no estamos conscientes como líderes organizacionales, cual es la esencia de la organización para la cual colaboramos. Incluso existen CEO, empresarios o emprendedores que tienen claro lo que ofrecen u ofrecerán al mercado, sin tener definida una identidad como organización.

Es similar a cuando una persona tiene claro que quiere tener éxito en su carrera laboral, sin tener claro quién es, quién quiere ser y que va a lograr, es decir, su identidad.

 

Organizacionalmente, ¿cómo podemos entender el concepto de identidad?

La identidad está ligada al sentido de pertenencia.
La identidad personal es una necesidad del ser humano de interpretarse a sí mismo como parte de algo. Tomando como base la Teoría de la Identidad Social, ésta es construida con base en cómo las personas son percibidas e interpretadas por otros grupos, especialmente a los que pertenece.


Lo mismo pasa en las organizaciones. La identidad organizacional se construye con base en aquellos atributos fundamentales para sus miembros y para la organización. Es el conjunto de todas aquellas características únicas que la describen, considerando su pasado, presente y su futuro. En suma, refleja el sentido de “lo que somos como organización”.

La identidad organizacional parte de la identidad personal
Otro aspecto relevante en la identidad organizacional es el sentido de reciprocidad existente entre las personas y la organización como entidad. Es decir, se genera a partir de un sentido colectivo, teniendo un efecto para ambas partes.

Tanto colaboradores como líderes forman y son formados por el sentido de pertenencia que tienen hacia la organización (sentido de membresía), al mismo tiempo que la organización como entidad es influenciada por el comportamiento y perfil de los colaboradores como individuos.

La identidad organizacional sienta las bases para el compromiso
La identidad organizacional al estar relacionada con el sentido de pertenencia brinda a los colaboradores bases cognitivas y emocionales que fortalecen los lazos psicológicos con la organización, reforzando el compromiso de las personas con su trabajo, equipo y la estrategia.

Cuando las personas sienten identificación con la organización como entidad, se crea un deseo voluntario de pertenecer a ella. Ejemplo de ello es la identificación del colaborador con los valores organizacionales, que genera en las personas una experiencia de seguridad y congruencia resultando en lealtad y reciprocidad hacia la misma.

La cultura es clave para la identidad organizacional
La cultura es la “personalidad” de la organización y se constituye de creencias, ritos, tradiciones, estilos de trabajo, valores y demás aspectos únicos para la organización y que la distingue de otras.

La identidad organizacional es la interpretación y valoración que hacen los miembros de todos estos aspectos con base en el contexto cultural, lo que permite darles un significado, pudiéndolo relacionar con la misma identidad personal.

Es decir, crea el puente entre cultura y personas, lo que permite que los colaboradores puedan analizar su percepción sobre sí mismos, la relación con su entorno y, por ende, la relación entre ellos mismos y la organización.

La identidad organizacional es un factor importante para mejorar el desempeño
La identidad organizacional, al ser un aspecto compartido por las personas, incluyendo valores, filosofía y estilos de trabajo, estimula la colaboración y la voluntad de las personas para colaborar con mayor cercanía hacia el logro de los objetivos estratégicos.

Al tener claro quiénes somos como organización, se puede clarificar aún más la visión y misión de la organización, haciendo que la toma de decisiones sea alineada y más colaborativa. Por otro lado, se maximiza la confianza entre las personas, favoreciendo las relaciones interpersonales, resultando en un cumplimiento efectivo de los objetivos.

Se puede concluir que la identidad organizacional es la esencia de la organización, es la manera en que sus colaboradores, sus clientes, otras organizaciones y demás partes interesadas la identifican.

En caso de que tú colabores en una organización y no tengas clara la identidad de la misma, analiza sus características clave; su filosofía, valores, objetivos y cultura. Esto también te dará claridad para poder colaborar en una organización que resuene con tu propia identidad.

Si te encuentras en la posición de un CEO, Directivo, empresario o emprendedor; si todavía no tienes determinada la identidad de tú organización, es momento de reflexionar sobre ello, pues al definirlo conocerás quien es tu organización, para detallar hacia dónde van y qué es lo que quieren lograr.

martes, 22 de mayo de 2018

¿influenciadores o comunidades?


