Rusia vuelve al menú soviético
Reuters - martes, 12 de
agosto de 2014
Las severas sanciones de Moscú
sobre la importación de alimentos desde Europa y otros países occidentales han
llevado a dueños de restaurantes y productores minoristas rusos a buscar
suministros alternativos, en una situación que podría acercarse a las
experiencias vividas durante el régimen soviético.
Las restricciones, una respuesta
a las sanciones aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea por la
intervención de Rusia en la crisis de Ucrania, han perjudicado a granjeros y
productores de Occidente que tenían a los rusos como unos de sus principales
compradores.
Pero también están afectando a
los consumidores, al aislarlos del comercio mundial a un nivel no visto en más
de dos décadas. Los cremosos quesos franceses, el filete australiano Ribeye y
los risottos de marisco están saliendo de los menús de los restaurantes ya que
el veto incluye todo tipo de pescado, carnes y productos lácteos.
"Todos los precios van a
subir y algunos productos desaparecerán", dijo Alexei Paperny, cuyo local
en Moscú, llamado "Children of Paradise" en referencia a una película
francesa, todavía estaba atestado un viernes por la noche. "Haremos lo
posible por sobrevivir (...) no me puedo imaginar cómo podrían subsistir
algunos restaurantes y cafeterías en estas circunstancias", aseguró.
Paperny describió las
restricciones de un año de duración a productos de Estados Unidos, la UE,
Australia, Canadá y Noruega como "sanciones rusas contra los rusos",
una frustración que compartieron muchos clientes de su cafetería.
"Habría sido más justo si
los responsables públicos renunciaran a su Mercedes y comenzaran a conducir
Ladas", dijo un comensal llamado Yan.
Beneficiados por los petrodólares
que han impulsado la economía del país, los rusos han disfrutado de una extensa
gama de alimentos importados desde el colapso de la Unión Soviética, y salen a
comer con frecuencia pese a las generaciones que todavía recuerdan épocas en
que los escaparates de las tiendas permanecían vacíos, al igual que las calles
durante la noche.
El sushi es particularmente
popular en el país e incluso aparece en el menú de restaurantes italianos y
franceses. Pero se trata de un lujo del que quizás deberán prescindir.
Rosinter, una de las mayores
cadenas de restaurantes de sushi de Rusia, dijo que más del 50 por ciento de
los alimentos que sirven son importados. Se espera que las sanciones agudicen
la desaceleración que ya está afectando al país, en momentos en que la
inestabilidad política lleva a la economía a una recesión.
"Es una situación muy
difícil", dijo la portavoz de Rosinter, Elena Mazur. "Tenemos mucho
trabajo que hacer en términos de actualizar el menú y sus precios".
Un restaurante en Ekaterimburgo
ha presentado un menú especial -aunque reducido- al que llama "menú
sancionado", con alimentos producidos en Rusia, mientras expertos del
sector hacen llamamientos a recuperar el fervor por los productos locales.
"Estoy orgulloso de que
dejemos de ser el niño que siempre es acosado. Ya era hora", dijo Andrei
Dellos, dueño de un restaurante, a una cadena de televisión rusa. "No
habrá ostras, pero lo superaremos. Viviremos sin ostras".
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