La multimillonaria que quiere
revolucionar la medicina
BBC News - viernes, 15 de
agosto de 2014
Monitorear lo que le pasa al
cuerpo se ha vuelto una manía en Silicon Valley, California.
Numerosos entusiastas llevan
hasta dos o tres brazaletes para tener un estricto control de su presión
arterial las 24 horas.
Esos dispositivos usan sensores
que cuentan la cantidad de pasos que ha dado el usuario (el índice recomendado
es de 10.000 por día, es decir, ocho kilómetros).
En todo el valle californiano,
nuevas empresas se apresuran a aprovechar la euforia en torno de esta
tecnología. Están adaptando los aparatos para medir las funciones del cuerpo a
los teléfonos inteligentes, con el fin de producir un flujo de datos que podría
-o no- ser útil para médicos y especialistas si estos tuvieran tiempo de
procesarlos. Ya hay decenas de start-ups, quizás centenares.
Esto es posible porque la gente
más que nunca antes está hiperconectada a internet, todo el tiempo, como si
estuviera en el modo "siempre encendido".
Luego de darle "me
gusta" a una persona o convertirla en amiga en las redes sociales, uno
ahora puede sumar su propio cuerpo a la experiencia digital.
Multimillonaria
En un rincón del campus de la
Universidad de Stanford en el que Facebook alguna vez tuvo oficinas, Elizabeth
Holmes trabaja en un proyecto de monitoreo de la salud que la ha mantenido
ocupada en los últimos once años.
Su compañía, Theranos, es la
antítesis de la nueva "fiebre del oro" en el sector de la salud,
aunque no está desconectada de ella.
Holmes sólo tiene 30 años, pero
ha impulsado su empresa desde que era veinteañera. Recién ahora ha salido a la
luz y se ha vuelto conocida.
Esta joven tiene clarísimo lo que
quiere. La seguridad que muestra en sus propósitos es una de las pricipales
características de Silicon Valley.
Se viste de negro como lo hacía
el fallecido Steve Jobs, de Apple. Como él, Holmes tiene tanta fe en sí misma
que genera una suerte de campo magnético.
Y al parecer tiene ese influjo
desde los 19 años, cuando abandonó sus estudios de ingeniería en la Universidad
de Stanford para fundar su propia firma.
Theranos ha sido hasta ahora una
compañía desconocida, pero inversionistas privados han comprado acciones y han
hecho que su valor trepe a nada menos que a US$9.000 millones.
Holmes todavía es propietaria de
la mitad del negocio, lo que en los papeles la convierte -según la revista
Forbes- en la mujer más joven en volverse multimillonaria por iniciativa
propia.
Theranos ha atraído a renombrados
"creyentes". Su compañía tiene uno de los directorios con más
personajes famosos de Estados Unidos, entre ellos los exsecretarios de Estado
Henry Kissinger y George Shultz, además de un exsecretario de Defensa.
Theranos tiene una meta clara y
directa: volver las pruebas de sangre más simples, disponibles en todo momento
y baratas, además de que no sean "alarmantes".
Holmes está convencida de que
tiene ante sí un enorme desafío: "Desde el principio me pregunté qué podía
hacer para cambiar el mundo".
Y completa: "Influir en la
vida de las personas de una forma significativa".
Costo
Una gran cantidad de diagnósticos
médicos están basados en puebas de sangre. Tan sólo en Estados Unidos se realizan
miles de millones de tests cada año, con un costo -también- de miles de
millones de dólares. Pero muchas personas los consideran costosos e invasivos.
Hay un temor generalizado a las agujas.
Holmes dice que, como
consecuencia, cerca de la mitad de la gente no se realiza las pruebas que piden
los médicos.
Theranos tiene una lista de
precios que incluye más de 200 tipos de análisis de sangre. El monto se cobra
de antemano. Los tests son mucho más baratos que los de empresas ya
establecidas, que generalmente envían la cuenta después de realizarlos.
En las pruebas se usan muestras
de sangre mucho más pequeñas, un poco más de una gota. Y luego la sangre es
analizada rápidamente en las instalaciones de la firma: laboratorios
automatizados protegidos por el secreto comercial.
"Manejamos tan poca cantidad
de sangre que nos vimos obligados a desarrollar nuevos sistemas de análisis
químico para el procesamiento", explica Holmes.
Interesante, sí. ¿Pero son estos
tests realmente una revolución en el cuidado de la salud?
Holmes dice que todo depende del
acceso a la información: "Cuando alguien se entera de que un ser querido
se enferma gravemente, por lo general es demasiado tarde para hacer algo al
respecto... Es una experiencia muy dolorosa".
"Si creamos un sistema que
ayude a cambiar esto, entonces haremos una gran diferencia en el mundo".
Con tal fin, Theranos se asoció
recientemente con la mayor cadena de farmacias de Estados Unidos.
Walgreen's tiene más de 8.500
comercios en todo el país. Sus locales han comenzado a instalar lo denominados
Centros de Bienestar Theranos.
Visité uno de ellos a un
kilómetro de la sede central de la compañía en la University Avenue, en Palo
Alto.
La experiencia fue sencilla: un
empleado agradable me pasó una toallita suave y tibia por el dedo, usó una
suerte de lápiz con una pequeña aguja que apenas sentí cuando me lo aplicó y en
un segundo la ampolla se llenó de sangre.
Los resultados me llegaron por
correo electrónico 24 horas después.
"Ahorrar dinero"
Según Elizabeth Holmes, para que
la detección de enfermedades sea lo más tempraana posible, es muy importante
estar cerca de donde la gente vive. Y eso es lo que ofrece Wallgreen's.
Antes del lanzamiento de sus
centros en las sucursales de la cadena de farmacias, Theranos ganaba dinero
vendiendo sus servicios a grandes compañías farmacéuticas.
Para ellas, la prueba a gran
escala de nuevos fármacos es un proceso caro, que consume mucho tiempo y es
engorroso. El desarrollo de una nueva droga es precisamente la etapa en la que
los costos se van por las nubes.
Acelerar los tests permite
recabar más información sobre la eficacia de las drogas de forma más rápida.
Pruebas de sangre sencillas y frecuentes pueden permitirles a las compañías
farmacéuticas ver más rápidamente el impacto del ajuste de las dosis en los pacientes.
Theranos también tiene en la mira
a Europa. Para los pacientes, el costo de las pruebas de sangre puede ser un
asunto "invisible" cuando el que paga es el servicio público de
salud. Pero, según Holmes, análisis más baratos podrían ahorrar "una increíble
cantidad de dinero".
Y si las personas comienzan a
tener un interés más cotidiano en su salud al realizarse pruebas sanguíneas más
frecuentes, las enfermedades podrían detectarse más tempranamente, piensa la
empresaria.
Las pruebas de sangre conforman
un mercado de miles de millones de dólares tan sólo en Estados Unidos, dominado
por grandes corporaciones como Quest Diagnostics y LabCorp. Las empresas ya
establecidas probablemente no quieran que una novata como Theranos les quite
mercado al lanzar servicios nuevos y diferentes.
Theranos es una firma ambiciosa,
con una fundadora muy ambiciosa y que todavía tiene mucho por demostrar.
Pero los sistemas de salud están
comenzando a abrir los ojos a las implicaciones que tiene la medicina
personalizada. Y el diagnóstico, incluyendo las pruebas de sangre, estarán en
el centro de los grandes cambios en la manera en la que concebimos nuestra
salud.
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