Hijo de
Escobar: "Los narcos se repartían los candidatos"
Colprensa - noviembre de 2014
Juan Sebastián Marroquín Santos vive desde hace
varios años en Argentina, pero por estos días está en Colombia bajo el nombre
de Juan Pablo Escobar, el mismo que debió sustituir por ser homónimo de quien
fuera el narcotraficante más buscado del planeta: Pablo Escobar Gaviria, su
padre.
La presencia de Juan Sebastián o Juan Pablo la
motivó el lanzamiento del libro 'Pablo Escobar. Mi padre', un texto de 470
páginas que el autor describe como una reflexión después de dos décadas de
silencio de la familia, tiempo en el que -dice- muchos autores, quizás sin
conocer la verdadera historia, se atrevieron escribir sobre él.
"Colombia ha madurado como país para
conocer los verdaderos entretelones de esta historia".
- ¿Qué motivó el libro?
Este libro me ha brindado una experiencia de
vida muy clara como lo es no recorrer los caminos del narcotráfico y de la
violencia, porque haber vivido tan de cerca esa realidad me mostró como termina
quien la recorre.
El libro no solo es un recuento de la historia
de mi padre y de los hechos en los que él tuvo alguna participación, es también
mi historia, mi experiencia que la quiero transmitir a los jóvenes para que
puedan aprender que esa historia nadie debe repetirla. Esta es una historia de
la que debemos hacernos concientes para poder modificar el pensamiento de
quienes consideran que el narcotráfico nos puede prometer muchos beneficios.
- ¿Qué tanto de este libro es vivido por usted,
lo hace testigo, y qué tanto es lo que le cuentan?
Las historias sucedieron luego de que los
hechos se dieron. En esta investigación encontramos un extenso archivo
fotográfico familiar que data desde la década del 70. Mire, en esa época
nosotros teníamos fotógrafo para todo, el fotógrafo que fue a mi primer
cumpleaños, también asistió al entierro de mi padre. Nosotros creíamos que esas
fotos habían sido destruidas, porque así lo habíamos pedido por temor a que
fueran descubiertos familiares o situaciones que ponían en riesgo la integridad
de la familia.
Ese archivo nos ayudó a reconstruir las
historias, además de los recuerdos. Además, tenemos centenares de cartas que mi
padre nos escribía a mí, a mi madre y a mi hermana, y muchas más que tienen que
ver con la política, otras enviadas por mafiosos después de la muerte de mi
papá. Hablamos por más de un mes con personas que tuvieron relación con él. Nos
vimos con amigos de Pablo Escobar que lo conocieron desde niño, otros que
inclusive pagaron condenas por diferentes hechos. Eso le da realismo.
- ¿Cómo define su libro? imagino no le faltarán
las críticas?
Lo primero es que no es una justificación de
los actos de mi padre. Yo, en vida, fui uno de sus mayores opositores.
- ¿Qué le han dicho por escribir, siendo usted
tan joven para la época de los hechos que narra?
Entiendo que se pueda cuestionar el hecho de
que yo haya sido un niño para poder tener un registro de la totalidad de estas
historias; pero esta es una investigación, y no solo un recuento de lo que me
acuerdo. Yo tengo a mi madre viva y ella es un testigo muy importante, quien
conoció los sueños de Pablo Escobar, lo conoció como padre, como esposo, como
hombre. Reconstruir el retrato de mi padre no fue una tarea imposible, pues
había mucha gente para consultar.
- ¿Cuántas personas consultó?
Muchas, más de 25, y sé que me quedo corto. Fue
un trabajo permanente. Fue más de un año en el que no descansamos ni un fin de
semana.
-¿Por qué su libro sí, y no los muchos otros
que han sido escritos?
Porque es un testimonio real, fidedigno de cómo
el narcotráfico te envuelve y te hace creer que te lo va a regalar todo. Esa
realidad fantasiosa termina por destruirte a ti y a toda tu familia, a tu
entorno, a tu libertad.
Yo me atrevo a decir, sin temor a equivocarme,
que todos los libros anteriores podrían ser trasladados a las plantas de
reciclaje; pues todos tienen agendas ocultas, son presentados con muchos
intereses, para favorecer a muchas personas y afectar a otras. Con este libro
no le estamos haciendo favores a nadie, lo que hacemos es reconstruyendo la
historia.
