Red anticorrupción
Forbes - martes, 11 de noviembre de 2014
Se acordó la creación de una red de agencias
anticorrupción. Su propósito, en general, es negar refugio a cualquier persona
involucrada en actos de corrupción.
Sin duda, uno de los problemas más serios que
enfrentan los países alrededor del mundo, en mayor o menor medida, es el
relacionado con los altos índices de corrupción que padecen, situación que
tiene efectos negativos directos en sus economías, así como en la pérdida de
oportunidades y riesgos en la seguridad de sus ciudadanos, , entre otros.
La palabra corrupción la escuchamos con
frecuencia, pero ¿qué debemos entender por dicha actividad ilícita, estimado
lector? De acuerdo con el portal de la Oficina de Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (UNODC), “la corrupción es un complejo fenómeno social,
político y económico que afecta a todos los países del mundo. En diferentes
contextos, la corrupción perjudica a las instituciones democráticas, desacelera
el desarrollo económico y contribuye para la inestabilidad política. La
corrupción destruye las bases de las instituciones democráticas al distorsionar
los procesos electorales, socavando el imperio de la ley y deslegitimando la
burocracia…
“El concepto de corrupción es amplio. Incluye
soborno, fraude, apropiación indebida u otras formas de desviación de recursos
por un funcionario público, pero no es limitado a ello. La corrupción también
puede ocurrir en los casos de nepotismo, extorsión, tráfico de influencias, uso
indebido de información privilegiada para fines personales y la compra y venta
de las decisiones judiciales, entre varias otras prácticas.”
Transparencia Internacional define la
corrupción como “el mal uso del poder encomendado para obtener beneficios
privados”. Esta definición incluye tres elementos:
Los conceptos arriba mencionados nos llevan a
reflexionar sobre la gran necesidad de lograr establecer mecanismos eficaces
para prevenir, denunciar y combatir la corrupción en nuestros países, situación
que es sencillo mencionar aunque difícil de concretar. El problema tiene
diferentes variables que incluyen, entre otras, situaciones culturales y
éticas, así como deficiencia en el diseño de controles para la ejecución de
políticas públicas que tienen como efecto el que existan funcionarios
corruptos, y ciudadanos que fomentan, participan o toleran dichas actividades.
Durante la semana pasada, los ministros que
participan en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) acordaron
la creación de una red de agencias anticorrupción y de aplicación de la ley
(ACT-NET). El propósito del acuerdo, en términos generales, es negar refugio a
cualquier persona involucrada en actos de corrupción. Se va a profundizar en la
cooperación internacional, intercambio de información e inteligencia, así como
en compartir experiencias entre agencias anticorrupción y de aplicación de la
ley de las economías miembros de APEC a través de ACT-NET y otras plataformas.
En nuestra región existen mecanismos
internacionales de monitoreo como el de Seguimiento de la Implementación de la
Convención Interamericana contra la Corrupción (MESICIC), un instrumento de
carácter intergubernamental establecido en el marco de la Organización de los
Estados Americanos (OEA) para apoyar a los Estados que son parte del mismo en
la implementación de las disposiciones de la Convención, mediante un proceso de
evaluaciones recíprocas y en condiciones de igualdad, en donde se formulan
recomendaciones específicas con relación a las áreas en que existan vacíos o
requieran mayores avances. El análisis de los informes por país resulta muy
recomendable, amigo lector.
Todo esfuerzo que se haga, como el de la APEC,
para prevenir y combatir la corrupción siempre es bienvenido; una red
internacional de agencias anticorrupción y de aplicación de la ley (ACT-NET) me
parece una excelente iniciativa. Sería de mucho beneficio el que dicha red,
incluida la participación de la sociedad civil, se extienda a todos los países
del orbe, a fin de que exista un frente común contra la corrupción. Ludwig von
Mises, economista austriaco, dijo: “La corrupción es un mal inherente a todo
gobierno que no está controlado por la opinión pública.” ¿Qué opinas, estimado
lector?
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