Festejar y sonreír, no son las claves del
éxito, pero cómo ayudan
FORBES- 20 de septiembre de 2019
Si una persona sonríe más que
otra y las dos entran a un evento social, la primera va a tener mayor
probabilidad de éxito
“Puede que encuentren a alguien
que haga el trabajo tan bien como yo, pero no creo que encuentren a nadie que
se divierta tanto al hacerlo” ⎮ Bill Clinton
En mi consultorio es mucho más
frecuente atender pacientes con problemas emocionales negativos. Pero la
alegría es una emoción básica y universal. Y aunque no ha generado el mismo
interés de los psicólogos por investigarla como los sentimientos negativos lo
han hecho tiene gran relevancia en el ser humano.
Tiene una función adaptativa y de
evolución, al igual que las emociones negativas.
Por ejemplo, si una persona
sonríe más que otra y las dos entran al mismo evento social, la primera va a
tener mayor probabilidad de éxito, es decir, que se aproximen más a ella, que
logre más cosas que busca que aquella que se mantiene seria y sin sonreír. A final de cuentas, el que está alegre sonríe
más y, desde la prehistoria, tendemos a acercarnos más a quienes están más
contentos y felices, esto ha ayudado a nuestra especie a evolucionar.
México ocupa el puesto 16 de los
países más felices del mundo, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas
(ONU). (Fuente: INEGI)
¿Por qué? Porque atraemos a más
personas para socializar. Al socializar tenemos mayores probabilidades de
escoger a un “mejor partido” para que los genes se transmitan y así podamos
seguir evolucionando. Además, al atraer a más personas, cuando tenemos una
dificultad también es más probable que alguien me ayude y no perezca en mi
evolución. Finalmente, como dice el
dicho popular: “quien canta sus males, espanta”.
A veces lloramos de alegría
Es una condición universal,
Charles Darwin refirió que en momentos de alegría los chinos, hindúes, malayos,
aborígenes australianos, etc. la presentaban. No todas las personas lloran de
alegría, pues hay muchas que ni siquiera lloran en años ante eventos tristes o de
pérdida, pero es una característica que nuestro cuerpo presenta.
Te menciono tres situaciones en
las que algunas personas pueden llorar de alegría.
1. Lágrimas de Victoria
Cuando sentimos una emoción
positiva (alegría, amor) o negativa (enojo, angustia) nuestro cuerpo se activa.
Esto es gracias a un sistema fisiológico llamado simpático. Cuando nos
tranquilizamos es gracias a la activación de su contraparte, el sistema
parasimpático. Si te observas, cuando
estás enojado, angustiado, excitado sexualmente, haces ejercicio aeróbico o
estás ante una situación de gran felicidad, tu cuerpo presenta ciertas
respuestas fisiológicas de la misma forma: tus músculos están tensos, tu
respiración es rápida y corta (con la parte superior de tu pecho), tu corazón está
acelerado; aunque no lo notes, tus pupilas están dilatadas, entre otras
respuestas físicas. Lo que cambia es el
contexto externo y tu pensamiento ante la situación.
Cuando estamos muy alegres, como
los deportistas cuando escuchan su himno nacional al recibir una medalla
olímpica después de mucho esfuerzo para lograrlo, podemos llorar. Es una respuesta fisiológica más que se
activa cuando el sistema simpático entra en acción ante una gran emoción.
No sólo los deportistas o las
“Miss Universo” lloran de alegría. El 8 de noviembre del 2000, Bill Clinton
dejó ver una lágrima cuando festejaba con Hillary la victoria de ella en las
elecciones al senado. La pregunta a
hacernos sería ¿todas las lágrimas y sonrisas de alegría son sinceras? Te platicaré de esto un poco más adelante.
Otra función en las lágrimas de
victoria es la de calmar la envidia y la hostilidad de quienes no lograron el
éxito. A final de cuentas, es más fácil
sentir resentimiento o envidia hacia quien nos ganó y está alegre que a quien
llora, a pesar de que nos ganó.
2. Lágrimas de Reencuentro
Hay personas que lloran con un
ser querido cuando se reúnen con él después de una separación. Inclusive, les pasa a muchos que al ser
testigos de una situación similar (aunque no les pase a ellos directamente)
lloran, como en el cine. Esto último es porque se proyectan a esa situación y
la viven conforme la presencian, aunque sea en otros. En algunas ocasiones brotan lágrimas de
alegría porque van mezcladas con tristeza.
Alegría por volver a estar con esa persona y tristeza por el recuerdo de
los sufrimientos pasados o por la perspectiva de una posible o futura pérdida.
3. Lágrimas de ayuda o protección
Las lágrimas tienen una función
social, las de pedir ayuda para atraer a las personas hacia nosotros de forma
empática (tratando de entender lo que sentimos).
La alegría es una emoción intensa
y deseable, pero ¿quisieras sentirla de forma constante y permanente?
Porque además de que no es
factible, no nos podríamos adaptar al mundo y no podríamos haber evolucionado
como especie, ya no sería alegría.
Quizás entonces sea mejor buscar
estar de buen humor y sonreír más.
Efectos benéficos del buen humor:
Nos hace más creativos. Si
trabajamos en un ambiente laboral que se caracteriza no solo de cordialidad
sino de buen humor va a hacer que además de que vayamos con mayor gusto a
trabajar, seamos más productivos.
Nos hace ayudar más a los demás.
Además de observarlo en las personas, se han hecho estudios psicológicos que
demuestran que cuando una persona está de buen humor tiene mayor disponibilidad
para ayudar a alguien más.
También se ha visto que el efecto
del buen humor para ayudar a otro suele manifestarse con corta duración y con
una ayuda moderada.
Nos vuelve más emprendedores.
Ante el buen humor solemos aceptar riesgos moderados con mayor facilidad que al
estar de “mal humor”. Lo cual no implica que las personas de buen humor suelen
correr riesgos exagerados, al contrario.
Efectos benéficos de la risa
Efectos psicológicos:
Nos hace más susceptibles a la alegría, a
gozar y a la confianza ante la adversidad.
Nos produce un efecto catártico, de liberación
emocional.
Nos facilita comunicarnos y estar con más
energía, para afrontar la vida de forma más positiva.
Efectos fisiológicos
Nos relaja.
Libera endorfinas (encefalinas) que funcionan
como un analgésico “natural” en el cuerpo.
Disminuye el cortisol (hormona del estrés) y
fortalece nuestro sistema inmunológico.
Incrementa el umbral del dolor.
¿Todas las risas, sonrisas,
carcajadas y lágrimas de alegría son sinceras?
El primero en
describir y diferenciar entre una sonrisa sincera y una falsa fue el médico
francés Duchenne de Boulogne, en el siglo XIX. Paul Ekman, (etólogo, experto en
emociones) en honor a él propuso llamar a la sonrisa de alegría verdadera como:
“sonrisa de Duchenne”.
¿Ejemplos de sonrisa de Duchenne?
La sonrisa ‘verdadera’, o de
Duchenne es la que nos han mostrado personajes como Bill Clinton o Julia
Roberts. En tanto, la sonrisa vacía es la que nos muestran Richard Nixon o
Salma Hayek.