-¿Este libro podría darle giros a alguna
investigación judicial, o abrir alguna otra?
Este es un libro escrito sin ánimos de
revanchismos, ni de denuncia. Cada quien debe decidir qué hacer con él. A mi no
me corresponde sugerir ninguna denuncia, pues éstas se hacen en determinados
lugares.
- Pero, por lo que dice?, podrían llamarlo las
autoridades?
Yo no tengo más que aportar. Nunca he estado
oculto, nunca he huido de la autoridad, y nunca me han consultado. No hice el
libro para que me llamaran a nada, sino para contarles a las víctimas lo que
motivó la violencia y el narcoterrorismo, lo que terminó destruyendo varias
generaciones y un país, lo que nos marcó a sangre y fuego.
- Lo que se ha contado de su papá se queda
corto en cuanto a lo que representó, a la maldad que se le atribuye?
Yo no creo que haya un escalafón para la
maldad. Es claro que hay eventos en los que evidencian una crueldad sin par del
personaje que era mi padre. Yo nunca voy a decir que mi papá no fue un hombre
violento, es más podrían haber sido mucho más violento de lo que ha sido
retratado en muchas series; pero quizá la manera como presentan que él ejerció
la violencia es equivocado?
-¿Por qué?
Porque lo presentan como un hombre grosero, y
que abusada de sus empleados? esa no era su personalidad. Él podría mandar a
matar a alguien con frialdad, pero sin apasionamientos. Es claro que eso no le
quita al nivel de violencia que ejerció sobre las personas, pero creo que sí
dibuja un personaje que no es real. Lo presentan casi como un payaso de la
violencia. Se han equivocado en cuanto a los elementos que generaban ese deseo
de venganza. Pero, quiero dejar claro que nada de lo que hizo mi padre contra
muchas personas es justificable de ninguna manera.
- ¿Por qué usted no quiso ser narcotraficante?
Porque estuve escondido al lado de él. Yo vi
como nos empezamos a morir de hambre, aunque teníamos a la vista, al alcance de
la mano, millones de dólares en efectivo, pero habíamos perdido la libertad
para salir a comprar los víveres. El dinero, por mucho que fuera, por más
voluntades que pudiese comprar, no podía pagar nuestra tranquilidad, ni nuestra
libertad.
Hubo una semana en la que no podíamos salir de
la casa por operativos de la policía, nos tocó comernos una sopa literalmente
podrida para no morir de inanición, aunque estábamos llenos de dólares. Esa es
una muestra de la pobreza extrema, rodeada de dólares. Si hubiera seguido la
vida de mi padre, muy seguramente ya estaría muerto.
- A su papá lo mató la DEA, la Policía, Carlos
Castaño, se suicidó?
Ese día mi padre violó adrede las reglas de
seguridad que él mismo había diseñado. Soy un convencido de que mi papá decidió
morir ese día, pues sabía que su familia estaba siendo víctima de presiones.
Toda la vida mi papá me dijo que cuando lo
fueran a agarrar se suicidaría, decía que de los 15 tiros de su pistola 14 eran
para sus enemigos y el número 15 para él. Él me contó que consultó con médicos
el lugar exacto en el que debía pegarse el balazo para fallecer en el acto, y
no quedar con secuelas, o con la posibilidad de vivir. No me cabe duda, como lo
dijo mi padre, que se iba a pegar el tiro en el oído derecho? y no creo en las
casualidades.
Sí hubo un enfrentamiento, mi padre fue herido
por las balas de Carlos Castaño y de su grupo: mi madre habló con Carlos
Castaño y él le relata todo lo que sucedió en el operativo, y cómo él (Castaño)
logró ubicar a mi papá y cómo ingresó a la casa, inclusive le dijo como mi papá
le pegó dos tiros en el pecho por suerte para Castaño, llevaba chaleco
antibalas.
Igual esto no cambia nada. Mi papá está muerto
y con la muerte de Pablo Escobar Colombia se quitó ese problema de encima, se
quitó a un tipo que podía continuar destruyendo las bases de todo un país, de
una democracia y de una sociedad.
- ¿Usted logró persuadir a su papá para que no
cometiera algún crimen?
