¿Cómo conciben el dinero las personas exitosas?
Forbes - martes, 9 de diciembre de 2014
¿Qué piensan los millonarios sobre el capital?
Para tratar de entender lo que pasa por la mente de quienes aparecen en las
portadas de las revistas de negocios, Ricardo Perret, autor de ‘El gen
exitoso’, describe la relación que existe entre éstos y el elemento que, para
muchos, es lo más importante que hay para disfrutar la vida.
Hace dos años, después de dar una conferencia
sobre Innovación en el Tec de Monterrey, un joven se me acercó y me preguntó:
“¿Cómo puedo ser más exitoso?”. Me quedé mudo me sentí frustrado, no supe qué
responderle. Pero motivado a la vez para iniciar un estudio.
Así arranqué El gen exitoso, que me ha llevado
más de dos años. Cada descubrimiento ha sido muy revelador. Hemos explorado el
tema emocional, intelectual, organizacional, laboral y hasta espiritual de
decenas de personajes exitosos, y también hemos analizado con detalle los
aspectos monetarios en la vida de los exitosos y exitosas.
Los hallazgos
No cabe duda que la percepción del dinero es
más una condición previa a ser exitoso integralmente, que una consecuencia. Es
decir, tener una visión bajo las condiciones que a continuación describo son
elementos que contribuyen a ser más exitoso, y no por el hecho de ser exitoso
en el territorio profesional se logra alcanzar también una nueva visión del
dinero.
Los exitosos han logrado estar en control de
los flujos de dinero en su vida, evitando que estos flujos estén en control de
su vida. Y han aprendido que el dinero no debe controlar su sistema
emocional, sino que ellos están en control de su sistema emocional
independientemente del flujo de dinero en su vida. Ellos no permiten que su
alegría o tristeza dependa de sus cuentas bancarias y efectivo.
Recuerda, estamos hablando de personas que han
logrado alcanzar el éxito profesional, pero también personal; que tienen un
alto sentido de balance familiar, emocional, intelectual y espiritual. Son
seres exitosos integralmente.
Los exitosos no niegan el dinero, ya que éste
llegó como consecuencia y/o recompensa del valor que han aportado a su entorno,
como un aliciente para continuar ofreciendo lo máximo que sus capacidades mentales
dan al servicio de otros y esos otros los retribuyen con agradecimiento y pagos
económicos.
Los verdaderamente exitosos no aceptan ser
medidos por sus logros económicos, saben que la sociedad y los medios son
tremendas máquinas evaluadoras del “éxito” con base en la acumulación
económica. Han aprendido a ver el dinero como una herramienta, no como un fin,
y han aprendido a hacer el mejor uso de esta herramienta para cumplir sus
objetivos e intenciones de vida. Reconocen que el dinero no es la única
herramienta para lograr efectivamente sus intenciones y objetivos, sin
embargo, saben que es un medio facilitador para ello.
Los
exitosos no limitan su visión, su planeación, sus pasiones, ni sus objetivos
con la cantidad de dinero a su disposición; si fuera así, el dinero sería un
elemento restrictivo en sus vidas. No ven el dinero como un descriptor de su
éxito, sino como una consecuencia de éste. No aceptan ser comparados en
términos monetarios; prefieren ser comparados en términos de logro de sus
intenciones y objetivos, o ambos.
No tienen un apego emocional al dinero como
elemento de demostración para sus padres, hermanos y amigos, ya que al haber
sanado sus dolores emocionales y autoaceptarse tal y como son, el dinero no
forma parte de la ecuación para enmascarar dolores emocionales de niño o
adolescente, ni como variable para aumentar su propia aceptación. Hay muchas
personas que siguen utilizando el dinero como un “sanador” de sus dolores del
pasado. El punto es que aún no han superado su pasado y éste domina sus
decisiones.
Los exitosos entienden que en el camino al
logro de sus intenciones y objetivos se presentarán muchas tentaciones jugosas
económicamente que, de aceptarlas, sólo desviarían su camino, por lo que
aprovechan su fuerza de voluntad para resistirlas, ya que el dinero no es su
fin, sino sólo una herramienta.
