Los creadores de Netflix, Skype y
Twitter comparten sus experiencias en Argentina
EFE - septiembre de 2014
Directivos de Netflix, Twitter y
Skype compartieron sus experiencias en la industria tecnológica y disertaron
sobre tendencias de innovación, creatividad y estrategias digitales, durante la
primera edición de la Conferencia de Marketing Digital que se celebró hoy en
Buenos Aires.
Jonas Kjellberg, uno de los
creadores de Skype; Marc Randolf, cofundador de Netflix, y Dom Sagolla, de la
red social Twitter, explicaron los inicios de las tres empresas y analizaron
las claves de su éxito.
La importancia del "factor
deleite", que de un plus a los usuarios y marque la diferencia con
respecto a los competidores fue la idea central de la intervención de Kjellberg,
que ahondó también en transmitir cómo crear una cultura de ventas ganadora.
¿Cómo cambiar la industria y
hacer algo diferente?, planteó el conferenciante, quien profundizó en la
búsqueda de estrategias de venta para lograr los primeros clientes a los que ir
sumando cada vez más.
"La idea es innovar y no
imitar, algo que es muy difícil de hacer", señaló Kjellberg, quien explicó
que en el caso de Skype el factor deleite fue el coste cero de las llamadas.
Para él, son tres las premisas
que todo emprendedor tiene que seguir para desarrollar una "start-up"
(compañía incipiente): la frecuencia, el deleite y la construcción de un modelo
de trabajo innovador.
Sobre todo, Kjellberg destacó la
importancia de arriesgar, pero también de "estar dispuesto a fracasar",
porque "de ese fracaso aparece el mejor éxito".
Sobre el miedo al fracaso disertó
también Randolf, un "optimista de nacimiento", quien reconoció que
ese temor existe, aunque subrayó que su superación es la que lleva al éxito.
"Cualquiera puede lograr ser
emprendedor, y no hace falta tener un título muy importante ni ir a una gran
universidad, ni siquiera ser muy inteligente", dijo.
Según el cofundador de Netflix,
empresa norteamericana audiovisual creada en 1997, para alcanzar el éxito es
necesario tener tolerancia al riesgo y una idea cualquiera, "no hace falta
que sea grande, ni original, ni compleja".
"Y cómo saber cuál es la
idea buena y cuál es la mala?. Hay que intentarlo y asumir el riesgo",
subrayó.
Pero ante todo, para Randolf es
fundamental "buscar el dolor", es decir, definir "¿qué se
necesita mejorar?".
"Hay que buscar el propio
dolor entre las cosas que se ven en el trabajo, en las propias vidas",
argumentó.
Y en medio de ese proceso,
prosiguió, "las ideas llegan en un momento 'eureka'", como ocurrió
con Netflix, que comenzó con el envío de DVDs por correo y en la actualidad
proporciona mediante una tarifa plana mensual películas y series de televisión,
principalmente, bajo demanda por Internet.
"La persistencia es
fundamental en un buen emprendedor. Hay que probar muchas malas ideas, esa es
la base de las start-ups", señaló Randolf.
Para el ejecutivo de Sillicon
Valley, los costes de ese proceso no tiene que ser altos, porque simplemente se
trata de comprobar si "la idea esencial funciona, no es necesario llegar
hasta la fase final del producto".
Y para tener éxito, Randolf animó
a los jóvenes emprendedores a "creer en uno mismo".
El inicio de la intervención de
Dom Sagolla, cofundador de Twitter fue contundente: "Todos en esta sala
tienen el poder de cambiar el mundo en 140 caracteres".
Una cifra que, según él, es capaz
de dejar el intelecto del usuario de esa red social "al desnudo", por
su inmediatez y la adicción que genera.
"En Twitter no importa tanto
el contenido como la conexión humana que genera", dijo para después
analizar lo que él denomina la "anatomía de un tuit", mensaje corto
que "no es mas que la punta de un iceberg en el que lo fuerte es el
contexto".
Sagolla explicó sus diferentes
experiencias de innovación en comunidad, y señaló que para que las buenas ideas
fluyan es necesario marcarse límites, poner el foco en algo en concreto y
"aislarse para estar libre de distracciones".
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