Grandes negocios que se vendieron
a un precio irrisorio
BBC Mundo - martes, 4 de agosto
de 2015
Algunos negocios son baratos
porque esconden deudas o situaciones difíciles. Otros son grandísimas
oportunidades.
¿Imagina comprar un imperio
económico por un dólar? Todo el mundo anhela comprar algo valioso a precio de
ganga. Lo que quizá pocos acertaron a soñar es que podrían adquirir negocios
millonarios por precios tan irrisorios como un dólar o unos pocos miles como
máximo.
Esas oportunidades existen,
aunque no siempre son lo que parecen.
En algunos casos son negocios que tienen
importantes deudas, otros corresponden a mercados que caen en picado y los hay
que son tan caros de mantener que nadie quiere hacerse cargo de ellos. Pero
ojo, también existen las verdaderas oportunidades: importantes partes de las
empresas más exitosas del momento se vendieron por unos cientos de dólares.
A continuación, algunos de los
casos más importantes en los que se han dado estas situaciones.
Una mina de US$631 millones
vendida por tan sólo un dólar
Se puede empezar por el último
caso.
A finales de julio la mina de
carbón de coque Isaac Plains (estado de Queensland, Australia), fue vendida por
la minera brasileña Vale S.A. y la japonesa Sumitomo Corp. a la compañía
australiana Stanmore Coal Ltd por un sólo dólar, según informó la agencia de
noticias Bloomberg.
Hace sólo tres años que esta mina
fue valorada en US$631 millones y la propia Sumitomo adquirió la mitad de la
propiedad por US$312 millones.
¿Se han vuelto locos los
dirigentes de estas compañías?
No. Este es el típico caso de un
mercado afectado por una importante crisis.
Los precios del carbón de coque,
que se utiliza para fabricar acero, han caído hasta los US$85 la tonelada. La
misma alcanzaba US$330 en 2011, según Bloomberg.
Los recursos de la mina están
estimados en 30 millones de toneladas. Ahí quedan esperando mejores tiempos.
Un aeropuerto español por menos
de US$11.000
El pasado mes de julio un grupo
inversor chino llamado Tzaneen Internacional se adjudicó un aeropuerto nuevo en
Ciudad Real (España) por menos de US$11.000.
La noticia causó un gran estupor
en el país, pues las instalaciones costaron casi US$500 millones.
Este aeropuerto se estrenó en
2008 y tenía una de las mayores pistas de aterrizaje de Europa, con una
terminal de 28.000 metros cuadrados.
Sin embargo, en 2012 quebró, ya
que apenas tuvo 100.000 pasajeros en ese tiempo.
Y tuvo que ser subastado
judicialmente, siendo la única oferta la del grupo chino.
Al ser tan baja su oferta, se ha
abierto un nuevo plazo hasta el 14 de septiembre para buscar otras ofertas.
Pero si nadie acude a la subasta, los inversores asiáticos tendrán su ganga.
Un 10% de Apple por sólo US$800
No siempre una ganga esconde
detrás un negocio ruinoso o lleno de deudas escondidas. A veces aparecen
verdaderas oportunidades debido a las malas decisiones que toman los
vendedores.
Uno de los casos paradigmáticos
es el de Ronald Wayne.
El
nombre puede no decir mucho, pero si se explica que fue uno de los fundadores de
la archiconocida empresa tecnológica Apple (junto a los famosos Steve Jobs y
Steve Wozniak) la percepción del personaje cambia.
Este estadounidense de 81 años
cometió uno de los mayores errores empresariales conocidos: doce días después
de fundar la empresa, el 13 de abril de 1976, vendió sus acciones (el 10% de la
empresa) por US$800.
Wayne al principio confió en la
idea de Apple (él mismo diseñó el famoso logotipo), pero al recibir los
primeros pedidos de ordenadores de una empresa con fama de mal pagadora se
asustó. Él era el único de los fundadores que tenía propiedades y pensó que, si
había algún problema, sería el más perjudicado, pues tenía bienes que se podían
embargar.
Así que se quitó de encima sus
acciones.
En febrero de 2015, Apple se
convirtió en la primera empresa del mundo en superar los US$700.000 millones en
capitalización bursátil, cifra que a menudo se utiliza para medir el valor de
una empresa.
Por tanto, las acciones de Wayne
valdrían hoy US$70.000 millones.
Creó Twitter y lo vendió por
US$7.000
Otro gran error y otra gran
ganga.
"Sí, vender mi participación
de Twitter fue un error" de unos cuantos millones de euros. La historia
del ingeniero Evan Henswah-Plath, de 38 años, se resume en esa frase que le
toca repetir en cada entrevista o en cada seminario que imparte.
Henshaw-Plath era una de los
líderes de Odeo, la empresa en la que se creó Twitter. Él fue uno de los cinco
creadores de esta red social.
Su error fue no confiar en el
producto. Al poco de crearlo, Henshaw-Plath vendió su parte de la compañía por
US$7.000.
"En aquel momento nadie
podía adivinar lo que iba a ser Twitter, era un proyecto pequeño con apenas
cientos de usuarios. Yo tenía amigos con empresas mucho más prometedoras",
se justificó en una entrevista concedida al periódico ABC.
Nunca imaginó que Twitter
alcanzaría los 300 millones de usuarios actuales y un valor de unos US$24.000
millones, según le calculan diversos analistas.
Dicho en menos de 140 caracteres:
ahora podría ser inmensamente rico.
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