Las redes: ¿influenciadores o comunidades?



FORBES- 22 de mayo de 2018
Las comunidades son otra opción para conectar con tu audiencia como marca ya que pueden generan un efecto de voces colectivas y mayores vínculos al sentirse parte de un movimiento

Las redes sociales son la principal actividad de los usuarios en Internet, por lo que se han vuelto un canal muy importante para las marcas al conectar con sus consumidores. Sin embargo, a diferencia de los medios como periódicos, radio y televisión; En los canales digitales vemos algunos personajes que han logrado tener una enorme cantidad de seguidores, incluso superando a artistas muy famosos, a los que se les conoce como influenciadores.

De acuerdo con un reporte de Leverage Marketing, 49% de las personas confían en recomendaciones hechas por influenciadores, por lo que 84% de las empresas trabajan o pretenden trabajar con influenciadores dentro de sus planes de marketing y posicionamiento de sus negocios. Sin embargo, 67% de los mercadólogos consideran que el mayor reto está en encontrar influenciadores relevantes y más cuando muchos de estos influenciadores han recurrido a la compra de seguidores falsos para crecer sus números.

Por otro lado existe otra estrategia que están siguiendo algunas marcas, que es la de crear o aliarse con comunidades afines a su público, donde la comunicación en vez de ser de una figura carismática con muchos seguidores, es una forma de comunicación donde todos pueden interactuar como iguales al tener un mismo interés en común.

Hablando con Jorge Herrera, CEO de Empower Media, y Miguel A. López, director de nuevos negocios, quienes han generado comunidades digitales muy importantes en distintas industrias, con una red de más de 20 millones y recientemente están trabajando con Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, para traer a habla hispana WikiTribune, (un periódico que funciona como Wikipedia donde la comunidad genera, revisa y actualiza el contenido), nos comentan:

 

“Gracias a la popularidad de las redes sociales hoy vemos muchas personas intentando ser famosas, creciendo su base de seguidores a toda costa, ya que eso se ha vuelto muy atractivo para varias marcas. Además muchos de estos influenciadores digitales han logrado que el público conecte muy fácil con ellos al presentarse como personas comunes  llegando a generar una mayor intimidad con el público que muchos artistas.

Sin embargo, los influenciadores no siempre son garantía de éxito publicitario, la comunidad que construyen es de ellos y no de las marcas, por lo que es importante analizar la forma en la que se desarrollan las estrategias con estos influenciadores para que no sólo te dejes llevar por el volumen de seguidores, sino también por la afinidad de los intereses que tiene su audiencia con tu marca y así lograr que se vuelvan parte de tu comunidad.

“Las comunidades son otra opción muy interesante para conectar con tu audiencia como marca ya que pueden generan un efecto de voces colectivas y mayores vínculos al sentirse parte de un movimiento”, comenta Miguel López.

“Pero como dice Jimmy Wales, fundador de Wikipedia con quien estamos colaborando, una comunidad no es sólo la gente que se aparece sino la gente que participa y comparte tus valores, por eso es tan importante compartir una causa mayor que una a todos.

Cuando generas una audiencia propia o te sumas a una comunidad existente en tu industria es mucho más fácil entender cómo actúan y se comunican tus consumidores en un ecosistema que les interesa, algo que puede ser mucho más efectivo que un focus group.

En realidad, hoy todos podemos ser influenciadores, con nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo ya que muchas de las decisiones de compra se dan por recomendaciones de gente cercana y la combinación ganadora que hemos visto es la unión de expertos, producto y fans (quienes más siguen una causa o producto).

Para generar y crecer una comunidad es muy importante combinar esfuerzos físicos (offline) con esfuerzos digitales (online) y alinear objetivos para así lograr tener estrategias más efectivas y con resultados medibles”, comenta Jorge Herrera.

Los seres humanos tenemos una necesidad natural de sentirnos parte de alguna causa o movimiento y como latinos al ser altamente sociables, podría ser que nuestra mayor ventaja competitiva en esta nueva economía digital sea la de crear e involucrarnos en comunidades alrededor de temas que nos apasionan.