No, yo nunca me enteré de los crímenes que él
iba a cometer, él hablaba de los crímenes ya cometidos.
- ¿Su papá financió la campaña de Ernesto
Samper a la presidencia?
No creo que haya sido en esa época, sí le dimos
26 millones de pesos en otra, eso lo cuento en el libro, fue en el hotel
Intercontinental; pero no solo se apoyó a Samper, sino a Belisario Betancur.
En esa época los narcos se repartían los
candidatos como figuritas. No se trataba de preferencias políticas, ni de
apoyar ideas, ni proyectos de país. Solo era someter por la vía de la fuerza y
de la corrupción a quienes querían llegar al poder. No les interesaba quién
ganara, lo que interesaba era que quien llegara a la presidencia les hiciera
los favores que ellos necesitaban.
- ¿Qué nexos tuvo su papá con Álvaro Uribe
Vélez?
Se ha especulado mucho de que Uribe, como
director de la Aeronáutica Civil en Antioquia, le habría brindado ayuda a mi
padre para que fuera más exitoso en sus negocios de narcotráfico, esto desde el
aeropuerto Olaya Herrera. Yo pensaba que una teoría como esa podría ser viable,
pero como no estuve dispuesto a amañar la verdad, lo descarto.
Yo hablé con mucha gente, y sé que mientras
Uribe fue director de la Aeronauta Civil mi papá le realizó tres atentados, de
los que no se tuvo noticia porque las bombas no explotaron, ni los disparos se
pudieron hacer. Uribe se salvó de milagro, porque mi papá ofreció 500 millones
de pesos por su muerte. Si eso pasa yo no creo que uno sea tan amigo.
Yo no escribí para defender a Álvaro Uribe, no
soy uribista, no soy político, soy un pacifista que le interesa contar la
realidad de una historia. Si yo durante la investigación hubiera descubierto
algún tipo de nexo de mi padre con Álvaro Uribe, no me hubiera temblado la mano
para escribirlo.
- ¿Qué mensaje le da a las víctimas?
Yo no puedo decir que he sido pionero en el
tema del perdón y la reconciliación en Colombia, pero ya lo había plantado
cuando era un tabú en el país. Desde hace mucho tiempo he venido en ejercicios
de perdón y reconciliación con muchas familias, además de las familias Lara y
Galán. Los colombianos están hartos de la violencia.
- ¿Ha hablado con John Jairo Velásquez Vásquez,
alias 'Popeye'?
No, no tengo manera, ¿para qué? Si él pago su
condena lo único que uno pide es que haya aprendido la lección y se comporte
como una persona útil a la sociedad.
- ¿Cómo ve el que ahora los narcotraficantes
busquen irse para Estados Unidos, mientras su papá hablaba de preferir una
tumba en Colombia, que una cárcel allá?
Actualmente si los narcotraficantes pudieran
pagaban sus pasajes para irse y llegar de primeros a Estados Unidos, lo harían.
Con tristeza uno ve como hoy más se demoran llegando a cárceles de Estados
Unidos que saliendo. Ese es un mensaje contradictorio para las personas que
quieren ingresar al narcotráfico, pues les están diciendo? sigan adelante y
después arreglamos.
- ¿Piensa volver a Colombia?
Sueño con el día que podamos recuperar la
elección de poder volver.
- Usted vende camisetas en Argentina con la
imagen de su papá. ¿Eso no es hacer apología?
Tengo dos páginas en internet de prendas. Y no
es apología. Si usted se mete a la página y ve la historia que cuento, ve que
esa no es una invitación a convertirse en Pablo Escobar, todo lo contrario. Los
mensajes que tienen las camisetas son completamente autocríticos de la historia
personal y familiar, es una invitación a abandonar la violencia. Entiendo las
suspicacias, pero quienes han criticado la marca, lo han hecho con absoluto
desconocimiento.
-¿Quién es usted, cómo se describe hoy?
Como un pacifista. Soy hijo de Pablo Escobar,
tengo mis afectos por él, no le hago propaganda inclusive a veces rayo en lo
irrespetuoso en cuanto a la figura de padre e hijo.
- ¿Cómo describe hoy a Pablo Escobar?
Era un hombre que no le hacía caso a nadie.
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