De compras por América Latina
El País - lunes, 11 de agosto de 2014
Medellín, la segunda ciudad de Colombia y el
epicentro de la moda del país sudamericano, se inundó a finales de julio de
amantes de las pasarelas con ganas de ver a jóvenes talentos colombianos y a
marcas como Custo Barcelona, pero también de compradores y vendedores de moda.
El sector textil minorista fue uno de los protagonistas de Colombiamoda, una de
las principales ferias de moda de América Latina. La exposición, que ha
cumplido 25 años de la mano del Instituto para la Exportación y la Moda, Inexmoda,
es el mejor ejemplo de lo atractivo que hoy resulta el sector en toda la
región.
Las cifras hablan por sí mismas. Más de 60.000
visitantes en tres días, 308 millones de dólares de facturación (23% más que el
año anterior) y cerca de 1.500 compradores internacionales de 53 países. Uno de
los grandes invitados fue el grupo español Inditex.
La visita de las grandes marcas internacionales
no sorprende y lo mismo sucede en otros países del continente. En la última
edición de la clasificación mundial que hace la consultora A. T. Kearney sobre
los países más atractivos para los negocios minoristas, Chile encabeza la
lista, seguido de Brasil. Otros países de la región que también entran entre
los 25 primeros son Uruguay, Perú, Panamá y Colombia. Estos países tienen en
común su estabilidad económica, su apertura y el fortalecimiento de sus clases
medias. Según el Banco Mundial, unos 49 millones de latinoamericanos escalaron
a la clase media entre 2003 y 2009. Este organismo calcula que para 2030 el 42%
de la población de la región será de clase media, 10 puntos porcentuales más
que en los últimos años.
Para el director de Raddar, que tiene un
observatorio de moda junto a Inexmoda, América Latina podría dividirse en tres
grandes bloques de desarrollo a nivel minorista, según la cantidad de marcas y
metros cuadrados en el mercado. "En el grupo maduro están México, Brasil,
Argentina y Chile; en el grupo de oportunidad se situarían Colombia, Perú,
Ecuador, Costa Rica y Panamá, y en el grupo en desarrollo, Bolivia, Honduras,
Salvador, Guatemala, Paraguay y Uruguay", explica.
La llegada de rivales internacionales ha
servido para impulsar la demanda y mejorar los productos nacionales
Las grandes cadenas minoristas latinoamericanas
están registrando anualmente cifras récord de facturación. En el año 2012,
según Deloitte, el crecimiento de las ventas en la región fue del 14,7% frente
a la media mundial del 4,9%. Eso sí, los mercados no son iguales: mientras un
argentino gastó en 2011 una media de 175 dólares (unos 130 euros) al año en
ropa, un colombiano sólo desembolsó una quinta parte de esa cifra. Mientras en
Argentina el gasto en ropa supone el 6% del consumo familiar, en México no
llega al 2%, Según A. T. Kearney, esto demuestra que las empresas del sector
deben tratar a cada país según el perfil de sus consumidores.
El impacto de la llegada de las marcas
internacionales de moda al mercado colombiano, por ejemplo, ha sido duro pero
positivo. "Antes se pensaba que esto era negativo por el poderoso
posicionamiento de las marcas globales de moda, pero cuando estas abren
rápidamente capturan cuota de mercado y unos 18 meses después los clientes
empiezan a comparar y son las locales las que continúan líderes", explica
Herrera, quien señala que la mayor oferta ha servido para mejorar el producto,
lo que a su vez ha desarrollado la industria.
La entrada de franquicias internacionales es la
que ha dinamizado este modelo de negocio en países como Colombia, donde la moda
y las confecciones, incluidas las joyas y el cuero, son los sectores que tienen
mayor actividad. Pero ha sido un proceso lento. "Fue difícil cambiarle la
mentalidad a los empresarios colombianos, convencerlos de que ese modelo puede
ser ganador", dice Isabel Cristina Martínez, directora de la firma Masfranquicias.
Por eso las empresas extranjeras siguen teniendo más cuota de mercado: un 59%
del total, según la medición más reciente de Masfranquicias. Estados Unidos,
con un 23%, y España, con el 8%, lideran la lista de países que apuestan por la
fórmula de las franquicias en Colombia. La previsión a cinco años es que el
país cuente con cerca de setecientas marcas nacionales y extranjeras.
Otro de los atractivos que destaca A. T.
Kearney que se vive en la región es el comercio electrónico. Deloitte ha
calculado que la venta minorista por Internet crece a un ritmo del 20% anual.
Los brasileños son compradores digitales muy activos. Hay 90 millones de
usuarios de Internet en Brasil y el 57% ha afirmado que ha hecho compras
online. El mercado minorista por Internet de Brasil, que en 2012 acumuló ventas
por 11.000 millones de dólares, llegará a los 28.000 millones en 2017. En
países como Colombia el auge es menor, pero el desarrollo es rápido. Según la
Cámara de Comercio Electrónico colombiana, el crecimiento fue del 40% en 2013.
"En Colombia, la gente empezó realmente a comprar por Internet hace solo
tres años", dice Daniel Uribe, que dirige el Grupo Uribe, con negocios en
Colombia, Perú, Ecuador y varios países de Centroamérica. Aunque ya tenían
tiendas virtuales monomarca ahora la apuesta es una multimarca.
El sistema de moda en Colombia también se ha
aliado con el mercado minorista aplicando estrategias de marketing como lo hizo
el diseñador Karl Lagerfeld en 2004 con la marca H&M. En 2010, la cadena
Éxito hizo una alianza con el colombiano Esteban Cortázar para distribuir una
de sus colecciones a precios asequibles, un proyecto que además de ventas
generó empleo.
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