Los valores


Los valores de Antígona vigentes en el siglo XXI



FORBES- 22 de mayo de 2018
Los valores de una compañía no son los que tiene grabados en una pared, o escritos en la sección “acerca de nosotros” en su página web. Si fuera así, Enron todavía seguiría vigente.

En el año 2000, tan sólo cinco años después de su creación, la compañía energética Enron consiguió aparecer en la lista de la revista Fortune como la séptima mayor de Estados Unidos. Tenía más de 21,000 empleados, una proyección de crecimiento optimista y una sana ambición por mejorar, innovar y crear un ambiente próspero y favorable en la comunidad.

Sin embargo, el éxtasis duró poco, ya que en 2001 se descubrieron numerosas irregularidades en las cuentas, se demostró el fraude de muchos directivos y la compañía terminó en la quiebra y muchos de los altos ejecutivos presos. Es curiosa la historia porque, si uno hubiera podido entrar en aquella época al lobby de su edificio, se habría encontrado una lista de los “valores” que Enron tenía grabados en la pared: integridad, comunicación, respeto y excelencia.

La pregunta que nos hacemos hoy es: ¿eran realmente estos los valores de Enron? ¿Qué son los valores de una compañía? ¿Quién los define y cómo se vive según lo que representan? Casi todas las empresas del mundo de hoy en día, cuando explican su misión y su visión, en algún lado también muestran sus “valores”.

 

Ya sean grabados en la sede física, como Enron, o en un libro de identidad corporativa, o en la página web, de alguna manera es importante comunicar a potenciales clientes: “estos son los parámetros por los que nos guiamos, la motivación que nos hace hacer lo que hacemos”. Claro que una cosa es una lista de palabras bonitas y otra es la coherencia de trabajar, vivir y decidir según lo que nos hemos propuesto. Y, a veces, esto no es tan fácil de lograr.

Sófocles, acaso el dramaturgo griego más famoso de la Antigüedad, nos cuenta la conocida historia de Antígona, que se vio en una situación más que comprometida cuando el rey de Tebas, Creonte, prohibió expresamente dar sepultura a Polinices —hermano de Antígona— por haber sido un enemigo de la ciudad.

La ley que prohibía enterrar a su hermano (ella lo sabía bien) estaba penada con la muerte. Antígona por tanto se vio en una diatriba: por un lado, el mandato del rey, es decir, la legalidad del reino en que se encontraba dictaba una cosa; por otro, sus propios valores (y los de toda la cultura griega, que consideraba el entierro de los muertos no sólo como un derecho inalienable, sino también como un acto sagrado hacia los dioses) le decían que debía desobedecer los “valores” de su rey, aunque ello la llevara a la muerte.

Al final, privó lo que ella consideraba que estaba por encima de las leyes de los hombres, y dio sepultura a su hermano. Al ser descubierta, fue acusada de traición y desobediencia y así condenada a muerte. Sin embargo, le dejó en claro a su rey: “No pensaba que tus proclamas tuvieran tanto poder como para que un mortal pudiera transgredir las leyes no escritas e inquebrantables de los dioses”.

La posición de Antígona estaba muy clara: los valores, para ella, no eran los que estaban escritos en un mandato de ley, sino los que cada uno valoraba como lo más importante y trascendente.

Los valores de una compañía no son los que tiene grabados en una pared, o escritos en la sección “acerca de nosotros” en su página web. Si fuera así, Enron todavía seguiría vigente

Los valores de una compañía son los que la gente que allí trabaja, desde los directivos hasta los últimos colaboradores, valora por encima de todo. Y esto se manifiesta en las decisiones que toman, en las medidas que asumen, en las recompensas que dan, en las contrataciones y aún en los “castigos”.

Es por eso que, si bien en algunos artículos anteriores hemos insistido en la riqueza que aporta la diversidad y en la suma incalculable que ofrecen los equipos complementarios, no podemos dejar de aclarar una premisa fundamental: la diversidad y la complementariedad son positivas siempre y cuando se trabaje sobre valores comunes.

