El éxito de los negocios escalables
El País - martes, 9 de diciembre de 2014
Las empresas tecnológicas solo pueden ser
rentables durante los primeros siete años de vida. Si en ese periodo no se ha
multiplicado por más de dos dígitos la inversión inicial, no hay esfuerzo que
valga; el cierre es inminente, según señalan las grandes consultoras
internacionales. En Internet todo cambia muy rápido y si no se consiguen
cientos de usuarios en poco tiempo, alguien lo hará en otra parte del mundo con
una idea similar. Cuando un emprendedor se plantea montar un negocio
tecnológico solo tiene dos opciones para triunfar: o se convierte en uno de los
grandes como Twitter o Facebook o es comprado por uno de ellos.
En ambos casos debe nacer como un modelo de
negocio escalable, o lo que es lo mismo, como una empresa capaz de multiplicar
sus beneficios en poco tiempo sin incurrir en grandes gastos más allá de la
inversión inicial. Un ejemplo de ello es Airbnb, la compañía estadounidense de
alojamiento por Internet presente en 190 países (34.000 ciudades) y cuyo coste
de creación consistió en el desarrollo informático de su web. En sus inicios,
esta plataforma, que pone en contacto a propietarios de viviendas que las
alquilan con posibles huéspedes, publicaba manualmente en la página de anuncios
Craiglist (fundada en San Francisco) todas las ofertas de los usuarios. Airbnb
apenas tenía público, mientras que Craiglist era una de las webs líder de
anuncios.
“Para Airbnb no era efectivo subir centenares
de contenidos al día a mano así que hackearon el sistema de Craiglist y
descubrieron que había una forma de hacer publicaciones masivas. Consiguieron
que todo lo que colgaban los usuarios en su web apareciese de forma simultánea
y automática en Craiglist”, cuenta Pablo González, experto en derecho
tecnológico y profesor en varias escuelas de negocio. Cuando se dieron cuenta,
ya era demasiado tarde. Airbnb había copado todas sus ofertas inmobiliarias y
había fidelizado a los usuarios. “La estrategia de Airbnb no es ilegal,
simplemente se aprovecharon de un vacío en la web de Craiglist y consiguieron
miles de seguidores a su costa”, remacha González.
Es lo que se conoce como Growth Hacking, un
método que consiste en buscar alternativas de bajo coste e innovadoras
sirviéndose de Internet. "El Growth Hacker es capaz de acelerar la
consecución de los objetivos a través del conocimiento de la tecnología en un
plazo acelerado", añade el experto en derecho tecnológico. Se trata de un
profesional que domina diferentes competencias relacionadas con la
configuración de códigos, html o diseño de estrategias de crecimiento. En
definitiva, conocimientos de marketing online y de programación que,
fusionados, potencian el crecimiento de usuarios en negocios virtuales. En
lugar de invertir en los canales tradicionales de publicidad, se utilizan las
redes sociales y elmarketingviral para llegar al máximo número de clientes.
Este fenómeno se compone de diferentes
técnicas. Una de ellas es el llamado Growth Hacking de Tom Sawyer, en
referencia al protagonista de la novela de Mark Twain. “En uno de los
capítulos, castigan a Tom a pintar una valla y él convence a sus amigos de lo
divertido que es hacerlo. Al final él se queda mirando mientras los demás hacen
el trabajo. Es lo que hacen compañías como YouTube o Pinterest, plataformas
vacías que se nutren de lo que crean y publican los usuarios y ganan dinero con
ello”, explica González.
En el Growth Hacking no todo vale; hay que
respetar los límites de la legalidad. Hay tres premisas de obligado
cumplimiento: no hackear ilegalmente sistemas de webs ajenas; no recopilar
datos personales -como direcciones de correo electrónico- sin el permiso de los
usuarios y no utilizar contenidos de terceros sin su consentimiento -respetar
la propiedad intelectual-. “El emprendedor debe buscar asesoramiento de
expertos en derecho tecnológico para conocer formas legales de crecer mucho en
poco tiempo”, apunta González.
En el Club del Emprendimiento, la mayor
comunidad de emprendedores de España con más de 83.000 miembros, cada vez se
habla más de negocios escalables. “Aconsejamos a los que inician un proyecto
empresarial que intenten buscar ideas de negocio que tengan escalabilidad, como
es el caso de las aplicaciones o el comercio electrónico”, asegura el
presidente de la organización, Efrén Miranda. La diferencia fundamental es que
en un negocio escalable una hora de mano de obra, por ejemplo la de un
programador, sirve para llegar a miles de usuarios, mientras que en uno al uso
esa misma hora solo serviría para dar solución a un cliente -como sucede en las
asesorías que prestan servicios personalizados-. “Lo más importante es estar en
Internet y adaptar las landing pages (webs) a los diferentes mercados”, añade
Miranda.
Un negocio escalable es crecer muy rápido con
poca inversión. Para ello se requiere el mínimo coste fijo y que sea fácilmente
expansible. “Se le puede llamar algoritmo o software. La cuestión es gastar una
cantidad inicial para su desarrollo y a partir de ahí crecer y multiplicar los
beneficios de forma exponencial sin gastar más dinero”, matiza el director del
Centro de Emprendimiento e Innovación de IE Business School, Daniel Soriano. El
desarrollo de productos o servicios tecnológicos asociados al teléfono móvil es
una de las mejores opciones. “Ahora mismo es lo más potente para atraer
usuarios. Hacerlo todo con el móvil es una tendencia al alza. Si no estás para
dispositivos móviles, estás muerto”.
El 63% de los españoles tiene un teléfono
inteligente (smartphone) y el 23% una tableta. El uso de estos dispositivos
para realizar compras (llamado m-commerce) pasó del 9% del total de comercio
online en 2011 al 13,8% en 2012, según datos del Observatorio Nacional de las
Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información.
¿En qué debería invertir un emprendedor que
quiere poner en marcha un negocio escalable? Según Iñaki Arriola, propietario
de Coches.com y miembro de un fondo de capital riesgo que invierte en start-ups
-pequeñas empresas emergentes, mayoritariamente tecnológicas-, las empresas
deben invertir en tres pilares:
- Un equipo capaz de ejecutar el proyecto. Dos
puestos clave: ingenieros informáticos o programadores y un buen equipo de
marketing.
- Contratar un servidor de Internet que permita
escalabilidad automática. Una empresa que pueda acoger los picos de tráfico
manteniendo el servicio.
- Adquisición de usuarios. ¿Cuánto te cuesta
que un cliente te conozca? Se pueden utilizar técnicas de Growth Hacking o
conseguir un buen posicionamiento en Google de manera gratuita (SEO) o pagando
por banners publicitarios (SEM).
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