Imperio mongol de Gengis Kan fue
fruto de bonanza climática, según estudio
AFP - lunes, 10 de marzo de
2014
El imperio mongol del gran Gengis
Kan que llegó hasta el este de Europa fue impulsado por una rara época de
bonanza climática en las estepas del centro de Asia, con temperaturas apacibles
y lluvias abundantes, según un nuevo estudio divulgado por la Universidad de
Columbia.
Investigadores del Instituto de
la Tierra de la prestigiosa universidad neoyorquina llegaron a esta conclusión
tras analizar anillos de viejos árboles de una región montañosa del centro de
Mongolia, indicó Columbia en un comunicado.
"Los anillos muestran que
exactamente cuando se expandió el imperio, las habitualmente áridas estepas del
centro de Asia tuvieron su clima más apacible y húmedo en más de mil
años", señala el texto.
"La producción de hierba
debió haber explotado, como lo hicieron los vastos números de caballos de
guerra y otro ganado que dio a los mongoles su poderío", agrega, en
referencia al estudio llevado adelante por Neil Pederson y dos investigadores
más del Instituto de la Tierra.
El guerrero y conquistador mongol
Gengis Kan (1162-1227) lanzó al mundo a principios del siglo XIII varias
oleadas de sus temibles hordas, dando inicio así al imperio contiguo más
extenso de la Historia, que abarcó en su máximo esplendor desde Europa Oriental
hasta el Océano Pacífico.
El misterio sobre cómo este grupo
de nómadas logró expandirse de tal modo conquistando reinos y pueblos
supuestamente más desarrollados ha sido objeto de fascinación y estudio para
historiadores y científicos.
Algunos investigadores han
postulado que los mongoles se lanzaron a la conquista del mundo huyendo de
condiciones climáticas adversas, pero Pederson y sus colegas hallaron
justamente lo opuesto, según la Universidad de Columbia.
- Condición ideal para líder
carismático -
Para llegar a esta conclusión,
analizaron viejos pinos siberianos hallados en las montañas Khangai, algunos ya
extintos pero con sus troncos intactos y otros con vida desde hace más de 1.100
años.
Estas longevas coníferas crecen
muy lentamente y son muy sensibles a los cambios de clima anuales, por lo que
se puede leer el clima pasado midiendo el ancho de los anillos de los árboles
vivos a partir de los datos disponibles desde 1959 hasta 2009 y comparándolos
luego con los de árboles mucho más viejos.
"Estos árboles tenían una
historia clara y sorprendente para contar. Los turbulentos años anteriores a la
llegada al poder de Gengis Kan estuvieron marcados por una intensa sequía desde
1180 hasta 1190. Luego, desde 1211 hasta 1225 -coincidiendo de manera exacta
con el meteórico ascenso del imperio-, Mongolia tuvo un clima apacible y
lluvias prolongadas como nunca antes había tenido", se afirma.
Según Pederson, "antes de
los combustibles fósiles, la hierba y el ingenio fueron la gasolina de los
mongoles y los pueblos alrededor suyo".
Su colega Amy Hessl agregó que
"la transición de la extrema sequía a la extrema humedad en ese preciso
momento sugiere que el clima desempeñó un papel en los acontecimientos
humanos".
"No fue la única cosa, pero
debió haber creado las condiciones ideales para que un líder carismático surja
del caos, desarrolle un ejército y concentre el poder. Donde hay aridez, la
inusual humedad creó una inusual productividad de hierba y eso se traduce en
caballos de fuerza. Gengis fue capaz de subirse a esa ola", sostuvo.
Los anillos de árboles analizados
muestran que tras la expansión inicial del imperio, el clima de Mongolia volvió
a ser frío y seco.
El estudio revela también un
calentamiento más pronunciado que en el resto del mundo a partir de mediados
del siglo XX y el siglo XXI, lo que ha dado lugar a fuertes sequías y anuncia
graves problemas de supervivencia para los nómadas en el futuro.
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