Sin valores, cabe la posibilidad de que florezca una tiranía, como la de Creonte, en Tebas, en la que, tarde o temprano —como con los directivos de Enron—, la verdad salga a la luz. Y ya será demasiado tarde.

Marketing digital


 Marketing digital: El video, el gran favorito



FORBES- 22 de mayo de 2018
La publicidad digital ha superado a la televisión tradicional. Conoce los factores que han llevado al video a convertirse en el Rey de esta ecuación

Se esperaba desde hace varios años y en 2017 al fin sucedió: la inversión en marketing digital superó a la realizada en televisión tradicional. De acuerdo con algunos estudios, ésta fue de 209 billones de dólares (41% de la inversión total) en publicidad digital, contra 178 billones de dólares para la pequeña pantalla (35% de la inversión total).

El video es el gran favorito de los usuarios. Por citar algunas cifras, México es el quinto país en porcentaje de internautas asiduos (a pesar de las limitaciones y costos de conexión); 8 de cada 10 consumen videos online y más de la mitad de ellos lo hace todos los días. A nivel mundial, este formato es responsable de casi el 80% del tráfico en Internet. Por ello, para las marcas el video es muy importante a la hora de promocionar sus productos.

Según diversos análisis, las personas prefieren 4 veces más ver el audiovisual de un producto que leer sobre él. Los consumidores que ven un demo en algún sitio de e-commerce tienen 1.81 veces más oportunidad de comprarlo y más de la mitad de los anunciantes dicen que el video es el formato con mejor ROI.

Con todo esto, es inevitable para los anunciantes hacer la comparación de las campañas de TV versus las de video en Internet. No es fácil para una marca que ha hecho del video la estrategia principal de sus campañas, decidir el porcentaje de inversión que debe poner en cada plataforma. De entrada, lo más complicado es definir cómo se compara la “vista” de un anuncio para el televidente, contra la del internauta.

 

Calcular el impacto que tiene para una persona ver un anuncio por TV o por Internet es muy complejo, por lo que muchas marcas los consideran iguales. Así pues, la decisión de dónde invertir su dinero se basa exclusivamente en el costo por persona que vio el video, independientemente de la plataforma.

Sin embargo, existen factores que sugieren que el valor que se les debe dar es diferente y mucho tiene que ver con el grado de atención que el televidente o internauta puede otorgar a un mensaje.

Diversos estudios afirman que el 55% de los televidentes no pone atención a los anuncios debido al multitasking. Casi siempre tomamos el celular al iniciar los comerciales, adelantamos los anuncios si es un programa grabado, o simplemente cambiamos de canal. Esto quiere decir que solo el 45% de las “vistas” de anuncios en TV tienen la atención del televidente.

Por otro lado, en la medición de anuncios a través de Internet en dispositivos móviles, estos tuvieron un 62% de atención, lo que implica un 37% de mejora. Si adicionalmente incluimos los esquemas existentes de pago por video completado (en donde solo se paga si el video no fue interrumpido por el usuario), el porcentaje de “vistas” pagadas con atención sube a un 84%, lo que lo hace 86% más eficiente que la “vista con atención” en TV.

Dicho de otra manera, el precio por cada persona a la que se presenta un anuncio de TV tendría que ser muchísimo más barato, para obtener el mismo número de usuarios que pusieron atención al anuncio a través de una plataforma digital.

Ahora bien, el nivel de atención puesto en un anuncio no solamente tiene que ver con el medio en donde se presente. Para una campaña publicitaria de video, el medio digital se comporta de una manera totalmente diferente a la TV… En la segunda parte de este artículo describiré justamente las diferencias que presenta el formato digital ante la televisión tradicional.

El aliado perfecto para los negocios


RSC: El aliado perfecto para los negocios



FORBES- 22 de mayo de 2018
Las estrategias de RSC pueden ser “políticas de conducta” dentro de la empresa, que sumen a transparentar la estrategia de negocio ante la comunidad y aplicar programas de desarrollo.

Actualmente la experiencia del cliente tiene que ver con los motivos que guían sus decisiones de compra. El alcance es integrador, pues todas las interacciones de la empresa se enfocan al cliente; desde el interés generado por el marketing, el descubrimiento de la marca, la compra y uso de sus productos o servicios y la atención al cliente, independientemente del canal que use.

