La apuesta de aferrarse al dólar como
salvavidas
BBC Mundo - lunes, 12 de enero de 2015
El presidente ecuatoriano Rafael Correa repite
una y otra vez que la dolarización de la economía de su país fue una mala
decisión.
"Por errores históricos nosotros no
tenemos moneda nacional, tenemos moneda extranjera", dijo el mandatario en
diciembre pasado, advirtiendo que esa peculiaridad hará más difícil que el país
enfrente los problemas por la caída del precio del petróleo.
La medida de la dolarización, tomada
exactamente hace 15 años, fue la reacción de un gobierno desesperado,
encabezado por el entonces presidente Jamil Mahuad, quien en medio de un
colapso generalizado de la economía, decidió el 9 de enero de 2000 renunciar a
la moneda nacional y vincular la suerte económica de Ecuador a una moneda
extranjera.
En ese momento el dólar fue visto como tabla de
salvación de la economía ecuatoriana, lo único que detuvo una devaluación frenética
y un pánico financiero que amenazaban con dejar al país en la ruina.
Lo sorprendente es que una década y media
después, la medida se mantenga, pese a que ahora rige en un país gobernado por
un presidente de izquierda.
Por cuenta de la oposición del propio
presidente contra la medida, el caso de la dolarización ecuatoriana es tal vez
el más notorio en América Latina, pero no el único. Desde 1904 el dólar ha sido
la moneda panameña y también desde 2001 es la divisa de El Salvador.
Los retos
Rafael Correa ha dicho que la dolarización fue
un error.
El experimento puede enfrentar un reto
importante en 2015. Las condiciones internacionales parecen encaminarse a
subrayar con intensidad algunos de los riesgos que tiene depender tan
cercanamente del dólar.
Mantener una moneda ha sido desde la antigüedad
una de las funciones básicas de los gobiernos. Se considera un atributo de
soberanía y una herramienta central del manejo económico. Por lo que estos tres
países latinoamericanos que renuncian a dicho instrumento toman un camino
inusual.
Pues lo que le conviene a Washington puede no
ser lo mejor en Quito o San Salvador. El dólar se está apreciando frente al
euro y otras divisas. Se espera que el banco central estadounidense lleve a
cabo en 2015 una política monetaria restrictiva para evitar el riesgo de
inflación en su propio país a medida que la economía despegue.
Pero en Ecuador, las condiciones de la economía
van en dirección contraria. Con el desplome de los precios del petróleo en el
segundo semestre de 2014, ha caído la principal exportación ecuatoriana. Y con
menos dólares entrando al país, se reduce la moneda circulante y la actividad
económica se resiente.
Sin devaluación
Panamá adoptó el dólar como su moneda hace más
de un siglo.
Una respuesta posible de una nación enfrentando
el riesgo de recesión sería propiciar una devaluación de su moneda, para así
abaratar los precios de sus productos en el exterior y aumentar la producción.
Esa es una opción que no está disponible para Ecuador, El Salvador o Panamá,
pues su política monetaria y cambiaria se fija en Washington.
Y por eso, en el caso ecuatoriano, además del
efecto negativo sobre la economía interna que causará, al menos en el corto
plazo, la disminución de dólares en circulación por los precios menos
favorables del petróleo, la apreciación del dólar encarecerá otros bienes
ecuatorianos a sus potenciales clientes en el mundo.
Por ejemplo, un comprador europeo tendría que
usar más euros para comprar la misma cantidad de flores ecuatorianas, una de
las mayores exportaciones del país además de los hidrocarburos. Por lo que es
posible que reduzca su consumo de esos bienes de la nación sudamericana.
Otra fuente clave de ingresos para Ecuador, las
remesas de los inmigrantes en Europa, se reducirá a medida que los euros que
envían los ecuatorianos de ultramar se conviertan en menos dólares a su llegada
a Quito.
"Vacuna contra la inflacion"
El dólar sigue siendo la principal moneda de
reserva del mundo.
No obstante, el respaldo por el dólar no
desaparece. En Ecuador, el mismo electorado que reeligió a un presidente de
izquierda como Rafael Correa, se manifiesta abrumadoramente a favor del dólar
en las encuestas. Un sondeo de opinión citado este jueves por el diario El
Comercio de Quito, llevado a cabo por la empresa Cedatos, asegura que el 85% de
la población ecuatoriana está a favor de mantener la divisa estadounidense.
El experimento latinoamericano con la
dolarización encuentra también admiradores en los centros de investigación de
derecha, como el Instituto Cato de Washington. Ahí, la investigadora
ecuatoriana Gabriela Calderón de Burgos le dice a BBC Mundo que es una política
que ha traído enormes beneficios a los tres países que la practican en la
región.
En el caso ecuatoriano, dice, "ha
mantenido la estabilidad de precios y ha divorciado la estabilidad monetaria de
la constante inestabilidad política y las consistentes volatilidades en el
ámbito fiscal".
Calderón alega que la desconfianza de los
ecuatorianos por sus actuales líderes políticos supera a la animadversión que
podrían tener por el dólar.
"Ha sido una especie de vacuna contra la
inflación y la devaluación, algo que no sería difícil de imaginar que este
gobierno lo empleara si tuviera la capacidad de conducir la política
monetaria".
"Directo del manual populista es echarle
la culpa de lo que va mal a factores externos", dice Calderón para
explicar el porqué de las críticas del presidente Correa a la dolarización, que
atribuye a la necesidad de desviar la atención de los problemas fiscales que
sufre el país.
Dolarización espontánea
Jamil Mahuad era el presidente ecuatoriano
cuando se adoptó la dolarización.
También dice la investigadora que Panamá y El
Salvador son prueba adicional de países que han evitado crisis económicas
mayores en los años en que le han entregado su soberanía monetaria al dólar.
También rechaza la idea de que la dolarización
sea un obstáculo al crecimiento de las exportaciones por excluir la posibilidad
de una devaluación. "Si así fuera Ecuador habría sido una estrella de las
exportaciones en la década del 90, cuando se devaluó bastante pero las
exportaciones crecieron apenas 0,6%", señala.
Para Calderón, la dolarización consagra algo
que la gente ya hacía en la práctica.
"En Latinoamérica hay un fenómeno que se
conoce como la dolarización espontánea. Antes de 2000 en Ecuador el 70% de la
economía ya se transaba en dólares. El gobierno lo que hizo el 9 de enero de
2000 fue simplemente reconocer lo que ya estaba sucediendo en la calle".
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