Corrupción en Latinoamérica, un obstáculo para
la esperada inversión
AFP - mayo de 2015
La corrupción
en América Latina, que alcanzó públicamente hace poco las más altas esferas
políticas de Chile y Brasil, debe erradicarse de raíz so pena de ahuyentar a
los inversores interesados en esta zona, que necesita una inyección de capital
para volver a dinamizar su crecimiento, estiman expertos.
"Las instituciones están perdiendo su
brillo, la calidad que deberían tener", advirtió Eduardo Leite, presidente
del comité ejecutivo del gabinete internacional de abogados Baker &
McKenzie en Estados Unidos, durante el Foro Económico Mundial para América
Latina celebrado esta semana en el caribe mexicano.
"Las buenas políticas dependen de que se
tenga a los líderes correctos. Se trata de liderazgo y talento, no de
instituciones. Se trata de ética y de la forma en que nos gobernamos a nosotros
mismos", añadió.
La popularidad de la presidenta de Chile, Michelle
Bachelet, se desplomó a su mínimo histórico a raíz de un millonario negocio
inmobiliario que concretó su hijo mayor, Sebastián Dávalos, ahora acusado de
"uso de información privilegiada" y "tráfico de
influencia".
A esto se suman financiamientos ilegales de
campañas políticas que involucran a dos de los más importantes grupos
económicos del país, Penta y la minera Soquimich.
Tras rumores de una renuncia al cargo, la
mandataria de Chile -considerado uno de los países menos corruptos de América
Latina- presentó un paquete de medidas anticorrupción para sortear la crisis,
incluida una renovación en su gabinete.
En Brasil, la petrolera estatal Petrobras
también enfrenta una crisis tras la develación de una red de corrupción que
durante una década asoció a políticos, directivos y empresarios de primer nivel
para desviar fondos públicos con el objetivo de financiar partidos del
oficialismo y engrosar fortunas personales.
Esa maquinaria de corrupción, que implica al
partido de la presidenta Dilma Rousseff, llegó a mover unos 4.000 millones de
dólares, según la policía.
- Estado de Derecho "crucial" -
Con una popularidad por el piso, la mandataria
brasileña batalla para dar un golpe de timón en el rumbo de la economía de su
país, la primera de América Latina, que apenas creció un 0,1% en 2014 y
completó su cuarto año consecutivo de magra expansión.
Así, propuso un plan de ajuste al Congreso y
planea una agresiva estrategia para ampliar su comercio exterior y atraer
inversiones, sobre todo en infraestructura.
Pero "mientras la legislación no se
modernice, se regule y entre en vigor, habrá cierta inestabilidad en el
progreso" de la región, sostuvo Leite.
Para los inversores, "el marco legal, la
estabilidad, la predictibilidad y la planeación a largo plazo son absolutamente
cruciales", sobre todo para inversiones de largo plazo, coincidió José
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, una empresa española
especializada en energía.
El empresario calcula que en los próximos 25
años, la demanda de energía eléctrica en Latinoamérica se multiplicará por
cuatro, lo que requiere inyectar al sistema "enormes montos de
inversión" que serán redituables 20 0 40 años después.
- Un problema "cultural" -
"La corrupción es un asunto de orden, a
veces, cultural. Es un flagelo de nuestras sociedades, especialmente
latinoamericanas" y tomará mucho tiempo erradicarlo, comentó el presidente
mexicano, Enrique Peña Nieto, anfitrión de la versión latinoamericana del Foro
Mundial Económico que cada año se celebra en Davos.
Peña Nieto, cuyo gobierno también enfrenta
escándalos de corrupción y la colusión de autoridades con el crimen organizado,
reconoció haber sido "criticado" por este comentario.
Y esas discrepancias no se hicieron esperar
durante el foro.
"Robar es inaceptable (...) ve y dile a tu
abuela sobre (el fraude) que vas a hacer y publícalo en los periódicos, y así
verás si es culturalmente aceptable o no", sostuvo Gemma Aiolfi, del
Instituto de Gobernabilidad de Basilea, un centro de reflexión.
La experta subrayó que la corrupción no es un
fenómeno exclusivo de Latinoamérica, y que los gobiernos no deben
"esconderse" en excusas para solucionarlo.
A finales del año pasado, el gobierno mexicano
tuvo que dar marcha atrás a la concesión a un consorcio chino de una obra
ferroviaria, que se había logrado a través de una controvertida licitación.
Al poco tiempo, se supo que la primera dama de
México, Angélica Rivera, había adquirido meses antes de la victoria electoral
de Peña Nieto una mansión de cuatro millones de dólares a un importante
contratista gubernamental.
A esto se suma la trágica desaparición y
presumible masacre de 43 estudiantes a manos de policías coludidos con
narcotraficantes, lo que generó masivas protestas en el país y fuertes cuestionamientos
por parte de la comunidad internacional.
La corrupción es un problema "social,
económico, divisivo y dañino", que afecta tanto al sector privado como al
público, impidiendo que se instale la confianza necesaria para crear
inversiones y desarrollo, resumió Aiolfi.
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