La gente no exitosa se mantiene en la
desviación porque se hace dependiente de la forma de vida cómoda que se les
ofrece; mientras que los exitosos definen el momento para salirse de ahí y
retomar su camino. Y lo cumplen.
El dinero, para ellos, es una herramienta para
disfrutar y también prolongar su vida y la de los seres queridos. Por ello
gastan o invierten mucho en educación, buena alimentación, chequeos de salud,
información para estar saludables, gimnasios y spas. Así también viajan,
descubren, exploran, invierten en hobbies que les permiten distraerse,
relajarse y al mismo tiempo liberar la creatividad.
Los exitosos administran conscientemente el
dinero, planean no sólo su presente sino su futuro. La mayoría de ellos ya
tiene un testamento y/o legados considerando las capacidades de sus familiares
y/o colegas para administrar su patrimonio de la mejor manera. Estas personas
tienen claro que no quieren depender de los demás cuando sean viejos; no al
menos en la parte de sustento. Por ello establecen fideicomisos, tienen bienes
inmuebles para rentar o invierten en instrumentos financieros y de seguros que
les permitan que su patrimonio económico siga trabajando para ellos.
Fluir del dinero
Algo sumamente interesante entre los exitosos
es que dejan fluir las riquezas, no las acumulan o las retienen, no les ponen
freno. Cuando ellos y yo hablamos de dejar fluir el dinero, nos referimos a dos
cosas:
Los exitosos entienden que el dinero estancado
sólo disminuye su valor y que representa apegos emocionales; entienden que
dejarlo fluir es la mejor manera, moviéndolo, multiplicándolo, aprovechándolo
para hacer crecer estructuras de valor agregado para la sociedad y
potencializar sus intenciones. Los exitosos invierten dinero, grandes
cantidades, en la preparación de sus colaboradores, en el desarrollo sobre todo
intelectual de estos, en la adquisición o generación de herramientas que les
permita dar un valor exponencial a su valor agregado a la empresa, y para la
sociedad a través de los productos y/o servicios ofrecidos por ésta a los seres
humanos allá afuera.
Para los exitosos, y me refiero a los
verdaderamente exitosos tanto en el terreno personal como en el profesional,
los lujos no son para demostrar, sino para disfrutar. No son para que otros te
admiren, sino para disfrutar la creatividad, diseño y comodidad, y valorar la
imaginación de otros seres humanos. Valoran mucho toda la creatividad,
espiritualidad y esfuerzo humano detrás de un hotel 5 estrellas en medio de una
isla; van, lo disfrutan y agradecen a los involucrados.
Muchos, la gran mayoría de las personas
exitosas, también aprovechan los accesos que el dinero les da para proponer e
influir en nuevos mecanismos para que la sociedad funcione mejor.
Aprovechan sus recursos económicos para crear
fundaciones y organizaciones sociales o no gubernamentales para impulsar la
agenda de sus intenciones y objetivos, más allá de sus empresas o espacios
laborales.
Los exitosos detectan los errores en la definición
de políticas públicas, así como en su ejecución y toman en sus propias manos
algunas acciones que debería hacer el gobierno, ya que consideran que ellos las
realizarán mejor con sus equipos. En eso invierten dinero y lo hacen de manera
ética, mientras que algunas personas gastan en temas sociales con tal de darle
la vuelta a los impuestos que tendrían que pagarle al gobierno, sin realmente
importarles el valor agregado a la sociedad.
El dinero entonces, para los exitosos, es una
forma de libertad y posibilidades para trascender. Una vez teniendo ya
cubiertas sus necesidades básicas de sustento, alimentación, ropa y techo; así
como las secundarias como educación, entretenimiento y preservación óptima de
la salud, tienen la libertad de ver más allá, de plantearse objetivos de vida
que les permitan dejar huella y trascender. Algunos de ellos financian un
hospital, la reconstrucción de un parque o escuela, escriben un libro con sus
memorias o invierten en documentales que promuevan cambios de hábitos.
Epílogo: el dinero no es lo único que hace
exitosa a una persona; abre tus ojos y tu mente para valorar tantas otras cosas
a la hora de valorar a los demás en cuanto al éxito. Y a ti mismo también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario