Brasil resigna un punto en Perú (1-1)
Un seleccionado peruano motivado y con gran espíritu de lucha le arrancó un empate 1-1 a un Brasil un tanto apático, en el partido que cerró la tercera fecha de las eliminatorias sudamericanas para la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, disputado en el estadio Monumental de Lima.
Kaká, el volante del AC Milán, había puesto en ventaja a Brasil en el minuto 40, con un sólido remate desde fuera del área que venció al golero Diego Penny.
Dada la solidez que mostraba la defensa brasileña parecía que esa anotación bastaría para darle su segunda victoria en la eliminatoria, pero en el segundo tiempo, con un Perú jugado al ataque, el volante Juan Vargas alcanzó la igualdad en el minuto 71.
Vargas recogió el rebote de un tiro de esquina y su remate fue desviado por el defensor central Lucio, que confundió por completo a su arquero, Julio César, dejando el 1-1 definitivo.
Con este resultado, Brasil queda con cinco puntos, producto de un triunfo y dos empates, y Perú con dos puntos.
El primer tiempo mostró una lucha en el medio campo entre un Brasil que inició, tal como en sus dos primeros partidos en la eliminatoria, a un ritmo lento, dejando la iniciativa a su rival.
Frente a su público, Perú lució motivado, ordenado en el medio campo y confiado en el tridente delantero de Paolo Guerrero, Claudio Pizarro y Jefferson Farfán, que se acercaron los primeros minutos aunque sin inquietar demasiado a la defensa brasileña.
Los primeros 30 minutos se fueron en escaramuzas en el centro del campo, con un Brasil sólido atrás y apático del medio hacia adelante.
Pero luego de la primera media hora, la ofensiva brasileña pareció despertar, de la mano de Kaká.
El volante del Milán puso a los 38 un balón en profundidad y Robinho no logró definir ante la salida del golero Penny.
Fue como una voz de alerta. Dos minutos más tarde, Kaká remató desde fuera del área remató de derecha y la bola entró rozando el vertical izquierdo para el 1-0 de Brasil.
Perú no se desanimó y se fue con todo contra el arco de Julio César pero la mejor ocasión en el cierre de la primera mitad fue de nuevo para Kaká, quien lanzó un tiro alto que fue desviado in extremis por el arquero Penny.
En el comienzo del segundo tiempo, el partido pareció abrirse por la necesidad de los locales de ir a buscar el empate. Brasil, con cierta apatía, se limitaba a esperar y a dejar que Kaká -a falta de un Ronaldinho que se limitó a transitar sin demasiada trascendencia por el centro de la cancha- encontrara un espacio para Wagner Love o Robinho.
El empeño peruano chocaba constantemente con una defensa brasileña aplicada. Y Brasil demostraba que cuando quería llegaba con relativa facilidad al arco local.
Así ocurrió con un tiro libre de Ronaldinho, desviado por Penny, y dos minutos después el golero se lució ante un remate a quemarropa de Lucio a la salida de un tiro de esquina.
El control que Brasil ejercía se fue al traste en el minuto 71 cuando Vargas remató desde fuera del área tras un rechazo de tiro de esquina. El remate de Vargas desde unos 25 metros fue desviado por Lucio, impidiendo la reacción del golero Julio César.
El tono del partido cambió, con un Brasil sorprendido y un Perú motivadísimo bajo el aliento de su público. Los incas creyeron en sus posibilidades y siguieron atacando, aunque los últimos minutos mostraron a un Brasil buscando -tardíamente- la victoria.
La última jugada del partido fue un remate de cabeza del brasileño Juan que pegó contra el horizontal. Fue el símbolo de lo que pudo ser si Brasil se hubiera decidido a ganar el partido.
Brasil (BRA)
En el Planeta Fútbol, nadie ha ganado tanto como Brasil. Los sudamericanos no sólo suman la mayor cantidad de títulos en la historia, el número más alto de victorias y la cifra más importante de goles convertidos en la máxima cita internacional, sino que siempre han superado con éxito las eliminatorias sudamericanas. Los actuales bicampeones de América y reyes de la Copa FIFA Confederaciones, sin embargo, fallaron en su intento por alcanzar su cuarta final consecutiva en Alemania 2006. Aquel torneo marcaría el cierre de un capítulo dorado en la historia del fútbol auriverde que ahora, de la mano de Dunga, busca mantenerse emparentado con los éxitos.
A la hora de evaluar su historia, cabe remarcar que los comienzos no fueron tan sencillos. Allá por 1950, los brasileños prepararon su torneo con la seguridad de que celebrarían el título en el flamante e impactante estadio Maracaná, pero no contaban con que el Uruguay del valiente Obdulio Varela se impondría en el partido decisivo. Ocho años más tarde, en Suecia, llegaría la primera consagración de la mano de un joven de 17 años, conocido como Pelé. Su magia, junto a la de Garrincha y otros grandes históricos, fue suficiente para imponer supremacía en esa época, que se prolongó con los títulos en Chile 1962 y, quizás el más espectacular de todos, en México 1970.