Un elemento determinante para la competitividad de las empresas es su habilidad para crear un valor sustancial de la marca. Conectar con la conciencia de los consumidores para fidelizarlos como clientes se logra al compartir los principios e ideales de la marca; y mostrar congruencia entre los valores y la oferta.

Las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ayudan a fortalecer la fidelidad del consumidor e implican un compromiso de contribuir al desarrollo económico sostenible a través de acciones que mejoren la calidad de vida de los colaboradores y sus familias, así como la de la comunidad local y la sociedad en general.

 

Las estrategias de RSC pueden ser “políticas de conducta” dentro de la empresa, que sumen a transparentar la estrategia de negocio ante la comunidad y aplicar programas de desarrollo en vinculación con las autoridades. Por nombrar algunos ejemplos de colaboración con alto impacto en México, podemos mencionar:

Programa Nacional de Reforestación y Cosecha de Agua Coca-Cola Export Corporation, Sucursal México. Este convenio de colaboración con Pronatura México y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) para realizar acciones de reforestación en predios ubicados en las cuencas hidrológicas forestales de importancia nacional, ganó el Reconocimiento a las Mejores Prácticas de Responsabilidad Social Empresarial 2011, en el rubro Cuidado y Preservación del Medio Ambiente, que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía.

Iniciativa de reconocimiento continuo de Ingredion México. A partir de ofrecer reconocimiento de manera proactiva a sus colaboradores desde que inician su carrera laboral, Ingredion logra un bajo nivel de rotación del personal; crecimiento profesional y desarrollo del talento en la organización. Este programa obtuvo el Reconocimiento del Centro Mexicano para la Filantropía a las Mejores Prácticas de RSE 2015, en la categoría de Calidad de Vida, y es considerada por el Ethicspheare Institute como una de las empresas más éticas del mundo – distinción que en México también ha logrado Grupo Bimbo.

“Código de Ética Empresarial” de American Chamber/Mexico. Como parte de su compromiso por fomentar una cultura de la legalidad, el código de actuar ético y responsable fue compartido a sus más de 1,450 empresas socias y suscrito por las empresas, los empleados y proveedores de las mismas.

El actuar ético de las empresas refleja y delimita las relaciones con su entorno. Una herramienta que permite avanzar en este sentido es la normativa internacional ISO 26000, que ayuda a las organizaciones para establecer, implementar, mantener y mejorar los marcos o estructuras de RSC; teniendo el propósito de fomentar que las organizaciones vayan más allá del cumplimiento legal.


 Principios de la Norma ISO26000

En conclusión, las estrategias de RSE generan para las empresas:

Una ventaja competitiva. Entre los hábitos de consumo de las nuevas generaciones existe la valoración más allá de costo beneficio directo, sino por aspectos como el medio ambiente, la diversidad o los esfuerzos contra la corrupción.
Mayor motivación y compromiso. Por una parte, cuando la aplicación de estrategias de RSE beneficia directamente a sus colaboradores, aumenta su grado de satisfacción y compromiso. Por otra, su incidencia positiva en la comunidad fomenta el orgullo de formar parte de la empresa, incidiendo de manera muy positiva en la productividad y competitividad.
Reputación. El compromiso se extiende hacia la comunidad y las autoridades, generando un vínculo de lealtad duradero.
Más aún, la RSE se ha convertido en un instrumento muy eficaz para reducir los riesgos potenciales asociados a las actividades que desarrollan las empresas, ya que, al incorporar prácticas sustentables a lo largo de la cadena de valor, se reduce significativamente la probabilidad de incurrir en malas prácticas.

Incentivadas por un cliente más consciente y selectivo, las empresas son ahora agentes activos y decisivos en la tarea de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible trazados por las Naciones Unidas.

Toda empresa debe conocer las tendencias que están marcando la actuación de las personas. Ser conscientes de nuestras decisiones de manera personal marcará la diferencia, Hoy en día no se puede implementar una estrategia sin el aliado perfecto: RSC.