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martes, 29 de enero de 2008

Pscologia

POR LOS OJOS DE LA PSICOLOGÍA
Psicólogo Franz Rivera Mansilla

Muchos de los deportistas, por no decir casi todos, consideran que la psicología es importante y fundamental para el logro de un rendimiento óptimo y alcanzar objetivos; sin embargo, algunos de ellos son renuentes a la intervención de un psicólogo en su equipo o práctica deportiva individual.
Varias veces he escuchado directa e indirectamente, de los propios deportistas jóvenes y adultos… ¿psicólogo?, ¿para qué?, ¡acaso estoy loco!, ¡yo se más que el psicólogo!, ¡yo le engaño y no pasa nada!, ¡no me gusta trabajar con psicólogo!, ¡mejor apoyen con infraestructura, ropa deportiva, paguen más y no gasten en psicólogo!...
Será tal vez, porque los que han trabajado en alguna oportunidad con un psicólogo lo vieron a este como un espía, como el chismoso del técnico o entrenador, como el evaluador encargado de brindar charlas aburridas o como el circunspecto y distante profesional de la psicología. Quizá también fue que los profesionales que han incursionado a laborar en la actividad deportiva carecían de la formación e información de la especialidad (psicología deportiva), siendo éste un gran inconveniente para desempeñar una eficiente labor.
La percepción de los deportistas hacia el psicólogo no ha sido últimamente de las mejores, y es que otra razón importante de las limitaciones del servicio psicológico, principalmente para deportistas jóvenes y adultos, es que al incursionar el profesional de la psicología en una institución deportiva, se encuentra con una estructura que está señalada, diseñada y organizada para el entrenador, el preparador físico, el directivo, el médico, el kinesiólogo, el utilero, el delegado, etc., menos para el psicólogo.
El deportista joven y adulto esta acostumbrado a entrenar durante unas horas y después de un extenuante entrenamiento, se ducha y se va; y, en estas condiciones ¿qué tan dispuesto estaría un deportista de trabajar un tiempo más con el psicólogo?, ¡así sea el mejor profesional del mundo, realizando el mejor trabajo del mundo!, lo más probable es que el deportista sienta que se le quita el tiempo de su rutina diaria, lo cual le incomoda; sin embargo, en que medida el dirigente esta dispuesto a comprometerse en respaldar y brindar condiciones para la labor psicológica; y finalmente, en que medida el entrenador esta dispuesta en apoyar y respaldar la figura del psicólogo.
Además ¿se podrá medir el rendimiento psicológico a partir del psicólogo?, el atribuir al psicólogo la esfera psicológica del equipo o del deportista, es otro concepto al parecer equivocado, puesto que el rendimiento psicológico está envuelto y relacionado a toda una institución, existiendo responsabilidades compartidas; por eso una actitud, hecho o palabra mal dicha, mal pronunciada, salida del entorno deportivo; influye y todo se desbarata; pero ¿a quién le importa, aparte del psicólogo, la parte humana y sensitiva del deportista mientras no consigue un resultado, sabiendo que si gana es lo máximo y si pierde es lo peor?.Existe mucho que decir y analizar en referencia a la labor del psicólogo inmerso en la actividad deportiva, pero primero tendríamos que definir claramente la participación del psicólogo dentro de un deporte (individual o colectivo) y saber dar la importancia que tiene el entorno en el desarrollo efectivo de su trabajo. (SDP)

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