Sin embargo, el alejamiento de Pelé trajo sus consecuencias, y debieron pasar 24 años, y varias generaciones doradas de futbolistas, para volver a instalarse en lo más alto del podio mundial. En EEUU 1994, de la mano de Carlos Parreira, un equipo más táctico que técnico, pero iluminado por la magia de Romario, Bebeto y el liderazgo de Dunga, se impuso a Italia en los penales tras la primera final de la historia igualada sin goles. En 1998, con Ronaldo en lugar de Romario, el equipo que conducía el ya mítico Mario Zagallo fue goleado por Francia en la final, herida que no cerraría sino cuatro años más tarde. En la edición de Corea/Japón 2002, sin llegar como favorito, el conjunto de Luiz Felipe Scolari se encargó de barrer con todos los pronósticos y levantar un nuevo título, el del Pentacampeonato, con el fútbol brillante de las "tres erres": Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho.
En 2006, el equipo liderado por Parreira presentaba, quizás, la mayor constelación de estrellas de los últimos años: Kaka, Zé Roberto, Ronaldinho, Adriano y Ronaldo se presentaban como una amenaza letal para cualquier defensa. Pero no para la de Francia, que se impuso 1-0 en los cuartos de final y envió a los brasileños a casa. Sólo la marca de Ronaldo, que se convirtió en el máximo goleador histórico de la competencia, sirvió como aliciente en la dolorosa desilusión Auriverde.
Desde entonces, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) confió los destinos de su equipo a un hombre de trayectoria ganadora: Carlos Dunga, el capitán del conjunto campeón en 1994 que, curiosamente, nunca había dirigido a ningún equipo desde su retiro de la actividad profesional. Y no falló: prescindiendo de varias de sus figuras y apoyado en una nueva generación de futbolistas, el estratega lideró a los brasileños hasta conquistar la pasada Copa América disputada en Venezuela con una memorable goleada 3-0 sobre Argentina en la final. Sin dudas, un envión anímico fundamental para intentar repetir el primer puesto de las pasadas eliminatorias que depositaron al equipo en Alemania 2006.
Perú (PER)
Entre 1970 y 1982 una generación dorada de futbolistas peruanos logró clasificarse para tres de las cuatro Copas Mundiales de la FIFA y ganó la Copa América en 1975. Teófilo Cubillas, estrella del equipo, marcó cinco goles en dos torneos diferentes, y su habilidad y estilo atacante se convirtieron para el mundo en el emblema de la selección peruana de los años 70. Sin embargo, seis tropiezos consecutivos en la campaña de clasificación han opacado el honor de la que fuera una próspera selección.
Las últimas experiencias incaicas en las fases preliminares a la Copa Mundial de la FIFA no han hecho más que incrementar la desilusión. En su camino hacia Francia 1998, Perú finalizó en el quinto puesto y quedó fuera del máximo torneo internacional apenas por diferencia de gol. Pero los resultados serían más desalentadores en las competencias clasificatorias para Corea/Japón 2002 y Alemania 2006: en ambas terminó en el noveno y anteúltimo puesto.
En su historia dentro de la competencia madre, hay que mencionar diferentes procesos. Tras debutar en la Copa Mundial de la FIFA en su edición inaugural, Uruguay 1930, Perú dejó un buen recuerdo en el torneo de México 1970 venciendo a Bulgaria y a Marruecos en un comienzo de torneo realmente trepidante. El Brasil de Rivelino, Tostão, Jairzinho y Pelé acabó con esa aventura gracias a un 4-2 en los cuartos de final. En el torneo de Argentina 1978, Perú también sobrevivió a la liguilla de grupos imponiéndose a Escocia y a Irán, y empatando con la que fuera finalista, Holanda.
Ya en la segunda ronda, que consistía en una segunda liguilla de grupos, los peruanos no lograron cumplir con las expectativas cayendo mansamente ante Brasil, Polonia y Argentina sin arañar ni un solo gol. Para el torneo de España 1982, la magia se había esfumado y el equipo cayó en el primer obstáculo, empatando con Camerún e Italia antes de ser aplastado por Polonia con un 5-1.
Ningún peruano se imaginaría entonces que ésa sería la última visita del siglo que su selección haría a la Copa Mundial de la FIFA. Ahora, tras el alejamiento de Julio César Uribe luego de la Copa América Venezuela 2007, el responsable de liderar al equipo es José Chemo Del Solar. El ex futbolista de la selección incaica, que cerca estuvo de llevar a los suyos al máximo torneo internacional en la década del 90', busca cumplir con su viejo sueño en Sudáfrica 2010.
