¿Funcionará el Real Madrid con
tantas superestrellas?
BBC - martes, 12 de agosto
de 2014
En circunstancias normales el
Real Madrid sería liderado este martes en la final de la Supercopa europea en
Cardiff, Reino Unido, por el mejor jugador del mundo el último año y máximo
goleador de la Liga de Campeones, Cristiano Ronaldo.
Tal vez, por eso de la cortesía,
el protagonismo podría recaer en Gareth Bale, el galés que ostenta el cartel de
ser el jugador más caro del mundo y que regresa a su casa tras haber sido el
héroe en los dos títulos conseguidos por el Madrid la temporada pasada,
anotando goles en la final en Lisboa contra el Atlético y en la final de la
Copa del Rey contra el Barcelona.
Pero está claro que el Real
Madrid no es un club "normal" y pese, o debido, a que conquistó su
décima Liga de Campeones el conjunto blanco sacó a relucir su poder económico
para reforzar su ya potente plantilla de jugadores con dos de las principales
estrellas del Mundial de Brasil 2014: el alemán Toni Kroos y el colombiano
James Rodríguez.
Las dos nuevas incorporaciones, a
las que se suma el costarricense Keylor Navas, serán el gran atractivo frente
al Sevilla cuando debuten oficialmente con la camiseta merengue en el estadio
del Milenio de la capital galesa.
Ronaldo y Bale serán sólo otras
de las piezas del complejo rompecabezas del técnico Carlo Ancelotti, el
encargado de liderar una plantilla de jugadores que tiene un valor superior a
los US$800 millones, la más cara en la historia del fútbol.
El primer paso
El Madrid es un club insaciable,
inconformista, que sólo sabe alimentarse a través de trofeos y títulos. No le
basta competir, sólo ganar.
El año pasado sumó dos títulos a
su ya extenso palmarés, pero se le escapó uno. La Liga fue a parar a manos del
Atlético de Madrid y el Real terminó en tercer lugar en la lucha que sostuvo
contra los rojiblancos y el Barcelona.
Para esta temporada el objetivo
es uno: ganarlo todo. Jugadores y afición ya habla de conquistar lo seis
títulos en disputa, una hazaña que sólo ha podido conseguir el Barcelona de Pep
Guardiola en el año 2009.
El camino comienza en Cardiff con
la Supercopa europea, seguirá con la Supercopa española frente al Atlético, el
mundial de clubes, la Copa del Rey, la Liga y, para sellar el año de gloria,
nuevamente la Champions, su décima primera.
Colombia se tiñe de blanco
Para conseguir el pleno el Madrid
ha sumado toque y control del balón a su poderoso fútbol directo y vertical de
ataque.
Si Kroos será el encargado del
orden, la magia será responsabilidad de James, la estrella colombiana que
deslumbró con su fantástico Mundial y que por ello se convirtió en objeto de
deseo para el presidente del Real Madrid Florentino Pérez.
Tras su excelente Mundial, James sigue
causando furor con cada uno de sus movimientos.
La llegada del máximo goleador de
Brasil 2014 generó una ola de emociones entre los aficionados del Madrid, en
especial en el numeroso contingente de ciudadanos colombianos que viven en la
capital española que acudieron en masa al estadio Santiago Bernabéu pasa
asistir a la presentación de su ídolo.
Su alcance fue tal que hasta el
propio embajador de Colombia, Fernando Carrillo, alentó a su país a seguir al
equipo con un "Hala Madrid".
El frenesí será aún mayor si se
concreta el fichaje de Radamel Falcao, quien ha sido un objetivo blanco desde
hace dos años.
Por ahora Falcao continúa en el
AS Mónaco de la liga francesa y el único delantero centro del Madrid es Karim
Benzema, el talentoso francés que completa tal vez el ataque más temible del
fútbol en el mundo.
¿La armonía?
En el partido frente al Sevilla
Ancelotti tendrá la oportunidad de desplegar todo su nuevo arsenal, siendo
sacrificados el argentino Ángel Di María (se baraja su venta) y el español Xabi
Alonso, suspendido.
A diferencia del año pasado, el
técnico italiano podrá contar con variables en el juego de su equipo
dependiendo de los obstáculos que se presenten en el camino. Si antes el Madrid
no encontraba los espacios ahora estará en capacidad de generarlos.
Pero si bien la teoría promete un
año de exaltación blanca, falta ver cómo se armará el rompecabezas en la
práctica sobre el terreno de juego y, sobretodo, cómo encajarán los egos de las
estrellas cuando sean opacados por sus compañeros de vestuario.
A lo largo de su carrera,
Ancelotti ha demostrado que es capaz de dirigir a individuos para formar una
efectiva estructura de equipo, transmitiendo un admirable sentido diplomático
en el que combina calma y autoridad.
Esta será seguirá siendo su
fórmula para mantener el sentido de compromiso y unidad percibido la temporada
pasada dentro y fuera del campo.
Las dos derrotas sufridas en la
pretemporada dejaron en evidencia que todavía queda un largo camino por
recorrer, pero de lograr esa armonía el Madrid podría volver a convertirse en
ese equipo imparable que una vez lideró una tal saeta rubia llamada Alfredo Di
Stéfano.
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