¿Rezar en la empresa para tener
éxito en los negocios?
Finanzas Personales - agosto
de 2015
Rezar junto a los colegas de
trabajo puede resultar un poco incómodo. Para mucha gente es una actividad
demasiado íntima como para desarrollarla en la oficina.
Aun así, en la sede del gigante
inmobiliario chino Tiantai Group eso es exactamente lo que hacen en la sala de
juntas antes de tomar decisiones importantes.
Seis de los ocho miembros de alto rango del
equipo directivo de la empresa son cristianos, y el fundador y presidente, Wang
Ruoxiong, que se convirtió al cristianismo hace siete años, dice que cuando la
empresa tiene que tomar decisiones difíciles, recurre a la Biblia como guía.
De hecho, llega hasta el punto de decir que no
es él, sino Dios, quien gestiona la compañía. "Él lo controla todo. Yo soy
sólo 'un ama de casa' de Jesús, lo ayudo a cuidar de la empresa", señala.
Wang Ruoxiong cree que los valores cristianos
han ayudado a su empresa a tener éxito.
"Valores universales"
Wang admite que las creencias cristianas por
sí solas no han impulsado el éxito de la firma, y reconoce que las habilidades
técnicas de sus empleados, así como las estrategias de mercadeo y la capacidad
de ventas, también han jugado un papel importante.
Pero cree que seguir los valores cristianos
ayudó a hacer que la empresa fuera más eficaz. El empresario dice que los
empleados se sienten cuidados, lo que hace que tengan un mejor desempeño, y
añade que tratar a los proveedores de la empresa de una forma más justa ha
creado relaciones más fuertes con ellos.
También cree que su enfoque es único, algo que
según él ayudará a la empresa a sobrevivir pese a la creciente competencia.
"Cuando los altos directivos están
dispuestos a aplicar sus valores en su propio trabajo y en su vida, dichos
valores son transmitidos a los demás. Con el tiempo, se convierten en los
valores compartidos por los empleados de toda la empresa.
"En ese momento, la compañía se vuelve
verdaderamente irremplazable", sostiene. De todas formas, es poco común
encontrarse con un jefe que sea tan abierto en el trabajo sobre su religión.
Mientras las propias organizaciones tienen que
facilitar que su personal pueda practicar su fe religiosa –habilitando salas de
rezo, por ejemplo-, aquellos en puestos de mando normalmente se guardan para sí
sus creencias. Generalmente son precavidos ante la posibilidad de que se crea
que están preconizando su propia fe sobre los subordinados.
Gavin Oldham, director ejecutivo del grupo de
corredores de bolsa The Share Centre, es un miembro laico del Sínodo General-
el órgano rector más alto de la Iglesia de Inglaterra – un hecho que Oldham
presenta abiertamente en su biografía en la página de internet de la empresa y
en su cuenta de Twitter.
Pero si bien nunca esconde el hecho de que es
cristiano, dice que es cuidadoso para no "hacer exhibicionismo" en el
trabajo.
"No puede ser de conocimiento público.
Hay un abanico enorme de orígenes, creencias y principios. Puede darse el caso
de que la gente no tenga fe. Tienes que respetar a los demás", le dice a
la BBC.
Pero indica que su fe guía su vida profesional
así como la personal, sobre todo -dice- su fe en el amor incondicional de Dios,
que intenta aplicar en su vida personal.
Agrega que su fe en el principio de "amar
al prójimo como a ti mismo" le supone un apoyo cuando está tomando
decisiones empresariales difíciles y garantiza una consistencia que considera
que le ha ayudado a hacer mejores juicios en el trabajo.
"Ni siquiera es necesario marcarlos como
valores cristianos, son valores universales", subraya.
"Todo lo que necesitas es
amor"
Es un punto de vista que comparte el
codirector ejecutivo de la cadena de tiendas Whole Foods Market, Walter Robb,
quien dice que dado que la palabra "espiritualidad" a menudo tiene
una carga negativa para ciertas personas, se puede reemplazar fácilmente por
"amor".
Si bien para muchos "amor" en el
trabajo puede parecer igualmente inadecuado, Robb cree que un enfoque más suave
por parte de quienes ostentan altos cargos, que enfatice que la empresa es
parte de un mundo más grande con más responsabilidades, puede tener un efecto
muy poderoso.
"Esa profundidad de sentimiento en tu
corazón, tu capacidad para trasladar esto a tu trabajo como líder, tu talento
para desarrollar esta capacidad de organización y celebrarla, recompensarla,
reconocerla, modelarla...Este tipo de cosas son parte de la creación de un
canal más amplio, no más estrecho. Y en la medida en que eso sea espiritual,
entonces creo que es algo positivo".
Chen Feng, presidente del conglomerado chino
HNA, cuyo imperio se extiende desde la aviación hasta servicios inmobiliarios y
financieros, se basa en enseñanzas budistas que sustentan la cultura de su
empresa, pero pone énfasis en que la religión sola no es suficiente para crear
una empresa exitosa.
"También se deben ofrecer incentivos y
beneficios para que la gente vaya en la dirección correcta para sí mismos y
para el desarrollo de la empresa.
"El budismo es lo mío. Las personas
tienen que resolver sus problemas por su cuenta. No podemos simplemente usar
una cultura para todos. Necesitamos usar todas las culturas buenas e
integrarlas con métodos de gestión modernos", opina.
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