Un seleccionado peruano motivado y con gran espíritu de lucha le arrancó un empate 1-1 a un Brasil un tanto apático, en el partido que cerró la tercera fecha de las eliminatorias sudamericanas para la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, disputado en el estadio Monumental de Lima.
Kaká, el volante del AC Milán, había puesto en ventaja a Brasil en el minuto 40, con un sólido remate desde fuera del área que venció al golero Diego Penny.
Dada la solidez que mostraba la defensa brasileña parecía que esa anotación bastaría para darle su segunda victoria en la eliminatoria, pero en el segundo tiempo, con un Perú jugado al ataque, el volante Juan Vargas alcanzó la igualdad en el minuto 71.
Vargas recogió el rebote de un tiro de esquina y su remate fue desviado por el defensor central Lucio, que confundió por completo a su arquero, Julio César, dejando el 1-1 definitivo.
Con este resultado, Brasil queda con cinco puntos, producto de un triunfo y dos empates, y Perú con dos puntos.
El primer tiempo mostró una lucha en el medio campo entre un Brasil que inició, tal como en sus dos primeros partidos en la eliminatoria, a un ritmo lento, dejando la iniciativa a su rival.
Frente a su público, Perú lució motivado, ordenado en el medio campo y confiado en el tridente delantero de Paolo Guerrero, Claudio Pizarro y Jefferson Farfán, que se acercaron los primeros minutos aunque sin inquietar demasiado a la defensa brasileña.
Los primeros 30 minutos se fueron en escaramuzas en el centro del campo, con un Brasil sólido atrás y apático del medio hacia adelante.
Pero luego de la primera media hora, la ofensiva brasileña pareció despertar, de la mano de Kaká.
El volante del Milán puso a los 38 un balón en profundidad y Robinho no logró definir ante la salida del golero Penny.
Fue como una voz de alerta. Dos minutos más tarde, Kaká remató desde fuera del área remató de derecha y la bola entró rozando el vertical izquierdo para el 1-0 de Brasil.
Perú no se desanimó y se fue con todo contra el arco de Julio César pero la mejor ocasión en el cierre de la primera mitad fue de nuevo para Kaká, quien lanzó un tiro alto que fue desviado in extremis por el arquero Penny.
En el comienzo del segundo tiempo, el partido pareció abrirse por la necesidad de los locales de ir a buscar el empate. Brasil, con cierta apatía, se limitaba a esperar y a dejar que Kaká -a falta de un Ronaldinho que se limitó a transitar sin demasiada trascendencia por el centro de la cancha- encontrara un espacio para Wagner Love o Robinho.
El empeño peruano chocaba constantemente con una defensa brasileña aplicada. Y Brasil demostraba que cuando quería llegaba con relativa facilidad al arco local.
Así ocurrió con un tiro libre de Ronaldinho, desviado por Penny, y dos minutos después el golero se lució ante un remate a quemarropa de Lucio a la salida de un tiro de esquina.
El control que Brasil ejercía se fue al traste en el minuto 71 cuando Vargas remató desde fuera del área tras un rechazo de tiro de esquina. El remate de Vargas desde unos 25 metros fue desviado por Lucio, impidiendo la reacción del golero Julio César.
El tono del partido cambió, con un Brasil sorprendido y un Perú motivadísimo bajo el aliento de su público. Los incas creyeron en sus posibilidades y siguieron atacando, aunque los últimos minutos mostraron a un Brasil buscando -tardíamente- la victoria.
La última jugada del partido fue un remate de cabeza del brasileño Juan que pegó contra el horizontal. Fue el símbolo de lo que pudo ser si Brasil se hubiera decidido a ganar el partido.
Brasil (BRA)
En el Planeta Fútbol, nadie ha ganado tanto como Brasil. Los sudamericanos no sólo suman la mayor cantidad de títulos en la historia, el número más alto de victorias y la cifra más importante de goles convertidos en la máxima cita internacional, sino que siempre han superado con éxito las eliminatorias sudamericanas. Los actuales bicampeones de América y reyes de la Copa FIFA Confederaciones, sin embargo, fallaron en su intento por alcanzar su cuarta final consecutiva en Alemania 2006. Aquel torneo marcaría el cierre de un capítulo dorado en la historia del fútbol auriverde que ahora, de la mano de Dunga, busca mantenerse emparentado con los éxitos.
A la hora de evaluar su historia, cabe remarcar que los comienzos no fueron tan sencillos. Allá por 1950, los brasileños prepararon su torneo con la seguridad de que celebrarían el título en el flamante e impactante estadio Maracaná, pero no contaban con que el Uruguay del valiente Obdulio Varela se impondría en el partido decisivo. Ocho años más tarde, en Suecia, llegaría la primera consagración de la mano de un joven de 17 años, conocido como Pelé. Su magia, junto a la de Garrincha y otros grandes históricos, fue suficiente para imponer supremacía en esa época, que se prolongó con los títulos en Chile 1962 y, quizás el más espectacular de todos, en México 1970.
Sin embargo, el alejamiento de Pelé trajo sus consecuencias, y debieron pasar 24 años, y varias generaciones doradas de futbolistas, para volver a instalarse en lo más alto del podio mundial. En EEUU 1994, de la mano de Carlos Parreira, un equipo más táctico que técnico, pero iluminado por la magia de Romario, Bebeto y el liderazgo de Dunga, se impuso a Italia en los penales tras la primera final de la historia igualada sin goles. En 1998, con Ronaldo en lugar de Romario, el equipo que conducía el ya mítico Mario Zagallo fue goleado por Francia en la final, herida que no cerraría sino cuatro años más tarde. En la edición de Corea/Japón 2002, sin llegar como favorito, el conjunto de Luiz Felipe Scolari se encargó de barrer con todos los pronósticos y levantar un nuevo título, el del Pentacampeonato, con el fútbol brillante de las "tres erres": Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho.
En 2006, el equipo liderado por Parreira presentaba, quizás, la mayor constelación de estrellas de los últimos años: Kaka, Zé Roberto, Ronaldinho, Adriano y Ronaldo se presentaban como una amenaza letal para cualquier defensa. Pero no para la de Francia, que se impuso 1-0 en los cuartos de final y envió a los brasileños a casa. Sólo la marca de Ronaldo, que se convirtió en el máximo goleador histórico de la competencia, sirvió como aliciente en la dolorosa desilusión Auriverde.
Desde entonces, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) confió los destinos de su equipo a un hombre de trayectoria ganadora: Carlos Dunga, el capitán del conjunto campeón en 1994 que, curiosamente, nunca había dirigido a ningún equipo desde su retiro de la actividad profesional. Y no falló: prescindiendo de varias de sus figuras y apoyado en una nueva generación de futbolistas, el estratega lideró a los brasileños hasta conquistar la pasada Copa América disputada en Venezuela con una memorable goleada 3-0 sobre Argentina en la final. Sin dudas, un envión anímico fundamental para intentar repetir el primer puesto de las pasadas eliminatorias que depositaron al equipo en Alemania 2006.
Perú (PER)
Entre 1970 y 1982 una generación dorada de futbolistas peruanos logró clasificarse para tres de las cuatro Copas Mundiales de la FIFA y ganó la Copa América en 1975. Teófilo Cubillas, estrella del equipo, marcó cinco goles en dos torneos diferentes, y su habilidad y estilo atacante se convirtieron para el mundo en el emblema de la selección peruana de los años 70. Sin embargo, seis tropiezos consecutivos en la campaña de clasificación han opacado el honor de la que fuera una próspera selección.
Las últimas experiencias incaicas en las fases preliminares a la Copa Mundial de la FIFA no han hecho más que incrementar la desilusión. En su camino hacia Francia 1998, Perú finalizó en el quinto puesto y quedó fuera del máximo torneo internacional apenas por diferencia de gol. Pero los resultados serían más desalentadores en las competencias clasificatorias para Corea/Japón 2002 y Alemania 2006: en ambas terminó en el noveno y anteúltimo puesto.
En su historia dentro de la competencia madre, hay que mencionar diferentes procesos. Tras debutar en la Copa Mundial de la FIFA en su edición inaugural, Uruguay 1930, Perú dejó un buen recuerdo en el torneo de México 1970 venciendo a Bulgaria y a Marruecos en un comienzo de torneo realmente trepidante. El Brasil de Rivelino, Tostão, Jairzinho y Pelé acabó con esa aventura gracias a un 4-2 en los cuartos de final. En el torneo de Argentina 1978, Perú también sobrevivió a la liguilla de grupos imponiéndose a Escocia y a Irán, y empatando con la que fuera finalista, Holanda.
Ya en la segunda ronda, que consistía en una segunda liguilla de grupos, los peruanos no lograron cumplir con las expectativas cayendo mansamente ante Brasil, Polonia y Argentina sin arañar ni un solo gol. Para el torneo de España 1982, la magia se había esfumado y el equipo cayó en el primer obstáculo, empatando con Camerún e Italia antes de ser aplastado por Polonia con un 5-1.
Ningún peruano se imaginaría entonces que ésa sería la última visita del siglo que su selección haría a la Copa Mundial de la FIFA. Ahora, tras el alejamiento de Julio César Uribe luego de la Copa América Venezuela 2007, el responsable de liderar al equipo es José Chemo Del Solar. El ex futbolista de la selección incaica, que cerca estuvo de llevar a los suyos al máximo torneo internacional en la década del 90', busca cumplir con su viejo sueño en Sudáfrica 2010.
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